EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Miércoles de la vigésima octava semana del tiempo ordinario
Carta de San Pablo a los Gálatas 5,18-25.
Pero si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley.
Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y
libertinaje,
idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y
discordias, sectarismos, disensiones
y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo
a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios.
Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad,
afabilidad, bondad y confianza,
mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está de más,
porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones
y sus malos deseos.
Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por él.
Salmo 1,1-2.3.4.6.
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!
El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal.
Evangelio según San Lucas 11,42-46.
Pero ¡ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de
todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar
esto, sin descuidar aquello.
¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas
y ser saludados en las plazas!
¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales
se camina sin saber!".
Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: "Maestro, cuando hablas así,
nos insultas también a nosotros".
El le respondió: "¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas
insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!
Comentario del Evangelio por:
San [Padre] Pío de Pietrelcina (1887-1968) capuchino
AP; CE 47
“Malditos vosotros, fariseos, porque amáis los primeros puestos y ser saludados en
la plaza pública”
La verdadera humildad de corazón es más sentida y vivida
interiormente que al exterior. Cierto, es preciso mostrarse siempre
humilde en presencia de Dios, pero con esta falsa humildad que no
conduce más que al desaliento, agotamiento y a la desesperación.
Debemos tener una mala reputación de nosotros mismos, no hacer pasar
nuestro propio interés antes que el los demás y juzgarnos como inferiores
a nuestro prójimo.
Si es cierto que nos hace falta mucha paciencia para soportar las
miserias de los demás, nos precisa aún mucha más para aprender a
soportarnos a nosotros mismos. Ante tus cotidianas infidelidades, haz
continuamente actos de humildad. Cuando el Señor te verá así arrepentido,
extenderá su mano hacia ti y te atraerá hacia él.
Nadie merece nada en este mundo; es sólo el Señor quien nos lo
concede todo, por pura benevolencia y porque, en su infinita bondad, nos
todo.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”