“PORQUE SI EL JUSTO ES HIJO DE DIOS, L LO PROTEGERÁ Y LO LIBRARÁ
DE LAS MANOS DE SUS ENEMIGOS” “DIOS ES MI AYUDA, EL SEOR ES MI
APOYO VERDADERO”, “LA SABIDURÍA QUE VIENE DE LO ALTO ES, ANTE
TODO, PURA”, “USTEDES AMBICIONAN, “EL HIJO DEL HOMBRE VA A SER
ENTREGADO EN MANOS DE LOS HOMBRES; LO MATARÁN Y TRES DÍAS
DESPUS DE SU MUERTE, RESUCITARÁ”. “EL QUE QUIERE SER EL
PRIMERO, DEBE HACERSE EL ÚLTIMO DE TODOS Y EL SERVIDOR DE
TODOS”
Reflexión desde las Lecturas del Domingo XXV Ciclo B
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. SIERVO Y ESCLAVO DE TODOS
El domingo vigésimo quinto presenta el segundo anuncio de la pasión (9,29-36).
Víctima de sus adversarios, que le acosan porque se sienten denunciados con su sola
presencia (1ª lectura: Sab 2,17-20), Jesús camina sin embargo consciente y libremente
hacia el destino que el Padre le ha preparado. Frente a esta actitud suya, es brutal el
contraste de los discípulos: no sólo siguen sin entender y les asusta este lenguaje, sino
que andan preocupados de quién es el más importante. Jesús aprovecha para recalcar
que la verdadera grandeza es la de quien, poniéndose en el último puesto, se hace
siervo de los demás y acoge a los más débiles y pequeños.
Segundo anuncio de la pasión. Dios entrega a su Hijo para que el mundo no perezca y
a su vez el Hijo se entregue libremente. Gracias a este acto de entrega todo hombre
puede tener esperanza. El Redentor ha dado su vida para que tengamos vida eterna. Su
humillación nos levanta, nos dignifica. El Siervo de Yahvé ha expiado nuestros pecados.
Y camina confiado hacia la muerte porque sabe que hay quien se ocupa de Él: el
desenlace de su vida lo comprueba, porque Dios Padre le ha resucitado.
Y al mismo tiempo es entregado por los hombres. Jesús ha sido condenado porque
es la luz y las tinieblas rechazan la luz. El Justo es rechazado porque lleva una vida
distinta de los demás, resulta incómodo y su sola conducta es un reproche. También el
cristiano en la medida en que es luz resulta molesto. Y por eso forma parte de la herencia
del cristiano el ser perseguido. “Ay si todo el mundo habla bien de vosotros” (Lc 6,26).
Resulta bochornoso que cuando Jesús está hablando de su pasión los discípulos estén
buscando el primer puesto. La mayor contradicción con el evangelio es la búsqueda de
poder, honores y privilegios. Sólo el que como Cristo se hace Siervo y esclavo de todos
construye la Iglesia. Pero el que se deja llevar por la arrogancia, el orgullo, el afán de
dominio o la prepotencia sólo contribuye a hundirla.
2. PRIMERA LECTURA
El libro de la Sabiduría hace un retrato de las dificultades que suelen acompañar a los
buenos hijos de Dios. El hombre justo es la acusación serena y más intolerable de la
injusticia del mundo. Denuncia con ser y estar. El sabio se inspira en la imagen del
siervo paciente para hacer el retrato del justo desde el punto de vista de los impíos.
Estos lo ponen a prueba para ver si se mantiene; y ponen a prueba a Dios para ver si
se ocupa de él.
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20
Dicen los impíos: Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a
nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos
reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son
verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de
Dios, él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a
prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia.
Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo visitará.
Palabra de Dios.
3. SABIDURIA
En los manuscritos griegos y en las versiones latina antigua, Vulgata, siríaca y armena,
el libro es designado Sabiduría de Salomón, y con este título lo distinguen los Padres
de los tres primeros siglos. Pero ya San Jerónimo y San Agustín advirtieron que la
atribución salomónica responde a un artificio literario. San Melito extendió la
designación al libro de los Proverbios 1, y San Epifanio al Eclesiástico 2, pero se
reservó después para este libro por su contenido eminentemente sapiencial, que
rebasa el de los otros libros didácticos.
