Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 25, Martes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Diversas sentencias * Guíame, Señor, por la senda de tus
mandatos * Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de
Dios y la ponen por obra
Textos para este día:
Proverbios 21, 1-6. 10-13:
El corazón del rey es una acequia en manos de Dios, la dirige adonde quiere.
Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los
corazones.
Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios.
Ojos altivos, mente ambiciosa, el pecado es el distintivo de los malvados.
Los planes del diligente traen ganancia, los del atolondrado traen indigencia.
Tesoros ganados por boca embustera son humo que se disipa y lazos mortales.
Afán del malvado es buscar el mal, no mira con piedad a su prójimo.
Cuando el cínico la paga, aprende el inexperto, pero el sensato aprende con la
experiencia.
El honrado observa cómo la casa del malvado precipita al malvado en la ruina.
Quien cierra los oídos al clamor del necesitado no será escuchado cuando grite.
Salmo 118:
Dichoso el que, con vida intachable, / camina en la voluntad del Señor. R.
Instrúyeme en el camino de tus decretos, / y meditaré tus maravillas. R.
Escogí el camino verdadero, / deseé tus mandamientos. R.
Enséñame a cumplir tu voluntad / y a guardarla de todo corazón. R.
Guíame por la senda de tus mandatos, / porque ella es mi gozo. R.
Cumpliré sin cesar tu voluntad, / por siempre jamás. R
Lucas 8, 19-21:
En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el
gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces lo avisaron: "Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte." Él
les contestó: "Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de
Dios y la ponen por obra."
Homilía
Temas de las lecturas: Diversas sentencias * Guíame, Señor, por la senda de tus
mandatos * Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de
Dios y la ponen por obra
1. Aprendiendo con refranes
1.1 Se les ha llamado "píldoras de sabiduría" y existen en la mayor parte, si no
todas, las culturas que conocemos. Son los proverbios, refranes, dichos, que
condensan en el breve espacio de una frase lo que ha sucedido a muchas personas
en muy diversas circunstancias. Aunque no todos los aforismos son igualmente
elocuentes, estaremos de acuerdo en que algunos son genuinas obras de arte.
1.2 También la Biblia tiene su libro de Proverbios, y aparte de él, cuenta con
algunas otras colecciones de sentencias o máximas que versan sobre los más
diversos temas, como es frecuente con esta clase de literatura. Algunos
recomiendan prudencia, otros la sobriedad, o el saber escoger las amistades, o
acercarse a la piedad. Muchos enfatizan las pésimas consecuencias de seguir los
caminos del pecado y muchos más ponderan la dulzura y la alegría que vienen de
seguir la voluntad de Dios.
1.3 Una cosa sí debe quedar clara: los proverbios y refranes de la Biblia no tienen
un propósito distinto que el resto de las páginas de la Sagrada Escritura, a saber,
acercar nuestra vida, en este caso, nuestra vida bien concreta, a la luz, la belleza y
la bondad de Aquel que es nuestro creador y nuestro destino.
2. No estaban afuera, estaban adentro
2.1 Mi madre y mis hermanos no están "afuera", dice Cristo, están "adentro". No
salen de mí cuando se alejan ni vuelven cuando se acercan.
2.2 Mi madre y mis hermanos quieren VERME, dice Cristo, pero yo quiero que me
OIGAN, que oigan mi palabra. Todos quieren ver, pero es más importante oír,
porque el oído va conectado a la obediencia, y la obediencia a la transformación de
la propia vida.
2.3 Mi madre, dice Cristo, está allí donde mi palabra se cree; mis hermanos están
allí donde se hace caso a mi evangelio. No falta María en donde se predica bien; no
falta la Iglesia donde resuena la gracia.
Fr. Nelson Medina, O.P.