“da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo”
Mt 19, 16-22
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1. EN AQUEL TIEMPO, SE ACERCÓ UNO A JESÚS
El protagonista de esta escena es un joven que además según los evangelios sinópticos
es una persona importante, se supone además que tiene alguna dignidad a no ser que le
llame así a causa de su influencia por sus riquezas. Esta persona es un joven, que dice que
todos los mandamientos los ha cumplido.
2. SÓLO DIOS ES “BUENO,” O “EL BUENO.”
Jesús le responde que por qué le llama “bueno,” que slo “uno es bueno”. Jesús le hace ver
al joven con esta replica que slo Dios es “bueno,” o “el Bueno.” ¿Por qué esto? ¿Qué
intenta el Señor con llamar la atención sobre una cosa tan evidente? . ¿Es que sugiere
llamar la atencin sobre el concepto “bueno” como exclusivo de Dios o para que el joven
reflexione con profundidad lo que se atribuye?. ¿Es una atribución muy alta llamarse
bueno?
3. SI QUIERES ENTRAR EN LA VIDA ETERNA , GUARDA LOS
MANDAMIENTOS
Jesús le responde: Mira, si quieres entrar en la vida eterna, guarda los mandamientos, pero
no le dice de inmediato cual en específico. Ciertamente la respuesta de Jesús al joven es el
cumplimiento de los mandamientos, pero se advierte que no es ninguno directamente
acerca de Dios. Probablemente se debe a que desea destacar la función positiva de sus
riquezas en servicio del prjimo. No basta decir “Seor,” hay que poner por obra los
mandamientos.
¿Por qué el joven hace esta pregunta? ¿Va llevado de deseos de perfección? Al menos, la
respuesta de Jesús va en esta dirección. La respuesta de Jesús, en cualquier caso, le
orienta una vida mas dotada de hermosura, “No matarás, no cometerás adulterio, no
robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como
a ti mismo.”
4. TODO ESO LO HE CUMPLIDO
El muchacho le dijo: -Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?- Jesús le contestó: -Si
quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres, así tendrás un
tesoro en el cielo.
Pareciera que esta persona aspira a una vida más perfecta o ve en Jesús la grandeza que
anuncia el reino, cuando pregunta: -Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener
la vida eterna?, pero se encuentra, de pronto, con una doctrina de bondad que le haría
desprenderse de sus riquezas y es darlas a los pobres, para tener un tesoro seguro en el
cielo, donde no se lo robarán ladrones ni lo destruirá la polilla.
Sobre un caso concreto, Jesús expone toda una doctrina de perfección. Es la doctrina de
los profetas sobre el amor eficaz al prójimo.
5. “LUEGO VENTE CONMIGO.”
Pero en el programa de Jesús hay más, tiene que seguirle, entonces le agrega “luego
vente conmigo.” Con estas palabras le estimula a ser uno de sus discípulos. Son las
mismas palabras que le dirigió a Pedro, a Andrés a Juan, a Santiago a Mateo y a Felipe El
sentido profundo moral no es otro que el programa que Jesús ense en otra ocasin: “El
que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” La perspectiva
de Jesús era la perfeccin por la cruz. Invitarle al “discipulado” no es lo mismo que a ser
uno de sus “doce apstoles.”
6. LOS OJOS DE JESUS, QUE LE “AMARON,” LE VIERON IRSE.
Pero el joven no lo aceptó. Los tres evangelistas recogen el motivo: “porque tenía muchos
bienes.” No hubo respuesta. Slo fue su rostro ensombrecido y su “marcha.” Los ojos de
Jesús, que le “amaron,” le vieron irse.
Nos hacemos una pregunta, ¿Estamos satisfecho de nosotros mismos?, ¿estamos contento
con la vida que llevamos?, ¿podemos hacer algo mas?, ¿Qué estamos dispuesto hacer si
Jesús nos pide algo?
7. JESÚS NECESITA MUCHOS COLABORADORES
Jesús necesita muchos colaboradores, que estén dispuestos a desprenderse de de todo
aquello que el nos pida, la renuncia debe ser radical, y llama a muchos jóvenes a tomar una
buena decisión, Dios hace un llamado personal al hombre, y los hombres somos libres de
aceptar o no ese llamado.
Dios tiene un plan para nosotros, y espera de nosotros. Cuando nos acerquemos a Jesús,
hagámoslo con sencillez, con actitud humilde, sin responderle con una pregunta y sin tratar
de justificarnos, para El solo valen los resultados y la honestidad de sentimiento, las
excusas, no sirven.
El Señor les Bendiga