El contenido del libro de la Sabiduría comprende tres partes claramente distintas. La
primera (1-5) considera la sabiduría desde el punto de vista moral y pone de relieve los
beneficios que percibirán quienes sigan sus enseñanzas y las consecuencias fatales
que sufrirán quienes las desdeñan, exhortando vivamente a todos los mortales a seguir
los caminos que ella señala. La segunda (6-9) contempla la sabiduría desde el punto
de vista más bien intelectual, y habla de su origen, naturaleza y propiedades,
presentando en unos capítulos maravillosos el culmen de la revelación
anticotestamentaria respecto de la Sabiduría divina. La tercera (10-19), de tipo histórico
práctico, confirma cuanto ha dicho sobre los efectos de la sabiduría y consecuencias
de su ausencia a base de la historia de Israel, en contraste con la de los pueblos
egipcio, cananeo y sodomita. Intercala una larga sección sobre la idolatría (13-15), en
que hace una fina ironía de los ídolos y expone las consecuencias morales a que lleva
el culto.
4. RAZONAMIENTOS DE LOS IMPÍOS Y JUICIO DEL AUTOR
SAGRADO
En el capítulo 2 del libro de la Sabiduría, los impíos -esto es, los que desconocen a
Dios, o han renegado de él de algún modo, abandonando la observancia de la Ley-
declaran su concepción de la existencia. La vida, completamente circunscrita dentro
del horizonte terreno, efímera y transeúnte, es para gozarla sin escrúpulos.
El “justo”, es decir, cualquiera que sea fiel al Señor y a sus mandamientos, sigue unos
criterios de vida diametralmente opuestos a los del impío y, por consiguiente, siente
como un reproche el comportamiento del justo, su misma presencia: “ nos molesta y
se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la
Ley y nos reprocha las faltas contra la enseanza recibida” De ahí su decisión de
ensañarse con él, diciendo, en plan sarcástico, que quiere verificar la autenticidad de la
fe que profesa; “Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le
pasará al final” . Aparece un crescendo en las persecuciones que se le infligen, hasta
llegar a la sentencia de muerte; “Condenémoslo a una muerte infame” . Los impíos
esperan probar de este modo la consistencia de la paciencia y de la resistencia
demostradas por el justo; “Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para
conocer su temple y probar su paciencia” , así como la consistencia de la seguridad
que ha declarado en el apoyo que le da Dios, su salvador y liberador; “él lo protegerá
y lo librará de las manos de sus enemigos” .
5. LA SEMEJANZA DE LA CONDUCTA OBSERVADA CON CRISTO
POR PARTE DE SUS ENEMIGOS
El versículo con el cual comienza la lectura de hoy, nos presenta la razón de las
asechanzas de los impíos contra los justos: la conducta de éstos es un continuo
reproche para quienes se entregan a toda clase de profanaciones, impiedades e
infidelidades. En efecto, algunos judíos con el tiempo se dejaron influir por el ambiente
e ideas de los gentiles y renegaron de la fe de sus padres. Naturalmente, para éstos la
actitud de los israelitas que tenían una actitud fiel a lo que mandaba el Señor venía a
ser un reproche, es decir, para los impíos los hombres buenos y rectos resultaban
intolerables. “porque les molesta y se opone a su manera de obrar”. Entonces no
queda más que un dilema: o abandonar las impiedades o hacer desaparecer al
justo. “en una muerte infame”. Lo primero es casi imposible cuando el corazón se ha
abismado en el fango de las liviandades; y como el libertinaje se compromete
fácilmente con la crueldad, los impíos se deciden por la persecución de los justos.
La reacción de los impíos ante los pensamientos y la actitud de los justos es irónica y
cruel; “Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo
visitará” . Más de una vez los gentiles y los mismos judíos apóstatas, llevados del odio
a los justos, les prepararían intrigas ante los soberanos con el fin de someterlos a los
más duros tormentos e inferirles, cuando fuera posible, una muerte afrentosa. ¿El
Señor permitía todo esto a sus siervos?. Es parte del misterio. Por eso Dios librará a
los justos de caer en la tentación, pero permitirá las persecuciones, que ponen a
prueba y fortalecen su fe y su paciencia.
