“LA PREFERI A LOS CETROS, LOS TRONOS, LAS RIQUEZAS, LA
PIEDRA MÁS PRECIOSA, LA SALUD Y A LA HERMOSURA, Y LA LUZ
DEL DÍA” “SÁCIANOS EN SEGUIDA CON TU AMOR, Y CANTAREMOS
FELICES TODA NUESTRA VIDA”, “TODO ESTÁ DESNUDO Y
DESCUBIERTO A LOS OJOS DE AQUÉL A QUIEN DEBEMOS RENDIR
CUENTAS”,“VENDE LO QUE TIENES”, Y DALO A LOS POBRES; ASÍ
TENDRÁS UN TESORO EN EL CIELO. DESPUS, VEN Y SÍGUEME”
Reflexión desde las Lecturas del Domingo XXVIII Ciclo B
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
1. EL AMOR A LAS RIQUEZAS LLEVA A RECHAZAR A CRISTO
El evangelio del domingo vigésimo octavo (Marcos 10,17-30) nos presenta a
un hombre honrado y piadoso pero cuyo amor a las riquezas le lleva a
rechazar a Cristo. La persona de Jesús es el bien absoluto que hay que estar
dispuesto a preferir por encima de; “los cetros, los tronos, las riquezas, la
piedra más preciosa, la salud y a la hermosura, y la luz del día” (Primera
Lectura Sabiduría 7,7-11). En esto consiste la verdadera sabiduría: al que
renuncia a todo por Cristo, en realidad con Él le vienen todos los bienes
juntos; todo lo renunciado por Él se encuentra en Él centuplicado –con
persecuciones– y además vida eterna. Pero es preciso tener sensatez para
discernir y decisión para optar abiertamente por Él y para estar dispuesto a
perder lo demás. Porque el que se aferra a sus miserables bienes y riquezas
se cierra a sí mismo la entrada en el Reino de Dios.
Sin duda, una de las advertencias que más reiterada e insistentemente
aparecen en la predicación de Jesús es la que encontramos en el evangelio
de hoy: las riquezas constituyen un peligro. En pocos versículos hasta tres
veces insiste Jesús en lo muy difícil que es que un rico se salve. Dios, en su
infinito amor, llama al hombre entero a que le sirva y a que le pertenezca de
manera total e indivisa. Ahora bien, las riquezas inducen a confiar en los
bienes conseguidos y a olvidarse de Dios (Lc 12,16-20) y llevan a despreciar a
los pobres que nos rodean ( Lc 16,19ss) . Las riquezas hacen a los hombres
codiciosos, orgullosos y duros (Lc 16,14), la seducción de las riquezas ahoga
la palabra de Dios (Mt 13,22); en conclusión, que el rico “atesora riquezas
para sí, pero no es rico ante Dios” (Lc 12,21). La conclusión es clara: “No
podéis servir a Dios y al Dinero” (Mt 6,24). De ahí la advertencia de
Jesús: “Ay de vosotros los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo”
(Lc 6,24).
Conviene revisar hasta qué punto en este aspecto pensamos y actuamos
según el evangelio. Pues no basta cumplir los mandamientos; al joven rico,
que los ha cumplido desde pequeño, Jesús le dice: “Una cosa te falta”. Ahora
bien, Cristo no exige por exigir o por poner las cosas difíciles. Al contrario,
movido de su inmenso amor quiere desengañar al hombre, abrirle los ojos,
hacerle que viva en la verdad. Quiere que se apoye totalmente en Dios y no
en riquezas pasajeras y engañosas. Quiere que su corazón se llene de la
alegría de poseer a Dios. El joven rico se “entristeci y se fue apenado”, al
rechazar la invitación de Jesús a desprenderse. Por el contrario, el que, como
Zaqueo, da la mitad de sus bienes a los pobres (Lc 19,1-10), experimenta la
alegría de la salvación.
2. PRIMERA LECTURA
El sabio pone en boca de Salomón una súplica por la sabiduría y una
explicación de su origen y de su naturaleza. El Señor es la fuente de la
sabiduría verdadera, la cual es descubrimiento de la medida justa de toda la
realidad. Su luz descubre la verdad sobre bienes y valores. Es re velación del
Señor que lo hace ver todo en transparencia hacia él. Lo pequeño cobra
grandeza cuando muestra su huella.
