¡PILARES PARA EL AÑO DE LA FE!
Padre Javier Leoz
El Papa Benedicto XVI, queriendo colocar en manos de María los frutos pastorales
del Año de la Fe, peregrinaba al Santuario de la Virgen de Loreto en Italia el pasado
jueves 4 de octubre. Dos acontecimientos dejaba a los pies de la Virgen el Papa: la
Apertura del Año de la Fe que tuvo lugar ayer 11 de octubre en Roma y el próximo
Sínodo de Obispos sobre la Nueva Evangelización.
1.- En este recién estrenado Año de la Fe celebramos la festividad de la Virgen del
Pilar. Lo hacemos movidos, no solamente por la tradición, sino por un gran reto:
necesitamos y urge ubicar pilares a una sociedad en claro retroceso espiritual. Para
ello qué mejor garante que una mujer, María, cuyo testimonio sigue siendo válido
para llevar adelante el anuncio del Evangelio. La presencia de María (no hay más
que mirar un poco a la historia reciente o pretérita) ha estado unida a los albores
de la primera evangelización en nuestra tierra. Resulta difícil disociar su figura del
cometido de todo evangelizador: con María hacia Jesús y a Jesús por María. Pero
hoy, la fe, necesita un empujón. O dicho de otra manera: la fe necesita un
homenaje, recordar que está ahí… presente en millones y millones de mujeres y
hombres de nuestro tiempo.
2. Así lo sintió y vivió Santiago Apóstol. Sus dificultades no pensemos que eran
diferentes a las de ahora. También se encontró con corazones obstinados y oídos
cerrados a todo anuncio. Pero, en María, tuvo su principal sustento, consuelo y
esperanza.
El Año de la Fe, con la Virgen del Pilar al fondo, nos marca perfectamente unas
líneas de acción para estos próximos meses:
-Redescubrir el contenido de una fe que, puede que lo celebremos, pero puede que
no lo conozcamos lo suficientemente.
-Comprometernos, como lo hizo María, en lo que llamamos Nueva Evangelización.
Sólo podrá llevarse a acabo si, primero nosotros, creemos, confesamos y
transmitimos con alegría nuestra adhesión a Cristo.
-Consolidar y purificar, sin miedo alguno, los contenidos de la fe. Una fe que se
relativiza, que es despojada de sus elementos más esenciales puede ser algo
totalmente subjetivo, a la carta e, incluso, mediatizada por un sincretismo fácil o
absurdo.
3.-María Virgen fue importante precisamente por ello: profesó un fiel amor a Dios
(creyó), no la separó de toda su existencia (lo celebró), la llevó a su propia vida (lo
asintió moralmente) y la tradujo en contemplación y meditación (lo rezó).
El Año de la Fe, de la mano de la Virgen del Pilar, nos puede ayudar a cultivar,
renovar, recordar y motivar estos cuatro elementos: credo, celebración, moral y
oración. En nuestro tiempo, en el que los contenidos objetivos de la fe cristiana son
muchas veces devaluados, sometidos a crítica destructiva…ha llegado el momento
de apuntar el zoom sobre la fe en toda su riqueza de doctrina, fruto de veinte siglos
de reflexión y de vida.
El papa Benedicto XVI, hace el elogio de la fe en una hermosa y significativa página
del Motu proprio Porta Fidei, un elogio que pone de manifiesto el poder de la fe
primero la Virgen María, los apóstoles, discípulos, mártires, hombres y mujeres a lo
largo de la historia han dado su vida para acercar a todos a Cristo.
4.- Los últimos somos los cristianos de hoy: "nosotros". Las palabras del Papa son a
la vez constatación, exhortación, estímulo, proyección del futuro; "también
nosotros vivimos por la fe: para el reconocimiento vivo del Señor Jesús, presente
en nuestras vidas y en la historia", que la fe sea "compañera de vida", "compromiso
a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo".
Año de la Fe. Pongamos todos y cada uno de sus pilares en la familia, en la
educación, en la política, en la económica, en la vida y en la muerte, en el deporte
y en el descanso, en nuestros proyectos e ilusiones.
Que Santa María, la Virgen del Pilar, nos indique el camino a seguir. Así sea en este
Año de la Fe.
5.- A TI ME ARRIMO, VIRGEN DEL PILAR
Para que, en este Año de la Fe,
me ayudes a conocer, amar y sentir mucho más
el contenido rico y verdadero de los caminos de tu Hijo
Porque, en este Año de la Fe,
quiero que me animes a descubrir lo que doy por cierto
pero, tal vez, no me he asomado a mirarlo.
Para que, en este Año de la Fe,
la oración sea oxígeno
para el pulmón de mi esperanza
paz en mis horas de desasosiego
fortaleza en los instantes de cruz y prueba.
A TI ME ARRIMO, VIRGEN DEL PILAR
Porque, mis seguridades, son tibias y débiles
e incapaces de resistir la invasión del maligno
Porque, mis dioses, son muchos y pretenciosos
pequeños pero grandes a la vez
insignificantes pero convirtiéndome en su vasallo
elocuentes pero engañosos en cuanto me ofrecen
A TI ME ARRIMO, VIRGEN DEL PILAR
Porque mi fidelidad a Dios no es limpia ni sincera
y, porque esa fidelidad, quisiera fuera reflejada
en el espejo de tu amor y de tu entrega sin fisuras.
Porque, mi obediencia, la ofrezco a pequeños sorbos
y, muchas veces, en vasos a mi gusto y complacencia
Porque, mi oración, es quebrada por mil distracciones
interesada, pobre y poco confiada.
A TI ME ARRIMO, VIRGEN DEL PILAR
Buscando luz para interrogantes sin respuestas
Firmeza en un suelo que se resquebraja por mil circunstancias
Aliento para un mundo que peregrina sin horizonte
Esperanza para tantas almas que desean ser buenas
Ilusión para los que, hoy como ayer,
queremos llevar la Palabra de Cristo
a tantos micrófonos que buscan mensajes con sabor a cielo
A TI ME ARRIMO, VIRGEN DEL PILAR
Porque, hoy más que nunca,
sé que estás muy cerca de Aquel en el que yo creo
y desde la eternidad me acompaña
Amén.