XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO B
Cómo acabar con el hombre
La Palabra: “Yo soy el pan bajado del cielo” (evangelio).
1. El terrible problema que hoy tenemos en nuestro mundo es la miseria de una
gran parte de la humanidad que no tiene lo suficiente para satisfacer sus
necesidades básicas, mientras unos pocos acaparan los recursos destinados en
principio para todos. Terrible y escandaloso problema. En ese contexto Jesucristo se
ofrece como el pan “bajado del cielo”, una expresión que significa proveniente de
Dios.
2. Curiosamente Jesús de Nazaret, a quien los cristianos confesamos Palabra e Hijo,
autocomunicación de Dios mismo, no es un extraterrestre; sus vecinos conocen “a
su padre y a su madre”. Su peculiaridad consiste en que comparte cuanto es y
cuanto tiene de modo especial con los que social y religiosamente nada pueden,
viven de la mendicidad y se ven excluidos por parte de los más encumbrados y
arrogantes.
3. Esa conducta de Jesús es propuesta hoy en el evangelio como “pan de vida”. Es
decir, el verdadero alimento para establecer una organización social justa donde
todas las personas y todos los pueblos puedan comer y vivir dignamente. Los
cristianos que creemos en este evangelio no debemos separar la presencia real de
Jesucristo resucitado en la eucaristía y la presencia real de Jesucristo en los pobres.
Fray Jesús Espeja, OP
Con permiso de Palabranueva.net