Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 28, Lunes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre *
Bendito sea el nombre del Señor por siempre. * A la gente de este tiempo no se le
dará otra señal que la del profeta Jonás
Textos para este día:
Gálatas 4, 22-25b. 26-27.31; 5,1:
Hermanos:
En la Escritura se cuenta que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la
libre; el hijo de la esclava nació de modo natural, y el de la libre por una promesa
de Dios.
Esto tiene un significado:
Las dos mujeres representan dos alianzas.
Agar, la que engendra hijos para la esclavitud, significa la alianza del Sinaí.
La Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre, como dice la Escritura:
«Alégrate, estéril, que no das a luz, rompe a gritar, tú que no conocías los dolores
de parto, porque la abandonada tiene más hijos que la que vive con el marido.»
Resumiendo, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre.
Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado.
Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud.
Salmo 112:
Alabad, siervos del Señor, / alabad el nombre del Señor. / Bendito sea el nombre
del Señor, / ahora y por siempre. R.
De la salida del sol hasta su ocaso, / alabado sea el nombre del Señor. / El Señor se
eleva sobre todos los pueblos, / su gloria sobre los cielos. R.
¿Quién como el Señor, Dios nuestro, / que se eleva en su trono / y se abaja para
mirar / al cielo y a la tierra? / Levanta del polvo al desvalido, / alza de la basura al
pobre. R
Lucas 11, 29-32:
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
-«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará
más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de
Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se
levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra
para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que
los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay
uno que es más que Jonás.»
Homilía
Temas de las lecturas: No somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre
* Bendito sea el nombre del Señor por siempre. * A la gente de este tiempo
no se le dará otra señal que la del profeta Jonás
1. No Somos Hijos de la Esclava
1.1 Pablo ve un peligro real en que los gálatas piensen que serán mejores cristianos
si aceptan y obedecen la Ley de Moisés con todas sus prescripciones. Para él es casi
tan riesgoso devolverse a la Ley como lo sería devolverse al pecado. El que pone su
confianza en la Ley, es decir, el que cree que será salvo por obdedecer la Ley está
negando que necesita la gracia y en la práctica está rechazando la gracia que viene
de Cristo.
1.2 No es que la Ley sea mala: es un avance formidable si la contrastamos con una
vida sin conciencia del bien y del mal. Pero esa conciencia es todo lo que da la Ley
y precisamente eso la hace tan peligrosa: la sola conciencia sobre lo malo, sin la
voluntad eficaz para vencerlo termina conduciendo a algo espantoso: el cinismo. O
algo incluso peor: el pecado a sabiendas. Por eso hay que liberarse de ese
pensamiento de que la sola Ley salva, porque ahí se esconde una trampa, es decir,
una cadena.
1.3 Y nosotros fuimos liberados precisamente para no estar bajo cadenas. La
libertad de la gracia no es libertinaje sino la alegría de saber que lo que pedía la Ley
sin dar las fuerzas para realizarlo ahora es posible y con creces en razón de la
fuerza increíble del amor de Dios manifiesto en Cristo Jesús por quien han llegado a
nosotros todos los tesoros de vida y salvación.
2. Grandeza y misterio de Jesús
2.1 Jesús puede parecer pequeño porque es humilde; y débil, porque no es
agresivo; y pobre, porque no es ostentoso. Pero Jesús es grande, en realidad, y
más grande que los grandes del Antiguo Testamento. Así lo testifica él mismo, para
nuestro bien, en el evangelio de hoy.
2.2 De esta escena opaca podemos aprender cosas luminosas, sin embargo. Ante
todo, que el misterio de Cristo y la grandeza de su mensaje no son "obvios". Uno
puede estar cerca del Redentor sin descubrirlo, y en un caso extremo, uno puede
desfallecer sin darse cuenta del brazo fuerte del Salvador, que está ahí junto a
nosotros.
2.3 También aprendemos de aquí a no ser excesivamente duros con los demás,
especialmente si no comparten nuestra fe o nuestro fervor o nuestro apostolado.
Da gracias por la fe que tienes, que no será mayor porque critiques a quien no la
tiene. Da gracias por el amor o el entusiasmo o la alegría que te mueven, que no
van a ser mayores ni mejores porque los eches de menos en los que no los tienen.
Fr. Nelson Medina, O.P.