Lectura del libro de la Sabiduría 7, 7-11
Oré, y me fue dada la prudencia, supliqué, y descendió sobre mí el
espíritu de la Sabiduría. La preferí a los cetros ya los tronos, y tuve por
nada las riquezas en comparación con ella. No la igualé a la piedra más
preciosa, porque todo el oro, comparado con ella, es un poco de arena;
y la plata, a su lado, será considerada como barro. La amé más que a la
salud y a la hermosura, y la quise más que a la luz del día, porque su
resplandor no tiene ocaso. Junto con ella me vinieron todos los bienes,
y ella tenía en sus manos una riqueza incalculable.
3. LA SABIDURÍA, EL VERDADERO Y ÚNICO BIEN DEL HOMBRE.
Este fragmento está tomado de la parte central del libro de la Sabiduría. Su
autor, que por medio de una parábola literaria se convierte en Salomón, el rey
sabio, se presenta con autoridad como alguien que ruega y obtiene el don de
la sabiduría. Éste don, no es fruto de la habilidad o de una adquisición
humana; sólo puede ser recibida de lo alto. “ Oré, y me fue dada la
prudencia, supliqué, y descendi sobre mí el espíritu de la Sabiduría”.
El texto relee la conocida oración de Salomón en Gabaón; Dijo Dios a
Salomón: “Pídeme lo que quieras que te dé” …y Salomón reza: concede,
pues, a tu siervo, un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para
discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este
pueblo tuyo tan grande? ……y le dijo Dios: Porque has pedido esto y, en vez
de pedir para ti larga vida, riquezas, o la muerte de tus enemigos, has pedido
discernimiento para saber juzgar, cumplo tu ruego y te doy un corazón sabio
e inteligente como no lo hubo antes de ti ni lo habrá después” (1 Re 3,6-13).
Ahora bien, para obtener este don de la sabiduría es preciso tomar algunas
decisiones. El autor dice que la ha antepuesto, progresivamente, a siete
bienes: “a los cetros, los tronos, las riquezas, la piedra más preciosa, la
salud y a la hermosura, y la luz del día”, .es decir, se pasa, por tanto, de
los bienes externos y materiales a los que tienen que ver con la vida física del
hombre; sin embargo, tampoco éstos, incluida la luz de los ojos, resisten la
comparación con la sabiduría, que ha de ser considerada, por consiguiente, el
verdadero y único bien del hombre.
Si esto podía ser ya verdadero para los judíos que vivían en la diáspora, en la
ciudad de Alejandría, a fin de darles cohesión y unidad mientras estaban
rodeados por una sólida cultura helenística, todavía lo es más para nosotros,
a quienes nos ha sido revelado, en Jesús, el verdadero rostro de la sabiduría
de la que habla la Escritura.
4. INVITADOS A REFLEXIONAR SI VERDADERAMENTE TENEMOS EL
ESPÍRITU DE LA SABIDURÍA Y EL ESPÍRITU DE DIOS,
No teniendo Salomón la sabiduría por nacimiento ni por su dignidad real,
hubo de poner en práctica los medios para conseguirla. Acudió en su
demanda a la oración, y el Señor le otorgó sabiduría y prudencia; “Oré, y me
fue dada la prudencia, supliqué, y descendió sobre mí el espíritu de la
Sabiduría”. El primer término puede designar la ciencia especulativa, y el
segundo la práctica. Y con su actitud enseña a todos el camino para alcanzar
la auténtica sabiduría. “La oracin” luego añade que la antepuso a
los tronos y riquezas , en conformidad con la constante enseñanza de los
sabios. Cuando a Salmón se le apareció en sueños el Señor en Gabaón y le
dijo: “Pídeme lo que quieras que te dé,” no pidió vida larga ni riquezas, sino
un corazón sabio para gobernar a su pueblo. “La am más que a la salud” ,
que en ocasiones no es fácil conservar sin la ciencia y prudencia que da la
sabiduría; más que la hermosura” cosa pasajera y vana en comparación
con la sabiduría, cuyos frutos perseveran en la gloria inmortal; “más que la
misma luz”, la cual cede a las tinieblas, mientras que el resplandor que
comunica la sabiduría brillará por los siglos, sin oscurecerse jamás. De la
Sabiduría encarnada nos dice San Juan que es la “luz verdadera” que
ilumina a todo hombre.
