Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 27, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Los que viven según la fe serán bendecidos, junto con
Abrahán, que le creyó a Dios * El Señor recuerda siempre su alianza. * Si yo
expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que el Reino de Dios ha
llegado a ustedes
Textos para este día:
Gálatas 3, 7-14:
Hermanos:
Comprended de una vez que hijos de Abrahán son los hombres de fe.
Además, la Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, le
adelantó a Abrahán la buena noticia:
«Por ti serán benditas todas las naciones.»
As! que son los hombres de fe los que reciben la bendición con Abrahán, el fiel.
En cambio, los que se apoyan en la observancia de la ley tienen encima una
maldición, porque dice la Escritura:
«Maldito el que no cumple todo lo escrito en el libro de la ley.»
Que en base a la ley nadie se justifica ante Dios es evidente, porque lo que está
dicho es que «el justo vivirá por su fe», y la ley no arranca de la fe, sino que «el
que la cumple vivirá por ella.»
Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros un maldito,
porque dice la Escritura:
«Maldito todo el que cuelga de un árbol.»
Esto sucedió para que, por medio de Jesucristo, la bendición de Abrahán alcanzase
a los gentiles, y por la fe recibiéramos el Espíritu prometido.
Salmo 110:
Doy gracias al Señor de todo corazón, / en compañía de los rectos, en la asamblea.
/ Grandes son las obras del Señor, / dignas de estudio para los que las aman. R.
Esplendor y belleza son su obra, / su generosidad dura por siempre; / ha hecho
maravillas memorables, / el Señor es piadoso y clemente. R.
Él da alimento a sus fieles, / recordando siempre su alianza; / mostró a su pueblo
la fuerza de su obrar, / dándoles la heredad de los gentiles. R.
Lucas 11, 15-26:
En aquel tiempo, habiendo echado Jesús un demonio, algunos de entre la multitud
dijeron:
-«Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.»
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus
pensamientos, les dijo:
-«Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también
Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo
echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder
de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos
serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces
es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están
seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se
fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por el desierto,
buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice:
"Volveré a la casa de donde salí."
Al volver, se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí.
Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio.»
Homilía
Temas de las lecturas: Los que viven según la fe serán bendecidos, junto con
Abrahán, que le creyó a Dios * El Señor recuerda siempre su alianza. * Si yo
expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que el Reino de Dios ha
llegado a ustedes
1. Vivir de fe
1.1 El tono de la primera lectura es fuerte. Pablo, casi más que enseñar, parece
estar dando consignas y criterios de acción. La situación, como hemos comentado
en otros lugares, no era para menos. Los gálatas, confundidos por la llegada de
algunos predicadores posteriores a la evangelización que había hecho Pablo,
empieza a creer que su fe estaba incompleta si no empezaban a obedecer la Ley de
Moisés. El apóstol escribe con líneas de fuego porque le arde el corazón de pensar
que el mensaje central de su enseñanza está por perderse.
1.2 Y tomando el tema por su raíz misma, se remonta hasta Abrahán. Si todo el
orgullo de los predicadores que le hacen la competencia a Pablo es lograr que los
gálatas se circunciden para que así empiecen a ser "hijos de Abrahán," pues
entonces examinemos qué es ser hijo de Abrahán. Nacer de Abrahán es tener la
vida que él tuvo, pues un hijo recibe vida de su padre. Y lo que le dio vida a
Abrahán, lo único que lo salvó de la esterilidad y con ello de una vida absurda, fue
la fe. Tener la vida de Abrahán es vivir de fe como vivió Abrahán.
2. El Espíritu Santo es más fuerte
2.1 Pasemos al evangelio de hoy. Un mensaje debe quedar claro: estamos en
batalla. Batalla espiritual. Y en esa batalla hay un ganador: Cristo Jesús, con el
poder del Espíritu Santo.
2.2 Cristo es el lugar de la victoria de Dios. El enemigo es fuerte y puede hacer
mucho daño. Pero Cristo es más fuerte y puede hacer mucho bien. Mayor es su
bien que el mal que puede infligirnos el enemigo.
2.3 Por otro lado: no reconocer el bien que nos llega en Cristo es potencialmente
peligroso. Puede llevarnos a perder la salvación después de que ya era nuestra. Es
en este contexto en donde podemos comprender la gravedad en que incurre el que
se acerca a Dios pero con un corazón dividido. Su suerte queda bien descrita en la
imagen impresionante del que arregló su casa sólo para que fuera más
confortablemente destruida.
2.4 Dos cosas entonces hemos de pedir a Dios: confianza en su poder y resolución
en nuestro camino de conversión hacia él.
Fr. Nelson Medina, O.P.