Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 23, Viernes
--------------------------------------
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Me he hecho todo a todos, para ganar a algunos * ¡Qué
deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos! * ¿Acaso puede un ciego guiar a
otro ciego?
Textos para este día:
1 Corintios 9, 16-19. 22b-27:
Hermanos: El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo.
No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio!
Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga.
Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio.
Entonces, ¿cuál es la paga?
Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el
derecho que me da la predicación del Evangelio.
Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más
posibles.
Me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos. Y hago todo esto
por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.
Ya sabéis que en el estadio todos los corredores cubren la carrera, aunque uno solo
se lleva el premio.
Corred así: para ganar.
Pero un atleta se impone toda clase de privaciones. Ellos para ganar una corona
que se marchita; nosotros, en cambio, una que no se marchita.
Por eso corro yo, pero no al azar; boxeo, pero no contra el aire; mis golpes van a
mi cuerpo y lo tengo a mi servicio, no sea que, después de predicar a los otros, me
descalifiquen a mí.
Salmo 83 :
Mi alma se consume y anhela / los atrios del Señor, / mi corazón y mi carne /
retozan por el Dios vivo. R.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa; / la golondrina, un nido / donde colocar
sus polluelos: / tus altares, Señor de los ejércitos, / Rey mío y Dios mío. R.
Dichosos los que viven en tu casa, / alabándote siempre. / Dichosos los que
encuentran en ti su fuerza / al preparar su peregrinación. R.
Porque el Señor es sol y escudo, / él da la gracia y la gloria; / el Señor no niega sus
bienes / a los de conducta intachable. R.
Lucas 6, 39-42:
En aquel tiempo ponía Jesús a sus discípulos esta comparación: "¿Acaso puede un
ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que
su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. ¿Por
qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que
llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te
saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita!
Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces
Homilía
Temas de las lecturas: Me he hecho todo a todos, para ganar a algunos * ¡Qué
deseables son tus moradas, Señor de los ejércitos! * ¿Acaso puede un ciego guiar a
otro ciego?
1. El Esfuerzo y la Paga
1.1 La primera lectura nos ayuda a descubrir como en un primer plano y en
acercamiento un aspecto de la vida y la tarea de un verdadero evangelizador, en
este caso, a través de la experiencia única del apóstol Pablo. Este hombre de Dios
se vio como "obligado" a hablar de su propio ministerio porque la comunidad de los
corintios estuvo siempre bombardeada de muy diversas influencias. En semejante
ambiente no faltaban los que querían acreditarse y alcanzar popularidad con toda
clase de recursos, sobre todo ponderando su propia sabiduría o asimilándose a los
filósofos de la época, que eran de corte humanista-sofista.
1.2 Este ámbito polémico era en sí mismo algo fastidioso, como un "ruido" que
entorpecía la labor de predicación del apóstol, y sin embargo vino a resultar un
beneficio de todo ello porque Pablo, obligado a hablar de sí mismo, nos dejó en sus
Cartas a los Corintios preciosos retratos de su propia vocación, ministerio,
dificultades y alegrías.
1.3 Hoy aprendemos, por ejemplo, que la difusión del Evangelio de la gracia tiene
como paga participar de la gracia que se anuncia: el modo y el contenido, el fondo
y la forma coinciden. Quien anuncia gratis la llegada de la gratuidad hace coincidir
su enseñanza con su forma de vida, de modo que el mensaje se funde con el
mensajero. En esto el apóstol sigue la manera de Cristo, pues también él fue
anunciador y es anunciado, es evangelizador y es evangelio.
2. Se consideraban muy dignos
2.1 El evangelio de este día nos deja ver, como en contraste, a esos que se
consideraban dignos y justos, al punto de creer que podían guiar a otros.
2.2 Ciertamente son fuertes las palabras de Cristo: un ciego no puede guiar a otro
ciego. Debieron de restallar con fuerza estas palabras de Cristo en los oídos de
aquellos que se consideraban luz. Y para que no nos quede duda, el texto aclara
bien de qué ceguera se trata: es la ignorancia de la propia oscuridad. El peor ciego
no es el que no quiere ver, sino el que no quiere saber si está ciego.
2.3 De otro lado: con alguna frecuencia Nuestro Señor utiliza la palabra "hipócrita"
en sus denuncias a los fariseos. Es interesante el origen de esta palabra. El
"hypocrités" es, en su origen, el que está "representando un papel bajo una
máscara." Aquello, pues, que reclama Jesucristo es esto sencillamente: "deja de
actuar."
Fr. Nelson Medina, O.P.