EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 12,1-7:
El Reino de Jesús, II, 2 - Práctica de la confianza y del santo abandono en Dios
nuestro Señor
Mientras tanto se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos
a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de
la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.
No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser
conocido.
Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno
día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado
desde lo alto de las casas.
A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no
pueden hacer nada más.
Yo les indicaré a quién deben temer: teman a quel que, despues de matar, tiene el
poder de arrojar a la Gehena. Sí, les repito, teman a ese.
¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida
a ninguno de ellos.
Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que
muchos pájaros.
Comentario del Evangelio por :
San Juan Eudes (1601-1680), sacerdote, predicador, fundador de institutos
religiosos
El Reino de Jesús, II, 2 - Práctica de la confianza y del santo abandono en
Dios nuestro Señor
Descargad en él todo vuestro agobio, porque él cuida de vosotros (1P 5,7)
En diversos pasajes de las Sagradas Escrituras nos asegura que
constantemente cuida de nosotros con desvelo; que nos lleva y llevará siempre en
su regazo, sobre su corazón y en sus entrañas; y no se conforma con decírnoslo
una o dos veces, sino que lo afirma y repite hasta cinco veces en el mismo pasaje.
Y en otro texto de Isaías nos asegura que si una madre llegara a olvidarse del
hijo que un día llevó en su seno, El, sin embargo, jamás nos olvidaría y que ha
escrito nuestro nombre en sus manos para no olvidarnos nunca; que si alguno nos
tocara, lo heriría a El en la niña de sus ojos; que no tenemos por qué preocuparnos
de lo necesario para la vida y el vestido, pues El en persona lo hace por nosotros ya
que de sobra conoce nuestras necesidades ; que ha contado todos los cabellos de
nuestra cabeza y que ninguno de ellos caerá sin su licencia; que su Padre nos ama
igual que a El, y que su propio amor a nosotros es idéntico al que profesa a su
Padre; Que El desea estemos en donde El esté, es decir que anhela vernos reposar
en el mismo regazo de su Padre; que quiere vernos sentados con El en el mismo
trono ; y que, en una palabra, no seamos con El sino una misma y sola persona
unida a la del Padre.
(Referencias bíblicas : Is 46,3-4; 49,15-17; Za 2,12; Mt 6,31-3; 10,30; Lc 21,18;
Jn 17,26; 15,9; 17,24; 1,2)
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”