Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Tiempo Ordinario, Año Par,
Semana No. 28, Viernes
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Ya antes esperábamos en Cristo. Ustedes han sido
marcados con el Espiritu Santo * Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como
heredad. * Todos los cabellos de su cabeza están contados
Textos para este día:
Efesios 1, 11-14:
Hermanos: Con Cristo somos herederos también nosotros. A ésto estábamos
destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los
que ya esperábamos en Cristo, seremos un himno de alabanza a su gloria. En él
también ustedes, después de escuchar la palabra de la verdad, el Evangelio de su
salvación, al creer en Cristo han sido marcados con el Espíritu Santo prometido,
garantía de nuestra herencia mientras llega la liberación del pueblo adquirido por
Dios, para alabanza de su gloria.
Salmo 32:
Aclamad, justos, al Señor, / que merece la alabanza de los buenos. / Dad gracias al
Señor con la cítara, / tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R.
Que la palabra del Señor es sincera, / y todas sus acciones son leales; / él ama la
justicia y el derecho, / y su misericordia llena la tierra. R.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, / el pueblo que él se escogió como
heredad. / El Señor mira desde el cielo, / se fija en todos los hombres. R.
Lucas 12, 1-7:
En aquel tiempo, la gente se aglomeraba por millares hasta no poder caminar.
Entonces Jesús,
dirigiéndose principalmente a sus discípulos, dijo:
«Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Porque no hay nada
oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse. Por
eso, lo que digan en la oscuridad, se dirá a plena luz, y lo que digan en voz baja y
en privado, se proclamará desde las azoteas. A ustedes, amigos míos, les digo: No
teman a los que matan el cuerpo, y no pueden hacer nada más.
Les voy a decir a quién deben temer: teman al que tiene poder para matar y
después arrojar al lugar de castigo. A ése es a quien hay que temer. ¿No se venden
cinco pajarillas por muy poco dinero? Sin embargo, ni de uno solo de ellos se olvida
Dios. Más aún, hasta los cabellos de su cabeza están contados. No teman; ustedes
valen más que todos los pajarillas».
Homilía
Temas de las lecturas: Ya antes esperábamos en Cristo. Ustedes han sido
marcados con el Espiritu Santo * Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como
heredad. * Todos los cabellos de su cabeza están contados
1. Ustedes y Nosotros
1.1 La primera lectura de hoy muestra cómo Dios acabó la distancia que había
entre un "nosotros" y un "ustedes." Los del "nosotros" eran los judíos, herederos de
las promesas a los patriarcas y profetas; los del "ustedes" somos los demás, los
venidos del paganismo. Pablo habla como judío y se ubica en el grupo de los que
podían decir ese "nosotros." La novedad es que ese nosotros se ha ampliado porque
los que antes no cabíamos ahí, es decir, los que venimos de razas y pueblos
paganos, ahora sí cabemos. De eso trata la primera lectura.
1.2 ¿Qué es lo que tenemos en común los que antes estábamos separados? Antes
existía un pueblo elegido y muchos pueblos, los paganos, que parecíamos
excluidos. ¿Cómo pudo cambiarse este estado de cosas? Ha sido cambiado porque
todos hemos sido sellados con el mismo Espíritu Santo. Ello ha podido suceder
porque una misma fe nos ha reunido en la confesión de un mismo Señor y
Salvador, Jesucristo.
1.3 La maravilla que Pablo no se cansa de contemplar, meditar y predicar en su
Carta a los Efesios es que Dios tenía un plan maravilloso que podía, por una parte,
colmar las esperanzas del pueblo de la antigua alianza, y por otra, llamar a
salvación, por sola misericordia a los que no teníamos ni siquiera una esperanza.
¡Grande es el amor de Dios!
2. Preocupaciones Falsas y Preocupaciones Verdaderas
2.1 El evangelio de hoy nos ayuda a distinguir entre preocupaciones falsas y
preocupaciones verdaderas. Jesús advierte sobre un peligro: la influencia perniciosa
de los fariseos; los discípulos le entienden poco y mal.
2.2 Detrás de este hecho tan elemental y accidental hay algo más profundo, sin
embargo. Hay riesgos que vemos fácilmente, como aquello de "nos vamos a quedar
sin que comer;" otros riesgos en cambio son menos visibles. Por ejemplo: "nos
están cambiando la mente." Lo primero es lo que alcanzan a ver los discípulos; lo
segundo, lo que ve el Señor.
2.3 Esas distinciones son importantes cuando pensamos por ejemplo en todo lo que
nos preocupamos por el costo de la vida o la tasa de desempleo (cosas reales y
muy visibles), en contraste con lo que nos preocupa el descenso en la moral o el
desinterés generalizado por los problemas políticos (cosas también reales, aunque
menos visibles). Jesús nos advierte y nos apremia a tener los ojos abiertos para lo
invisible.
Fr. Nelson Medina, O.P.