Llama la atención el parecido de estos versículos del 10-20 con el salmo mesiánico 21,
del justo doliente y perseguido, que reza el Jesús en la cruz; Dios mío, Dios mío! ¿Por
qué me has abandonado?. Y los poemas del Siervo de Yahvé de Isaías, y la
semejanza de actitud de los impíos respecto de los justos a que aquí se alude con la
conducta observada con Cristo por parte de sus enemigos. Es por eso que un buen
número de Padres interpretaron la perícopa en sentido literal del Mesías, viendo en ella
una profecía de la pasión. Teniendo en cuenta que el Espíritu Santo es el autor
principal de la Sagrada Escritura, no es difícil descubrir un sentido típico en relación
con el Mesías, pues lo que la Sabiduría dice de los israelitas justos se verificó, y de una
manera eminente, en Jesucristo. Y considerando las expresiones empleadas por el
autor sagrado y su cumplimiento, literal incluso en cuanto a algunas frases, pensamos
que el Espíritu Santo, por encima del sentido literal histórico que aquél quiso expresar,
incluyó en sus palabras un sentido más pleno y profundo que señalaba al Justo por
excelencia.
6. SALMO
Ante esta realidad, el salmo suplica la protección de Dios y confía en su ayuda.
Sal 53, 3-6. 8
R. El Señor es mi apoyo verdadero.
Dios mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha
mi súplica, presta atención a las palabras de mi boca. R.
Dios mío, sálvame por tu Nombre, porque gente soberbia se ha alzado contra mí,
hombres violentos atentan contra mi vida, sin tener presente a Dios. R.
Pero Dios es mi ayuda, el Señor es mi apoyo verdadero: Te ofreceré un sacrificio
voluntario, daré gracias a tu Nombre, porque es bueno. R.
Esta composición poética es esencialmente una lamentación individual en el sentido
clásico de otras análogas del Salterio. Puede dividirse en dos partes: a) súplica de
ayuda contra unos despiadados enemigos que le atacan insolentemente, poniendo en
peligro su vida (1-5); b) afirmación de fe y confianza; “El Seor es mi apoyo
verdadero”, que le ha de defender y vindicar sus derechos, con promesa de ofrecer
sacrificios de acción de gracias; “Te ofreceré un sacrificio voluntario, daré gracias a
tu Nombre, porque es bueno” .
7. SÚPLICA DE AYUDA CONTRA LOS ENEMIGOS
El nombre de Dios es la garantía de salvación para los justos atribulados, porque
simboliza al mismo Dios en sus atributos de justicia y fidelidad para con los suyos.
Según la mentalidad israelita, el propio Dios estaba ligado con unas promesas de
auxilio a los que cumplían sus mandamientos, y por eso la invocación de su nombre
era ya un anticipo de victoria; “Dios mío, sálvame por tu Nombre, defiéndeme con
tu poder” . El nombre, pues, de Dios era como el signo externo que sintetizaba su
misteriosa naturaleza.
El salmista, consciente de la realidad de las promesas divinas, pide que ponga a
disposición su poder para hacer brillar su justicia, pues se siente injustamente
perseguido; “gente soberbia se ha alzado contra mí, hombres violentos atentan
contra mi vida”. Los enemigos perseguidores del justo atribulado son calificados
como soberbios y violentos , sin escrúpulos religiosos, ya que no ponen a Dios ante
ellos. Ateos prácticos, prescinden de la realidad de la Providencia divina, que dirige el
curso de los acontecimientos y las vidas de los hombres, dando a cada uno lo
merecido por sus actos virtuosos o pecaminosos. Los hombres piadosos y justos en la
sociedad son siempre una minoría y tienen que sufrir de la insolencia de los
indiferentes e irreligiosos. El salmista simboliza en su persona esta clase de fieles a la
Ley, perseguidos por los impíos.
8. PROFESIÓN DE FE Y CONFIANZA EN DIOS
El poeta pasa de la súplica angustiosa y ardiente al estado de confianza en la
salvación, “Pero Dios es mi ayuda”, pues Dios está siempre para ayudar a los suyos
y no los abandona en los momentos críticos. El salmista declara enfáticamente que
Dios es el sostén de su vida; “el Seor es mi apoyo verdadero” , lo que da plena
seguridad de salir de la situación de opresión actual.
