EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Miércoles de la vigésima sexta semana del tiempo ordinario
Libro de Job 9,1-12.14-16.
Job respondió, diciendo:
Sí, yo sé muy bien que es así: ¿cómo un mortal podría tener razón contra Dios?
Si alguien quisiera disputar con él, no podría responderle ni una vez entre mil.
Su corazón es sabio, su fuerza invencible: ¿quién le hizo frente y se puso a salvo?
El arranca las montañas sin que ellas lo sepan y las da vuelta con su furor.
El remueve la tierra de su sitio y se estremecen sus columnas.
El manda al sol que deje de brillar y pone un sello sobre las estrellas.
El solo extiende los cielos y camina sobre las crestas del mar.
El crea la Osa Mayor y el Orión, las Pléyades y las Constelaciones del sur.
El hace cosas grandes e inescrutables, maravillas que no se pueden enumerar.
El pasa junto a mí, y yo no lo veo; sigue de largo, y no lo percibo.
Si arrebata una presa, ¿quién se lo impedirá o quién le preguntará qué es lo que
hace?
¡Cuánto menos podría replicarle yo y aducir mis argumentos frente a él!
Aún teniendo razón, no podría responder y debería implorar al que me acusa.
Aunque lo llamara y él me respondiera, no creo que llegue a escucharme.
Salmo 88(87),10bc-11.12-13.14-15.
Y mis ojos se debilitan por la aflicción.
Yo te invoco, Señor, todo el día,
con las manos tendidas hacia ti.
¿Acaso haces prodigios por los muertos,
o se alzan los difuntos para darte gracias?
¿Se proclama tu amor en el sepulcro,
o tu fidelidad en el reino de la muerte?
¿Se anuncian tus maravillas en las tinieblas,
o tu justicia en la tierra del olvido?
Yo invoco tu ayuda, Señor,
desde temprano te llega mi plegaria:
¿Por qué me rechazas, Señor?
¿Por qué me ocultas tu rostro?
Evangelio según San Lucas 9,57-62.
Mientras iban caminando, alguien le dijo a Jesús: "¡Te seguiré adonde vayas!".
Jesús le respondió: "Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos,
pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza".
Y dijo a otro: "Sígueme". El respondió: "Permíteme que vaya primero a enterrar a
mi padre".
Pero Jesús le respondió: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve a
anunciar el Reino de Dios".
Otro le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos".
Jesús le respondió: "El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no
sirve para el Reino de Dios".
Comentario del Evangelio por:
San Francisco Javier (1506-1552), misionero jesuíta
Carta
«Te seguiré adonde vayas»: un gran misionero ante los peligros
En esta misión existen peligros más grandes que el veneno y que la muerte
violenta... En primer lugar la pérdida de la esperanza y de la confianza en Dios,
siendo así que es por su amor y servicio que queremos dar a conocer su Ley, y a
Jesucristo, su Hijo, nuestro Redentor y Señor, como muy buen sabe. Puesto que es
por su gran misericordia que nos ha comunicado estos deseos, y viendo los peligros
que nos pueden llegar por su servicio, es un peligro incomparablemente superior a
los males que nos pueden causar todos los enemigos de Dios, el que ahora nos
falte la confianza en su misericordia y su poder. Si es importante para su más
grande servicio, Dios nos guardará de todos los peligros de esta vida, y sin su
permiso y su autorización, los demonios y sus ministros ningún mal nos pueden
hacer. Por eso nuestra seguridad reside en la palabra del Señor: «El que ame su
vida, según este mundo, la perderá, y el que la pierda por Dios, la encontrará» (Jn
12,25). Y en esta otra semejante : «El que mete la mano en el arado y mira hacia
atrás, no es apto para el Reino de Dios».
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”