Esta lectura nos invita a reflexionar si verdaderamente tenemos el espíritu de
la sabiduría y el espíritu de Dios, es también una invitación para ver si
apreciamos a Dios más que todas las otras cosas, si no deseamos más que a
El, si colocamos en Dios nuestra grandeza y nuestra esperanza, y si, aun
privados de todo lo demás, nos encontramos felices de que “Solo Dios nos
Basta”. (Teresa de Jesús)
5. SALMO 89, Meditación Sobre la Vida Humana.
En estilo bellísimo y atractivo, con abundancia de metáforas, el salmista canta
en la primera parte de este salmo la grandeza de Dios, Señor del universo,
anterior a la formación de los montes, para quien mil años son como un día.
Frente a esta grandeza divina está la pequeñez e indigencia del hombre,
hecho de la tierra, sin consistencia, y cubierto de pecados, que provocan la
ira divina. Por sus faltas, la vida humana transcurre triste y en constante
turbación. Es un canto emotivo, de elevación casi único. A la seriedad del
pensamiento sobre la pequeñez de la vida humana corresponde la
solemnidad y tonalidad grave de expresión. Pero, aunque esté bajo el golpe
del dolor y de una penetrante melancolía, el poeta no se deja arrastrar por
ella fuera de Dios ni de la confianza en El.
Sal 89, 12-17
R. Señor, sácianos con tu amor.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance
la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus
servidores. R.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra
vida. Alégranos por los días en que nos afligiste, por los años en que
soportamos la desgracia. R.
Que tu obra se manifieste a tus servidores, y que tu esplendor esté
sobre tus hijos. Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; que
el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos. R.
6. “QUE DESCIENDA HASTA NOSOTROS LA BONDAD DEL SEOR”
En este poema, el salmista suplica, que Dios le dé a entender la brevedad de
la vida para saber vivir con la conciencia de su limitación, y, en consecuencia,
organizándola conforme a las exigencias del temor de Dios, que es el
principio de la sabiduría.
En los versos anteriores a este fragmento, el salmista trataba de las
relaciones de Dios con el ser humano en su proyección humana, sin
restricción alguna; en cambio, ahora la perspectiva se estrecha y se
consideran las relaciones del Señor con sus siervos, los pertenecientes al
pueblo elegido. El tono es más confiado: desaparece el Dios lejano, sumido
en la eternidad, para aparecer el Dios providente que se preocupa de los
problemas de su pueblo. El salmista se hace eco de una tragedia nacional:
los que forman el pueblo de Dios han sido humillados y afligidos. Y, en un
arranque de impaciencia, el poeta exclama: “Vuélvete, Seor! Hasta
cuándo...? Ten compasin de tus servidores” No concibe que su Dios
permanezca mucho tiempo apartado de su pueblo, y con tono confiado le
dice: “Vuélvete” . Siente el vacío de su presencia, y por eso pide que muy
pronto, desde la mañana, haga sentir su gracia, “Alégranos por los días en
que nos afligiste”, es decir, su comunicación benevolente y protectora,
sembrando así la alegría y la confianza en sus siervos, que están desolados ,
“por los aos en que soportamos la desgracia”. Los años de humillación y
de postración exigen ahora una compensación proporcionada de alegría en la
intimidad con el Señor.
Llevado de su fe ciega en Dios, le pide que manifieste su obra, es decir, su
intervención milagrosa en favor de ellos, brillando así su magnificencia como
Dios omnipotente y Señor de la historia'. Que tu obra se manifieste a tus
servidores, y que tu esplendor esté sobre tus hijos”. La oración termina
con el deseo de que la suavidad o benevolencia del Señor los bendiga . “Que
descienda hasta nosotros la bondad del Seor” y confirme el trabajo
cotidiano de los que luchan por salir de una difícil situación de
prosperidad: “que el Seor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de
nuestras manos”. “Seor, sácianos con tu amor”.