Como en otros salmos, el poeta termina prometiendo sacrificios de acción de gracias
por la milagrosa liberación; “Te ofreceré un sacrificio voluntario, daré gracias a tu
Nombre, porque es bueno”, al librarle de toda angustia y concederle poder
contemplar a sus enemigos vencidos y humillados.
9. SEGUNDA LECTURA
Santiago nos previene sobre la rivalidad, la discordia y el dejarnos llevar por las
pasiones. Santiago nos exhorta a no absolutizar el legítimo deseo de progreso
humano. Para él, el criterio de la verdadera sabiduría es la “buena conducta”, o sea,
una conducta que ponga en práctica el mandamiento del amor. La sabiduría recibida
de lo alto no es, en efecto, ninguna otra cosa que anudaren torno a sí una red larga y
variada de relaciones fraternales. Cuando esta sabiduría se desvanece, el orgullo del
hombre se desata y trae consigo el desorden, los conflictos y las guerras. Las
tensiones y las luchas compatibles con la búsqueda sincera de la paz, degeneran
entonces en oposiciones destructoras
Lectura de la carta de Santiago Sant 3, 16 - 4,3
Hermanos: Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase
de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y
además, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta
a hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra
pacíficamente para los que trabajan por la paz. ¿De dónde provienen las luchas y
las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que
combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo
que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se
hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben,
porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones.
Palabra de Dios.
10. INVITADOS A DESCUBRIR LAS RAÍCES DE LAS
DISCORDIAS Y DE LAS DIVISIONES
La fe auténtica se manifiesta en las obras, del mismo modo que la verdadera sabiduría
se reconoce por sus frutos, como ya nos ha enseñado Santiago; ¿Hay entre vosotros
quien tenga sabiduría o experiencia? Que muestre por su buena conducta las obras
hechas con la dulzura de la sabiduría. (Santiago 3,13 . En el fondo, el autor de esta
carta nos pone en guardia contra los falsos maestros, es decir, contra aquellos cuyas
palabras no edifican la comunidad en la concordia, sino que fomentan las divisiones
internas. Quien sólo se preocupa de sí mismo y se encierra de manera egoísta en la
búsqueda de su propia gratificación, se comporta de tal modo que crea desorden y
turbación en los otros; Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y
toda clase de maldad” . Por el contrario, quien acoge la sabiduría, don que Dios
concede a quien se lo pide; pero, comprendiendo que no podría poseer la Sabiduría si
Dios no me la daba (Sabiduría 8,21), vive de una manera límpida, sincera, recta.
La lista de adjetivos calificativos de la sabiduría que viene de lo alto” está
compuesto, probablemente, teniendo en cuenta la situación concreta de los
destinatarios de la carta y pone de relieve las virtudes que más necesitan. De esa lista
se desprenden los rasgos de una comunidad minada por las divisiones, los
personalismos, las rivalidades. Santiago la exhorta a compararse con el don de Dios y
con la urgencia de encarnarlo en un estilo de vida tolerante, propio de quien acoge a
los otros sin discriminaciones, preocupado no por aparentar, sino por ser. Ése es el
estilo de vida de quien construye la “paz”, que es el bien supremo, compendio de
cualquier otro; “Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que
trabajan por la paz” .
Los cristianos estamos invitados a descubrir de modo decidido las raíces de las
discordias y de las divisiones que lastiman la comunidad; “¿De dnde provienen las
luchas y las querellas que hay entre ustedes?” . Santiago los identifica con el deseo
desordenado de poseer, que engendra conflictos, primero en el mismo interior de la
persona; “¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos
miembros?” y, en consecuencia, después con los otros; “Ustedes ambicionan, y si
no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden,
combaten y se hacen la guerra” .
