Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Septiembre 21
Fiesta de San Mateo, Apóstol y Evangelista
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros,
evangelizadores * A toda la tierra alcanza su pregón * Sígueme. Él se levantó y lo
siguió
Textos para este día:
Efesios 4,1-7.11-13:
Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la
vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed
comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la
unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como
una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor,
una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra
todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la
medida del don de Cristo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a
otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de
su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos
a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la
medida de Cristo en su plenitud.
Salmo 18 :
El cielo proclama la gloria de Dios, / el firmamento pregona la obra de sus manos: /
el día al día le pasa el mensaje, / la noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, / sin que resuene su voz, / a toda la tierra
alcanza su pregón / y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.
Mateo 9,9-13:
En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al
mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Él se levantó y lo siguió. Y,
estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían
acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron
a los discípulos: "¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y
pecadores?" Jesús lo oyó y dijo: "No tienen necesidad de médico los sanos, sino los
enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios":
que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores."
Homilía
Temas de las lecturas: Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros,
evangelizadores * A toda la tierra alcanza su pregón * Sígueme. Él se levantó y lo
siguió
1. El amigo de sus enemigos
1.1 La crítica contra Jesús, recogida en el evangelio de hoy, es en el fondo un
elogio: "este come con pecadores." Frase que nació el desprecio y de la envidia, y
que sin embargo describe bien el misterio y el ministerio de Jesucristo: es el amigo
de los pecadores, el amigo de sus enemigos.
1.2 La ley de Moisés prohibía juntarse con el enfermo de lepra, por temor al
contagio de la lepra. Con una lógica semejante estos hombres quieren que se
prohíba el contacto con los pecadores, por miedo a contagiarse de pecado. No han
descubierto que Jesús no quedará sucio, sino que los limpiará. Jesús es el lugar del
"bien fuerte", el bien que no se ensucia en contacto con el mal, sino que lo vence y
lo limpia. Él es la luz que vence a las tinieblas.
1.3 Si Jesús fuera enemigo de sus enemigos, podría tal vez ganarles a ellos pero a
precio de dar una victoria a la enemistad y un nuevo cubil al odio. El amigo de los
enemigos es aquel que pierde, a primera vista, pero gana la batalla, porque vence
no a un humano débil sino a un pecado fuerte.
2. Jesucristo, Médico Divino
2.1 Hoy Jesús se ha dado el título de "médico". ¡Qué buena noticia para los que
reconocemos nuestras dolencias, como lo hizo Mateo!
2.2 Miremos las actitudes y el corazón de este médico que en su generosidad, como
dice Santa Catalina de Siena, llegó a beber la amarga medicina que el enfermo ya
no podía recibir en su maltrecha humanidad. Por eso se acerca piadoso al pecador y
con la cercanía de su trato y conversación va destruyendo los prejuicios y temores
que encierran con su tiranía al que se sabe culpable.
2.3 Observemos en el evangelio de hoy a quien llama Jesús "enfermo" : es un
hombre cruel y tirano que con la opresión de los impuestos cobrados a nombre del
Imperio Romano va haciendo su propia fortuna. Es un opresor, y Jesús lo llama
"enfermo". No quiere destruirlo sino reconstruirlo. No quiere devastarlo sino
levantarlo. Jesús sabe bien, y quiere que nosotros sepamos, que la primera víctima
de la crueldad o de la opresión es el mismo cruel opresor, y por eso le trata de
"enfermo". Nos resulta fácil compadecernos de un anciano desvalido o de un niño
abandonado, pero la verdadera caridad descubre al enfermo aunque lo encuentre
con alientos para hacer daño a otros. ¡Bendito amor que en esta cuaresma ha de
movernos a entregarnos a nuestro Médico y a entender que su caridad desborda
nuestros juicios miopes!
Fr. Nelson Medina, O.P.