7. SEGUNDA LECTURA
El autor hace una extraordinaria evocación de la Palabra de Dios. ¡Viva,
eficaz, penetrante! La Palabra de Dios no es una droga que adormece
suavemente las conciencias, sino una espada tajante de dos filos que
inquieta la cómoda seguridad de nuestras conciencias adormecidas. La
Palabra ha transformado a los profetas para hacer de ellos sus testigos. En el
cristiano la Palabra se hace juicio, porque interpela al hombre en lo más
íntimo de sí mismo para que elija y esté en condiciones de comunicarla
intacta a los demás.
Lectura de la carta a los Hebreos 4, 12-13
Hermanos: La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del
espíritu, de las articulaciones y de la médula, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna cosa creada
escapa a su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos
de Aquél a quien debemos rendir cuentas.
Palabra de Dios .
8. “LA PALABRA DE DIOS”
En el Antiguo Testamento se invocaba la sabiduría para aprender a discernir
lo que es justo, ahora en el Nuevo Testamento es presentada como “Palabra
de Dios” encarnada, dotada de un infalible poder de discriminación y de
juicio. En efecto, el autor de la carta a los Hebreos nos ofrece, en unos pocos
versículos, una teología sugestiva. Esa Palabra es presentada en línea con la
sabiduría, una sabiduría de la que Israel se había alejado
neciamente: Escucha, Israel, los mandamientos de vida, tiende tu oído para
conocer la prudencia….. Aprende dónde está la prudencia, dónde la fuerza,
dónde la inteligencia, para saber al mismo tiempo dónde está la longevidad y
la vida, dónde la luz de los ojos y la paz… Este es nuestro Dios, ningún otro
es comparable a él…... (cf. Baruc 3,9-38; 4,1-4). Se la califica de viva”, en
condiciones, por tanto, de dar vida, de robustecer las opciones de fe del
creyente; “eficaz” , es decir, dotada del «poder de Dios» que hace felices a
sus testigos; De esta forma la Palabra del Señor crecía y se robustecía
poderosamente . (Hch 19,20 ).
“La Palabra de Dios” Es considerada todavía “más cortante que cualquier
espada de doble filo” porque puede llegar a escrutar el alma del hombre en
todos sus componentes psicológicos y espirituales. La expresión “viva,
eficaz”, también es tajante, porque penetra hasta la división de alma y
espíritu, discierne pensamientos e intenciones, no pueden indicar más al vivo
el poder y eficacia de la palabra que sale de la boca de Dios, que no puede
volver vacía, sin conseguir su efecto, y para la cual nada hay oculto.
9. ESTAMOS LLAMADOS A RESPONDER A LA LLAMADA DIVINA
Estamos llamados a responder a la llamada divina, pues “la palabra de
Dios”, viva y eficaz”, no nos deja posibilidad de eludir nuestra
responsabilidad respecto a ella. “La palabra de Dios” es la revelación misma
de Dios, manifestando a los seres humanos su voluntad, con promesa de
premios e intimidación de sanciones. Esta “palabra” en realidad, es
intercambiable con Dios mismo, que es el que la pronuncia; de ahí que se
comience hablando de la “palabra de Dios” y se termine hablando de Dios
mismo, como identificando la palabra con El (v.15).
En el último versículo se produce un brusco salto gramatical que nos muestra
claramente cómo la Palabra coincide de hecho con Dios mismo, a cuyo juicio
nadie puede sustraerse de ninguna manera. “Ninguna cosa creada escapa a
su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de Aquél a
quien debemos rendir cuentas”. Sabemos, en efecto, que el Padre ha
confiado este juicio a su Hijo amado y que ese juicio es justo, aunque también
es misericordioso para quien tiene fe: El que cree en él, no es juzgado; pero
el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo
único de Dios. (Jn 3,18).
10. EVANGELIO
En la providencia ordinaria del Señor las riquezas son un bloqueo insuperable
en orden a la salvación. Sólo un milagro del Señor puede realizar el prodigio
de la salvación de un rico. Ahora bien, al Señor no se le puede inducir a que
haga los milagros que a nuestra ambición le convienen.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 10, 17-30
Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia El y, arrodillándose,
le pregunt: “Maestro bueno, qué debo hacer para heredar la Vida
eterna?” Jesús le dijo: “Por qué me llamas bueno? Slo Dios es bueno.
Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no
robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu
padre y a tu madre”. El hombre le respondi: “Maestro, todo eso lo he
cumplido desde mi juventud”. Jesús lo mir con amor y le dijo: “Slo te
falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás
un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. El, al oír estas palabras,
se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
“Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!” Los
discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó
diciendo: “Hijos míos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más
fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el
Reino de Dios”. Los discípulos se asombraron aún más y se
preguntaban unos a otros: “Entonces, quién podrá salvarse?” Jesús,
fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible,
pero no para Dios, porque para El todo es posible”. Pedro le dijo: “Tú
sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús
respondi: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y
hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,
desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas,
hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las
persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna”.
11. MAESTRO BUENO, ¿QUÉ DEBO HACER PARA HEREDAR LA VIDA
ETERNA?
Jesús se puso en camino. Un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le
preguntó: “Maestro bueno, qué debo hacer para heredar la Vida
eterna?” No podemos tratar de sorprender a Jesús con ninguna pregunta,
jamás lo podemos hallar desprevenido, me refiero a algo imprevisto,
incomprensible y que le cause sorpresa, por mucho que nos acerquemos con
algo oculto o disimulado, El nada tarda en descubrirlo, en todo caso ante esta
pregunta Jesús le dice: “Por qué me llamas bueno?” Los Evangelios
según san Marcos y según san Lucas, recalcaban bien la pregunta de Jesús
al joven, algo modificada en san Mateo. Al subrayarle que le llama “Maestro
bueno” y que “slo Dios es bueno”, está atrayendo a este joven hacia sí,
significándole su esfera divina.
Jesús le responde al joven; “Slo Dios es bueno”. En ese instante el Joven
recibe una sorpresa, porque espera que Jesús le indique alguna regla,
entonces Jesús le responde: “Tú conoces los mandamientos”. Cuando
leemos a san Mateo (19,16-22), dice; “si quieres entrar en la Vida eterna,
cumple los Mandamientos” . Con todo, el joven falto de humildad frente al
maestro, y quizá con algún aire de soberbia, pregunta ¿Cuáles?, pero Jesús
mantiene su paz en su natural forma de ser y le responde como dice
aquí: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso
testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”.
12. JESÚS LO MIRÓ CON AMOR
El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi
juventud”. “Jesús lo mir con amor”. San Marcos, es el único que destaca
que el Señor le amó y le miró con cariño al decir: “Jesús lo mir con amor” .
Es un rasgo de la exquisitez de Jesús. Según el Evangelio de Mateo, el joven
mira a Jesús preguntando ¿qué me queda por hacer? Aunque parezca una
respuesta sencilla e inocente de alguien que busca ser mejor, no puedo
imaginarme que no halla una cierta altanería en una respuesta como esta, es
algo típico de alguien orgulloso o que se cree superior o autosuficiente, y esto
es porque responde casi en de forma despectiva ¿Qué me queda por
hacer?, es así como Jesús que un instante puede haber puesto la mirada en
un joven como un futuro discípulo, entonces le responde con algo que
descoloca al Joven; “Slo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo
a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme” .
Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque “poseía muchos
bienes” . Y esta posesión de bienes, impide al joven acoger el amor de
predilección del Maestro: Ciertamente el “posee muchos bienes”, pero no
consigue comprender cuál es el bien verdadero, el verdadero rostro de la
sabiduría que se le quiere dar, y “se entristeci y se fue apenado” .
13. CUANTAS VECES NOSOTROS LE PREGUNTAMOS AL SEÑOR,
¿QUÉ DEBO HACER?, ¿SEÑOR, QUE QUIERES QUE HAGA?
Jesús al pedirle que venda su hacienda y la dé a los pobres no esta
enunciando una doctrina universal preceptiva, lo que hace es dirigirse a un
caso concreto y a una meta libre de perfección.
Pero pensemos también que el Joven se sintió atraído por las enseñanzas de
Jesús, y buscaba la perfección al buscar algo mas que cumplir la Ley, y
entonces Jesús le recuerda primeramente los mandamientos y para mejor
perfección le abre el camino al desprendimiento y si lo hace, lo invita a
seguirlo, en ese instante el joven no reconoce el gran beneficio de seguir a
Jesús y prefiere mantener su bienes y se retira entristecido. Jesús debe haber
quedado desilusionado del joven.