Un aspecto importante, el cual debemos meditar junto con esta lectura, es que la
verdadera sabiduría produce la paz. Es por tanto, un llamado a que nos dejemos que
esta paz se turbada. Esta alteración proviene de la codicia de bienes que no se
poseen y se desean ardientemente. Entonces nacen la envidia y los celos. Pero como
ni con esto se obtiene lo que se desea, surge entonces la irritación, el litigio, que
pueden llevar a actos de hostilidad “Donde hay rivalidad y discordia, hay también
desorden y toda clase de maldad”
11. LA FALTA DE LA VERDADERA ORACIÓN
El motivo de no obtener lo que se desea es la falta de la verdadera oración. No se
dirigen a Dios con las verdaderas disposiciones de la oración que suplica con
necesidad. Y no sólo esto, la falta de la verdadera oración provoca asimismo la ruptura
de la relación con Dios, en especial cuando la oración queda vaciada de sentido y
reducida a una apariencia hipócrita. Y es que no se puede orar a Dios con un corazón
alejado de él; “Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben,
porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones”.
Dios da a todos generosamente, el mismo Santiago nos lo ensea: “ Si alguno de
vosotros está a falta de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y
sin echarlo en cara, y se la dará”. (Santiago 1,5), a condición de que se lo
pidamos; “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá”. (Mateo 7,7).
Pero esta petición hay que hacerla con buena intención. Santiago dice a sus lectores
que piden los bienes codiciados con mala intención, no para sostener la fragilidad
humana, sino para satisfacer sus incontrolados placeres (San Beda). Muchos fieles no
cumplían el mandato del Seor: “Buscad ante todo el reino de Dios y su justicia”
(Mateo 6,33), sino que buscaban la abundancia para satisfacer sus pasiones. Los
bienes terrenos pueden ser objeto de oración. Nuestro Señor en el Padre nuestro nos
manda pedir el pan de cada día y demás bienes de la tierra necesarios para la vida,
pero en el supuesto de que no nos resulten nocivos ; “¿O hay acaso alguno entre
vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una
culebra? (Mateo 7, 9-10). Se pueden pedir bienes temporales en la oración con tal de
que se haga con recta intención, o sea para mejor cumplir la voluntad de Dios, pues,
como dice la 1 Jn, “si pedimos alguna cosa conforme con su voluntad, El nos oye.
12. EVANGELIO
Jesús anuncia su máximo acto de servicio: su propia entrega, y nos estimula a ser “el
último y servidor de todos”. El servidor es como el niño: él acepta depender de otro,
está disponible frente al futuro y no se halla encadenado por sistemas y teorías. En la
sociedad judía es también un despreciado. Y es necesario aceptar incluso el desprecio
para poder seguir al Maestro en su subida a Jerusalén. Esta es la segunda vez que el
Maestro anuncia a sus discípulos su muy próxima pasión y muerte y se dedica casi
exclusivamente, en adelante, a su última formación. Pero los Doce apenas
comprenden mejor que la multitud las condiciones para entrar en el Reino. Para
penetrar en él, el Señor Jesús deberá pasar por el sufrimiento y los suyos han de
hacerse servidores de todos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 9, 30-37
Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos y no quería que nadie lo
supiera, porque enseaba y les decía: “El Hijo del hombre va a ser entregado en
manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará”.
Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas. Llegaron a
Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa, les pregunt: “, De qué
hablaban en el camino?”. Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre
quién era el más grande. Entonces, sentándose, llam a los Doce y les dijo: “El
que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de
todos”. Después, tomando a un nio, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo,
les dijo: “El que recibe a uno de estos pequeos en mi Nombre, me recibe a mí y
el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a Aquél que me ha enviado”.
Palabra del Señor.
13. EL HIJO DEL HOMBRE VA A SER ENTREGADO EN MANOS
DE LOS HOMBRES
Jesús atravesaba la Galilea junto con sus discípulos, van camino de Jerusalén, y
quiere pasar inadvertido en su travesía por Galilea. El no quería que nadie lo
supiera, porque las cosas que les enseñaba a los apóstoles no eran fáciles de
comprender. Por segunda vez Jesús les habla a sus íntimos amigos de su muerte y
de su resurrección. Jesús, quiere dedicar este viaje con sus discípulos como jornada
de “retiro” y deseaba evitar manifestaciones tumultuosas de la gente.
