“El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él”
Mt 22, 1-14
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. "MI BANQUETE ESTÁ PREPARADO”
Jesús se dirige a los sumos sacerdotes y fariseos, diciendo esta parábola: El Reino
de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. El rey, es
Dios, y el Hijo es Jesucristo. El banquete esta preparado, es decir la alegría y
felicidad del Reino. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados.
Esto servidores son los profetas, y a quienes les van avisar como invitados es a los
judíos, pero éstos se negaron a ir. De este modo fue como después envió a otros
servidores, es este caso los apóstoles, con el encargo de decir a los invitados: "Mi
banquete está preparado”, El banquete es la felicidad mesiánica.
2. NO TUVIERON EN CUENTA LA INVITACIÓN
Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a
su negocio; Es decir, estos malagradecidos consideraron más importante que
aceptar la invitación, dedicarse a sus asuntos económicos, preocuparse de su
apego a lo material, sus cosas personales, sus propiedades, todo ello mucho más
interesante que asistir a tan bella invitación. Así fue, como por preferir las
comodidades, estos se hicieron indignos y no merecedores del Reino de los Cielos.
3. PERO LOS INVITADOS NO ERAN DIGNOS DE ÉL
También se acusa, que hubo otros que aumentaron su error, es decir quedaron en
una situación que no podía ser peor, pues se apoderaron de los servidores, los
maltrataron y los mataron. En uno de estos caso es lo que le sucedió a Juan
Bautista, quien fue decapitado por orden de Herodes Antipas a fin de complacer a
su ilegal relación con Herodías y la hija de esta Salome. Al enterarse, el rey se
indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e
incendiaran su ciudad y luego dijo a sus servidores, es decir los apóstoles: "El
banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a
los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren". Entonces,
cumpliendo el mandato del rey, reunieron e invitaron a todo los que vivían en las
cercanías, a los caminantes, a los gentiles y, a cuanta persona encontraron, siendo
éstas personas buenas y también malas, y la sala de fiesta se llenó de una gran
variedad de convidados.
4. "AMIGO, ¿CÓMO HAS ENTRADO AQUÍ SIN EL TRAJE DE FIESTA?"
Cuando el rey, Dios, entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que
no tenía el traje de fiesta y le pregunto "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje
de fiesta?". Lo que esta representando esta pregunta, es que este invitado no esta
investido de la gracia, la piedad, la bondad, la justicia y la fe, y como este
permaneció en silencio, entonces el rey, Dios, dijo a los guardias, es decir a los
ángeles: "Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá
llanto y rechinar de dientes". Porque muchos son llamados, pero pocos son
elegidos.
5. LA LLAMADA INSISTENTE DE DIOS A SU PUEBLO QUE AL PARECER
ESTA SORDO
Este Evangelio relata una parábola que comienza con estas palabras, Jesús se
dirige a los sumos sacerdotes y fariseos, es decir a lo judíos y lo hace de forma
insistente, como es la llamada insistente de Dios a su pueblo que al parecer esta
sordo. Para mayor gravedad, los judíos no solo parecen faltos de interés por el
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llamado de Dios, además no muestran provecho en oír a su Dios. Lo que hace
Dios es de toda lógica, esto es, considerar que el primer pueblo que es invitado es
Israel, y esto es natural, por que Dios primero cumple su promesa con su pueblo.
Sin embargo ante el rechazo de los judíos, Dios invita a todos, incluso a los
pecadores a disfrutar de su reino, pero no basta aceptar la invitación e ir, además
el invitado deberá entrar con las debidas disposiciones espirituales, es decir con
una vida de gracia y rectitud.
6. JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR, NOS INVITA EN CADA EUCARISTÍA A SU
BANQUETE
Jesucristo Nuestro Señor, nos invita en cada Eucaristía a su banquete, y a el
debemos llegar con la gracia. Jesús, a todos quien lo acepta le da su consuelo
espiritual, a todo quien responde a su llamado, a todo el que va a El y se entrega
aceptando el llamado radical, incondicional, si reservas, esto es con todo el alma,
dando todo de sí, El le tiene un buen sitio en el banquete, este es el festín del
Reino de los Cielos.
Sin embargo lo triste es que de los invitados hay muchos que están muy
preocupados de muchos problemas o situaciones que acaparan su atención o
consideran que es más importante y con ello renuncian a la posibilidad de
participar en la Vida Eterna.
7. NO TODOS SERÁN ELEGIDOS
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron,
buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Estos son los publícanos
y pecadores, las gentes depreciables de Israel. Frente a los dirigentes, sabios y
fariseos, que rechazaron su ingreso en el Reino a primera hora, que no fueron
“dignos”. Los fariseos y los superiores religiosos de Israel fueron los primeros
invitados a ingresar en el reino; pero Dios es bueno con todos, y por eso abre
también su reino para todos.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía
el traje de fiesta. ‘Amigo le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?.
El traje de fiesta, es la disposición moral requerida para participar en el reino. La
unión a él por la fe se supone en todos los convidados incluso en el que no está
con el “traje de fiesta” , pero hacen falta otras disposiciones de lealtad y entrega.
El bautismo cristiano se supone como “ingreso” a este banquete de boda
mesiánico, pero se exigen condiciones de permanencia en él, con aceptación y
cumplimiento de los preceptos del Señor.
También es importante considerar que a pesar de que la entrada sea gratuita y que
todos tienen la posibilidad de participar, no es menos importante que los invitados
lleven el traje de fiesta y la disposición correspondiente. Los cristianos deben
“revestirse de Cristo” (Rom 13,14; Gal 3,27), tener sus mismos pensamientos y
sentimientos (cf. F1p 2,5).
El final de aquel que participa en el banquete sin el traje de boda, permaneció en
silencio y fue apartado como la cizaña que esta junto al buen trigo (Mt 13,42) y
como los peces malos de los buenos (Mt 13,50). La frase terminante de la parábola
es un delicada advertencia: “Son muchos los llamados, pero pocos los elegidos”
El Señor les Bendiga
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