Un Dios compasivo
El concepto de Dios en la Biblia evoluciona según las distintas etapas de la historia de
salvación. La apropiación de Dios en el pueblo de Israel lucha entre los diferentes
dioses de los vecinos y el Dios celoso del Antiguo Testamento, el Dios de los profetas,
hasta la aproximación última del Dios de Jesucristo: El ABBA.
La carta a los Hebreos inaugura un concepto que sintetiza la praxis de Jesús, su
cercanía, su opción y la consagración por el Espíritu: La compasión. Es la actitud propia
del Dios de la Biblia expresada en diferentes formas que van desde la liberación del
pueblo hasta tender mesa y dar pan a las multitudes hambrientas. Todo el ser de Jesús y
su hacer se sintetizan en la compasión.
En el proceso de formación que Jesús va implementado con sus discípulos descarta toda
ínfula de poder y reivindica la dignidad del ser humano en la extensión más amplia de la
palabra. Todo/a discípulo/a debe tener bien claro que en el Reino no hay que pelearse
por puestos, sino ocupar el último lugar, allí donde se hace vida el servicio de la
compasión, o sea la dignificación de los más empobrecidos.
El canto de Isaías nos abre ojos y corazón a la visión del Siervo doliente que asume todo
nuestro sufrimiento y que es capaz de sentir con nosotros/as toda nuestra carga humana
de dolor, no para que la quejumbre se vuelva elegía, sino para transformar nuestro
destino y, en visión pascual, darle ritmo, fuerza, energía a nuestra caminada abriéndonos
al horizonte de la esperanza.
Cochabamba 21.09.12
jesús e. osorno g. mxy
jesus.osornog@gmail.com