El Evangelio que nos trae la Liturgia de hoy, nos invita a reflexionar sobre una
sentencia de Jesús referente al desenlace de su misión; “El Hijo del hombre va a
ser entregado en manos de los hombres; lo matarán”. Por la forma como está
redactado, “entregado en manos de los hombres”, es necesario profundizar lo
que sugiere el autor, en el sentido de que es Dios quien realiza la acción. La pasión
y la muerte de Jesús no son “padecidas” por Dios, que es incluso el protagonista: es
él quien, a través del recorrido doloroso de su Hijo, reconciliará consigo al mundo. El
signo eficaz de esto será la resurrección de Jesús: “tres días después de su
muerte, resucitará”.
14. “DE QUÉ HABLABAN EN EL CAMINO?”.
Pero, aunque les habla de esto, ellos no entendían estas cosas, y temían
preguntarle. En efecto, este aspecto, no es fácil aceptarlo de primeras, por esa razón
Marcos también lo destaca; los discípulos no comprendían esto y temían
hacerle preguntas”. La no comprensión de ellos se explica porque no sabían
compaginar a Jesús Mesías doliente con un Mesías triunfante y victorioso en
conquistas, conforme estaba en el medio ambiente. Buena prueba histórica de la
necesidad de reiterarles esta predicción. Pero ¿por qué temían preguntarle? Ellos
saben que las predicciones del Maestro se cumplen, y tienen un presentimiento de
aquel programa sombrío — sobre El y sobre ellos — y evitan el insistir sobre él.
“Llegaron a Cafarnaúm y, una vez que estuvieron en la casa” , probablemente en
casa de Pedro, Jesús les pregunta sobre las discusiones que los apóstoles traían entre sí
en el camino, así es como les dice; “, De qué hablaban en el camino?”. A su
pregunta; “Ellos callaban” . Pues hablaban sobre quién sería el mayor en los puestos
del reino, es decir; “habían estado discutiendo sobre quién era el más grande” Era
un tema de ambición, acaso por exigencia familiar, tan del estilo oriental (cf. Mc
10:35-45).
Es la mudez de los que se sienten culpables de ambición, es la típica competencia
por el prestigio y por ejercer alguna autoridad sobre los demás, es el deseo de
sentirse más grande que otros, toda una diferencia con Jesús, porque mientras él se
preocupaba de ser el Mesías –Siervo, sus discípulos especulan en quién pudiera ser
el más grande. ¡Jesús trata de descender, ellos de ascender!
15. EL QUE QUIERE SER EL PRIMERO DEBE HACERSE EL
ÚLTIMO
Jesús, sabe lo difícil que es comprender esto, por eso, Marcos también destaca la
distancia que hay entre su palabra y la mentalidad de sus amigos con otras dos
sentencias; “El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el
servidor de todos”, en este primer dicho, afirma que la jerarquía entre los
discípulos está estructurada siguiendo el criterio del servicio y del ponerse en el
último lugar. En esto se fundamenta la verdadera grandeza.
Los discípulos buscaban ser los primeros, entonces Jesús les enseña una nueva
norma de valoración y, esta es para nosotros hoy , la Iglesia, es servidora del
mundo, no es al contrario, es decir, el mundo no esta para servir a la Iglesia, pero si
la Iglesia para el mundo. La iglesia esta para servir al mundo con un nuevo sentido
de la vida, al la Iglesia le interesa un mundo mejor, un mundo donde exista y reine la
justicia, la paz, un mundo de hombres buenos, un mundo de verdad y de amor. Por
eso la Iglesia esta interesada en servir y no en ser servida.
La iglesia somos todos, somos nosotros mismos, y debemos actuar como nos ha
pedido Jesús, ser auténticos servidores, útiles a los demás, interesarnos por
nuestros hermanos, no es fácil, pero eso es lo que nos instruy con su ejemplo: “ el
Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir” (Mateo 20,28).
Esta enseñanza del evangelio de hoy, nos abre la oportunidad para cumplir nuestra
misión de servicio a nuestros hermanos. Ser primeros en el Reino de los Cielos, es
servir, es inclinarse ante algo tan pequeño como un niño, es ver al Señor en todos y
en ellos servirlo.