Cuantas veces nosotros le preguntamos al Señor, ¿Qué debo hacer?,
¿Señor, que quieres que haga?, e incluso nos atrevemos a decir, Señor,
hágase tu voluntad, pero tenemos que conocer a quien nos llama y a quien
nos ofrecemos, y lo conocemos abriéndole nuestro mejor espacio en el
corazón, con la oración y la contemplación, porque Él nos tiene ya una misión
clara y especifica, ahora nos corresponde a nosotros tener claridad en
nuestra respuesta y esta no puede ser causa de desilusión, es así, como para
dar nuestro primer o siguiente paso, tenemos que saber que nuestras
intenciones son sinceras y de corazón, y con mucho deseo de mejoramiento y
perfección.
14. CUANDO EL SEÑOR LLAMA, SABE MUY BIEN A QUIEN LLAMA
Jesús necesita muchos colaboradores, que estén dispuestos a desprenderse
de todo aquello que él nos pida, la renuncia debe ser radical, y llama a
muchos jóvenes a tomar una buena decisión, Dios hace un llamado personal
al hombre, y los hombres somos libres de aceptar o no ese llamado.
Tenemos que reconocer, que seguir a Jesús no es fácil, pero cuando el Señor
llama, sabe muy bien a quien llama, porque lo llama y para que lo llama,
como del mismo modo sabe cuanta fuerza necesita el que es llamado.
Entonces nos hacemos una pregunta, ¿Estamos satisfecho de nosotros
mismos?, ¿estamos contento con la vida que llevamos?, ¿podemos hacer
algo mas?, ¿Qué estamos dispuesto hacer si Jesús nos pide algo?
Dios tiene un plan para nosotros, y espera de nosotros. Cuando nos
acerquemos a Jesús, hagámoslo con sencillez, con actitud humilde, sin
responderle con una pregunta y sin tratar de justificarnos, para El solo valen
los resultados y la honestidad de sentimiento, las excusas, no sirven.
15. "HIJOS MÍOS, ¡QUÉ DIFÍCIL ES ENTRAR EN EL REINO DE DIOS!
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos : "¡Qué difícil será
para los ricos entrar en el Reino de Dios!". Los discípulos se sorprendieron
por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: "Hijos míos, ¡qué difícil es
entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo
de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios". Los discípulos se
asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: "Entonces, ¿quién
podrá salvarse?".
Es bueno para nosotros hacerse esta pregunta, ¿somos capaces de
renunciar a los bienes y a la familia por seguir a Jesús? Jesús mantiene sus
radicales exigencias, pero también mantiene su promesa, pero igual vemos
hombres que ven como imposible desprenderse de sus riquezas, y también
vemos otros que tocados por la Gracia de Dios, están dispuestos al
desprendimiento.
Así es, como Jesús después de la triste retirada del joven rico, aprovecha las
circunstancias para dar una lección a sus discípulos y a todos nosotros.
Sabemos que no se puede servir a Dios y a las Riquezas, y el poder hacerlo
es un don más que un esfuerzo basado en una buena intención. En efecto en
el contexto de fe, de confianza puesta en Dios, se puede dejarlo todo y seguir
a Jesús. Es así, como la renuncia a los bienes y capacidad de compartirlos
con los necesitados, y tener la disposición al seguimiento de Jesús, es un don
de Dios, para el que todo es posible.
No significa que los ricos no puedan salvarse, sino aquellos que ponen su
confianza en el dinero, difícilmente se salvarán. Peor es para aquellos que lo
han obtenido a través de una vida desordenada, cometiendo injusticias,
aferrados a su egoísmo, o con cualquier actitud contraria a los principios de
salvación.
16. “TÚ SABES QUE NOSOTROS LO HEMOS DEJADO TODO Y TE
HEMOS SEGUIDO”
Pedro y sus amigos dan a Jesús una respuesta generosa y de carácter
positiva. En efecto, al oír las enseñanzas de su Maestro, sobre las riquezas,
los apóstoles que eran pobres y lo poco que tenían ya lo habían dejado para
seguir a Jesús, le hacen ver esto y le hacen una pregunta; “Tú sabes que
nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Probablemente por
una conexión lógica con lo anterior — el joven que no dejó sus riquezas —,
Pedro dice que ellos lo dejaron todo por seguirle. En San Marcos falta
explícitamente la pregunta que está en san Mateo sobre el premio. “¿qué
recibiremos, pues?”
