EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 10,38-42.
Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba
Marta lo recibió en su casa.
Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su
Palabra.
Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús:
"Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que
me ayude".
Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas
cosas,
y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la
mejor parte, que no le será quitada".
Comentario del Evangelio por:
San Odón de Canterbury (?-1200), monje benedictino
Sermón para la solemnidad de la Asunción.
Marta y María unidas
En el Evangelio, se describe a Jesús como siendo acogido por dos hermanas,
de las cuales una le servía, y la otra se entregaba a la escucha de su palabra. Esto
se aplica también a la bienaventurada Virgen María.
En estas dos mujeres de quienes habla la Escritura, es corriente ver el símbolo de
dos estilos de vida en la Iglesia: Marta representaba la vida activa, y María la vida
contemplativa. Marta trabajaba en obras de misericordia; María reposaba
contemplando. El activo se entrega al amor al prójimo, el contemplativo al amor de
Dios. Por tanto, Cristo es Dios y hombre. Y ha sido rodeado del amor único de la
bienaventurada Virgen María, cuando servía a la vez a su humanidad y cuando
estaba atenta a la contemplación de su divinidad...
Otros sirven a los miembros del cuerpo del Cristo; la Virgen María servía a
Cristo en persona... y no sólo por acciones exteriores, sino por su propia sustancia:
le ofreció la hospitalidad de su seno. En su infancia, ayudó a la debilidad de su
humanidad, acariciándolo, bañándolo, curándolo; se lo llevó y regresó de Egipto
para evitar la persecución de Herodes; y después de múltiples servicios, se
mantuvo a su lado mientras moría en la cruz, y asistió a su amortajamiento... ¿No
fue así como se comportó Marta, y por tanto la igualó en el servicio?
En la contemplación también, en la parte de María, es superior a todos. ¡En
verdad, qué contemplativa no debía ser, la que había llevado en su seno a la misma
divinidad, unida en su carne a la persona del Hijo de Dios! Por tanto, lo escuchó,
conversó con él, gozó de él, lo contempló. "En el Cristo están escondidos todos los
tesoros de la sabiduría y del conocimiento " (Col. 2,3)... Así fue María
contemplativa, ella que, en el Hijo único de Dios al que había engendrado de su
carne, contemplaba la gloria de toda la Trinidad.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”