16. UN CORAZÓN LIBRE DE AMBICIÓN
El segundo dicho une la acogida a Jesús y al Padre que le envía. Para mostrar que
esto es significativo, lo explica “tomando a un nio, (lo puso en medio de ellos) y,
abrazándolo”, les dijo; “El que recibe a uno de estos pequeos en mi Nombre,
me recibe a mí” El niño, cuya escasa consideración positiva en el mundo antiguo
resulta muy conocida, es imagen de todos los que no son considerados dignos de
atención y de estima; sin embargo, son precisamente ellos quienes reciben el don
del amor de Jesús. “Por lo tanto, el que se haga pequeo como este nio, será el
más grande en el Reino de los Cielos”. (Mt18, 4).
¿Por qué recibir los pequeños en nombre de Jesús?, ¿Porque ser como un niño y
hacerse pequeño? El niño es un ser débil y humilde, que no posee nada, no tiene
ambición, no conoce la envidia, no busca puesto privilegiados, no tiene nada que
decir en la codicia de los adultos, el niño tiene conocimiento de su pequeñez y su
debilidad. Es así como nos hace saber Jesús, que el más humilde será el más
grande ante el Padre. “Bendita las almas de nios”, porque sus corazones están
libres de ambición.
El niño al igual que el pobre recibe con alegría lo que se le entrega cuando su
necesidad depende de los demás. Ese es el sentido de ese “hacerse como los
nios”, hacerse humilde y sencillo de corazn, empequeecido en la sociedad
respecto a los puestos de jerarquía, esa es condición de Jesús para seguirlo,
cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo
mío. (Lucas (SBJ) 14,33)
17. EL QUE ME RECIBE, NO ES A MÍ AL QUE RECIBE, SINO A
AQUÉL QUE ME HA ENVIADO.
La grandeza a la que ha de aspirarse es a hacer las cosas por Dios. “y el que me
recibe, no es a mí al que recibe, sino a Aquél que me ha enviado”.
También el evangelio hoy nos llama a conocer a Jesús desde una dimensión más
interior y con disposición de recibir aquel que le ha enviado. Porque conocer a Jesús,
es conocer al Padre, amar a Jesús es amar al Padre, Servir a Jesús es servir al
Padre. Jesús dijo: Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino
el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera dar a conocer. (Mateo, 11-27)
Un camino seguro de encuentro con Nuestros Señor Jesucristo, y en El encontrarse
con quien lo ha enviado, es siempre el de la humildad. “El Seor es muy amigo de
humildad” (Santa Teresa de Jesús, M epílogo).
Ciertamente, si Dios valoriza enormemente la humildad, es porque es algo bueno, y
no significa ser humilde no tener auto estima, o no tener ideas de superación, o no
amarse a si mismo. Al contrario, la humildad da mucha fuerza, en especial porque
ella abre las puertas que Dios nos tiene para vivir en el Reino. “ Soy manso y humilde
de corazn”, (Mateo 11, 29) nos ha dicho el Señor.
“Saca todo afuera para que te rellenes de humildad”, me aconsejo en una ocasin
mi papa siendo yo muy joven y pasando instantes de soberbia. ¿Y que se debe
echar afuera?, la idea de que uno es mártir de las circunstancias, tener demasiados
sentimientos de culpas, vivir buscando las simpatías de los demás, andar
pretendiendo ser líder de todo, querer estar en todo para que otros piensen de ti
como un gran colaborador. “Hay una especie de soberbia en querer nosotros subir
más alto, pues demasiado hace Dios permitiendo que nos acerquemos a él, siendo
lo que somos” (Santa Teresa de Jesús, V 12, 4; CN 2).
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
XXV Domingo Ciclo B
El Señor les Bendiga, Cristo Jesús, viva en nuestros corazones
Publicado en este link: PALABRA DE DIOS
Fuentes Bibliográficas: Biblia Nácar Colunga y Biblia de Jerusalén
Algunos conceptos están tomados de los comentarios a los Evangelios por Manuel de Tuya, O. P.
Comentarios a las Epístolas Paulinas, por Lorenzo Turrado.
Biblia Comentada, Adaptación Pedagógica: Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teol.
Lectura de la Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier Giordano Cabra (Eds.)
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
www.caminando-con-jesus.org
caminandoconjesus@vtr.net