¿También vosotros queréis marcharos?
2012-08-26
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 6, 55. 60-69
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Mi Carne es verdadera comida y mi
Sangre es verdadera bebida». Al oír sus palabras, muchos discípulos de Jesús
dijeron: «Este modo de hablar es intolerable, ¿quién puede admitir eso?»
Dándose cuenta Jesús de que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los
escandaliza? ¿Qué sería si vieran al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El
Espíritu es quien da la vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que les he
dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos de sus discípulos se echaron para atrás y ya no querían
andar con Él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También ustedes quieren
dejarme?» Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras
de vida eterna y nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de
Dios». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Espíritu Santo, dulce huésped del alma, muéstrame el sentido profundo de la
oración, dispón mi espíritu para rezar con fe. Ayúdame a orar con la esperanza que
nunca defrauda y en la caridad que no espera recompensa, porque quiero crecer en
mi amor y ser fiel. No quiero dejar nunca a Jesús, que tiene la Palabra que me
muestra el camino para la vida eterna.
Petición
Señor, que sea fiel a tu gracia. Lléname de tu amor.
Meditación
¿También vosotros queréis marcharos?
«A la pregunta de Jesús, Pedro responde en nombre de los apóstoles: "Señor,
¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y
sabemos que tú eres el Santo de Dios". Queridos hermanos y hermanas: también
nosotros podemos repetir la respuesta de Pedro, conscientes ciertamente de
nuestra fragilidad humana, pero confiando en la potencia del Espíritu Santo, que se
expresa y se manifiesta en la comunión con Jesús. La fe es don de Dios al hombre y
es, al mismo tiempo, entrega libre y total del hombre a Dios; la fe es dócil escucha
de la Palabra del Señor, que es "lámpara" para nuestros pasos y "luz" en nuestro
camino. Si abrimos con confianza el corazón a Cristo, si nos dejamos conquistar por
Él, podemos experimentar también nosotros, junto al santo cura de Ars, que
"nuestra única felicidad en esta tierra consiste en amar a Dios y saber que Él nos
ama"» (Benedicto XVI, 23 de agosto de 2009).
Reflexión apostólica
«De ser posible, la meditación ha de hacerse al inicio del día, de manera que
marque la orientación de toda la jornada» (Manual del miembro del
Movimiento Regnum Christi , n. 229).
Propósito
Visitar al Santísimo sacramento para confirmar mi fe y mi fidelidad a Dios, además
de agradecerle su amor.
Diálogo con Cristo
Señor, tengo necesidad de ti, de tu gracia, de tu amor, de tu amistad, de tu
protección y de tu perdón. No permitas que me separe de ti. Dame tu ayuda y tu
gracia para vivir unido a ti en todo momento: que inicie mi día poniéndome
humildemente ante tu presencia, que te recuerde y te visite durante la jornada y
que no me duerma sin agradecerte tu amor.
«Actúen siempre como quien vive bajo la mirada de Dios, que ve en lo escondido y
no bajo la mirada de los hombres»
(Cristo al centro, n. 208).