Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 25, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Todas las tareas bajo el sol tienen su sazón * Bendito el
Señor, mi Roca. * Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer
mucho
Textos para este día:
Eclesiastés 3, 1-11:
Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo
de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de
sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír;
tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de
recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar,
tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar,
tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de
odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas?
Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo
hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el
hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.
Salmo 143 :
Bendito el Señor, mi Roca, / mi bienhechor, mi alcázar, / baluarte donde me pongo
a salvo, / mi escudo y mi refugio. R.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?; / ¿qué los hijos de Adán para
que pienses en ellos? / El hombre es igual que un soplo; / sus días, una sombra
que pasa. R.
Lucas 9, 18-22:
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les
preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos que Juan el
Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos
profetas". El les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Pedro tomó la
palabra y dijo: "El Mesías de Dios". El les prohibió terminantemente decírselo a
nadie. Y añadió: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por
los ancianos, sumos sacerdotes y letrados, ser ejecutado y resucitar el tercer día".
Homilía
Temas de las lecturas: Todas las tareas bajo el sol tienen su sazón * Bendito el
Señor, mi Roca. * Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer
mucho
1. Tiempo para Cada Cosa
1.1 El texto del Eclesiastés, en la primera lectura de hoy, es quizás el más conocido
de este libro de la Biblia: hay tiempo para cada cosa. Sin embargo, no es tan
sencillo saber qué enseñanza se esconde detrás de la enumeración de los distintos
tiempos: llorar, reír, danzar, gemir... ¿qué significa que la vida sea eso, esa
composición de momentos diversos, que además parecen repetirse?
1.2 Si nos ceñimos al texto de hoy, parecen claras dos cosas: una cierta sensación
de desconsuelo que está reflejada en la pregunta del autor: "¿Qué provecho saca
de su trabajo el que se esfuerza?" Si los tiempos se repiten, y todo llego y todo
pasa, ¿qué sentido tiene esforzarse?
1.3 De un modo más positivo, este crítico de la existencia humana llega a otra
conclusión: la variedad de tiempos y circunstancias abre un universo de
posibilidades que no podemos abarcar. Nuestra vida particular o personal no es
toda la vida posible. Esto puede causar desasosiego o abrirnos a una tremenda
admiración sobre la existencia y sobre lo que significa vivir.
1.4 Además, este predicador fue más allá: los tiempos, todos esos tiempos de los
que hablamos, no dependen finalmente de una rueda anónima o de un destino
fatal, como pretendería el hinduismo con su "sámsara" o el antiguo paganismo
griego con su "moira." El tiempo, o mejor, los tiempos, vienen de Dios. Él es el
Señor de la Historia.
2. ¿Quién es él?
2.1 La pregunta de Cristo en el evangelio de hoy nos hace recordar el apremiante
llamado del Papa Juan Pablo II en su mensaje "Urbi et Orbi" del 25 de diciembre de
1996.
2.2 "Me dirijo, por lo tanto, a todas las varias comunidades. A los pueblos, a las
naciones, a los regímenes, a los sistemas políticos, económicos, sociales y
culturales para decirles:
2.3 "Aceptad la gran verdad acerca del hombre; aceptad esta dimensión del
hombre, que se ha manifestado a todos; aceptad el misterio en que vive cada uno
de los hombres desde que Cristo ha nacido.
2.4 "¡Respetad este misterio! ¡Permitid a este misterio que actúe en cada uno de
los hombres! Permitidle desarrollarse en las condiciones externas de su ser terreno.
2.5 "Jesús, el Mesías, Príncipe de la Paz. En este misterio se halla la fuerza de la
humanidad. La fuerza que irradia sobre todo lo que es humano. No hagáis difícil
esta irradiación. No la destruyáis. Todo lo que es humano, crece a partir de esta
fuerza; sin ella se marchita; sin ella va a la ruina Por esto os doy las gracias a todos
vosotros--familias, naciones, estados, organizaciones internacionales, sistemas
políticos, económicos, sociales y culturales--por todo lo que hacéis, a fin de que la
vida de los hombres sea en sus diversos aspectos cada vez mas humana, es decir,
cada vez mas digna del hombre Deseo de corazón y os suplico que no os canséis en
este esfuerzo, en este empeño."
Fr. Nelson Medina, O.P.