Sin embargo la belleza es que Pedro y sus amigos, oyeron las condiciones
que les puso Jesús, exigencia necesaria para seguirlo, pero ellos con mucho
gozo reconocieron que la han cumplido, es así como alegres han seguido al
Maestro.
17. RECIBIRÁ EL CIENTO POR UNO
En la respuesta de Jesús es especificando todo lo que se deje, Jesús
respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y
hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,
desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas,
hermanos y hermanas, madres, hijos y campos”
Luego se añade; “en medio de las persecuciones”. No exige esto, en
absoluto, una ampliación del evangelista en vista de las persecuciones que
experimentaba ya la Iglesia. Ya estaba supuesto en el programa anunciado
por Jesús, por parte del fariseísmo: si a mí me persiguieron, también a
ustedes los perseguirán - san Juan 3
La recompensa del ciento por un, no debe entenderse en el sentido terrenal,
sino que en el sobre natural. En efecto, recibiremos la gracia y el amor de
Dios, que es muy superior a cualquier bien que podamos anhelar.
Jesús, ha sido claro con sus respuestas, y debemos meditar sobre ella y
apreciar que la recompensa es grandiosa para nosotros, “el que a causa de
mi Nombre deje, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la vida
eterna”
Esa debe ser la causa de nuestra alegría y regocijo, seguir al Señor y
dejarnos invadir por el gozo de sentirnos sus discípulos.
Dice Jesús; “y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna”. Estos premios
son espirituales, como se ve al decirse que, por dejar, “casa, hermanos y
hermanas, madre y padre, hijos o campos, “recibirá el ciento por
uno”. Es la clásica hipérbole y paradoja oriental, que hace ver, por su misma
forma, el sentido espiritual de lo que pretende decirse. Aparte que, de no ser
así, sería todo ello una contradicción, porque era dejar todo por Jesús, para,
estar más desocupado, poder seguirle sin algo que lo ate o lo complique, y
como premio aquí le venía “el ciento por uno” , de lo dejado, que sería el
céntuplo de complicaciones para no poder seguirle.
18. AÚN ESTAMOS A TIEMPO PARA TOMAR NUESTRA DECISIÓN
También es importante considerar que aún estamos a tiempo para tomar
nuestra decisión, es así como él nos dice en los versículos relatados más
adelante; “Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los
primeros” . Esto es no porque hayan sido llamados antes van a merecer más
que los llamados a última hora, no es el tiempo lo que vale, sino que la
generosidad de la respuesta la que nos va acercar más a El, pero no basta
solo comenzar, se debe perseverar, y no basta decir sí, es preciso hacerlo
con generosidad.
Despeguemos el corazón de las riquezas terrenales, y acerquemos más
nuestro interés en Dios, y nos aseguraremos de llegar primero al Reino.
Tomemos en cuenta que dejar las riquezas, es una de las condiciones para
seguir a Jesús, pero la perfección es seguirlo incondicionalmente
Dice Jesús: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque
para él todo es posible” . La Santa Madre Teresa de Jesús decía: Teresa
sola, que poco puede, en cambio, Teresa con Dios lo puede todo. Nos llena
esta frase de alegría, al saber y sentirnos hijos de Dios, ayudados por El y
respaldados por Dios.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds
XXVIII Domingo Ciclo B
El Señor les Bendiga, Cristo Jesús, viva en nuestros corazones
Publicado en este link: PALABRA DE DIOS
Fuentes Bibliográficas: Biblia Nácar Colunga y Biblia de Jerusalén
Algunos conceptos están tomados de los comentarios a los Evangelios por
Manuel de Tuya, O. P.
Biblia Comentada, Adaptación Pedagógica: Dr. Carlos Etchevarne, Bach.
Teol.
Lectura de la Lectio Divina para cada día del año, de Giorgio Zevini y Pier
Giordano Cabra (Eds.)
Intimidad Divina, Fr. Gabriel de Santa M. Magdalena ocd.
www.caminando-con-jesus.org
caminandoconjesus@vtr.net