Hacerse rico de lo que vale ante Dios.
2012-10-22
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo:
«Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia». Pero Jesús le
contestó: «Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de las
herencias?».
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: «Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del
hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea».
Después les propuso esta parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha y se
puso a pensar: “Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya
sé lo que voy hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para
guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: ‘Ya tienes
bienes acumulados para muchos años, descansa, come, bebe y date a la buena
vida’ ”. Pero Dios le dijo: “Insensato! Esta misma noche vas a morir. Para quién
serán todos tus bienes?” Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo
y no se hace rico de lo que vale ante Dios». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, me acerco a Ti con toda mi fragilidad. Tú me conoces mejor de lo que yo
mismo me conozco. Me pongo en tu presencia para acompañarte y consolarte,
porque no me interesa acumular riquezas sino vivir con mucha fe, esperanza y
caridad, seguro de que contigo siempre tengo un futuro que es bello porque está
lleno de tu amor.
Petición
Dios mío, dame la sabiduría para comprender lo que es verdaderamente importante
en esta vida.
Meditación
Hacerse rico de lo que vale ante Dios.
«En nuestro camino también nos encontramos ante la tentación del tener, de la
avidez de dinero, que insidia el primado de Dios en nuestra vida. El afán de poseer
provoca violencia, prevaricación y muerte; por esto la Iglesia, especialmente en el
tiempo cuaresmal, recuerda la práctica de la limosna, es decir, la capacidad de
compartir. La idolatría de los bienes, en cambio, no sólo aleja del otro, sino que
despoja al hombre, lo hace infeliz, lo engaña, lo defrauda sin realizar lo que
promete, porque sitúa las cosas materiales en el lugar de Dios, única fuente de la
vida. ¿Cómo comprender la bondad paterna de Dios si el corazón está lleno de uno
mismo y de los propios proyectos, con los cuales nos hacemos ilusiones de que
podemos asegurar el futuro? La tentación es pensar, como el rico de la parábola:
“Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años... Pero Dios le dijo:
‘Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma’”. La práctica de la limosna nos
recuerda el primado de Dios y la atención hacia los demás, para redescubrir a
nuestro Padre bueno y recibir su misericordia» (Benedicto XVI, 22 de febrero de
2011).
Reflexión apostólica
«Ante la brevedad de la vida el cristiano debe sentir el apremio por hacer rendir al
máximo el tiempo que Dios le concede. En el miembro del Movimiento no tienen
cabida, por tanto, actitudes de indolencia, desidia o pereza. No hay lugar para el
ocio estéril. Como san Pablo, olvida lo que deja atrás y se lanza a lo que está por
delante, corriendo hacia la meta para alcanzar el premio al que Dios le llama desde
lo alto» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 165).
Propósito
Ser responsable en el uso del dinero y demás talentos, cooperando, así, en la
edificación de la justicia y la caridad.
Diálogo con Cristo
Acumular, comprar, buscar el placer… es el afán prioritario de nuestra cultura.
Señor Jesús, frecuentemente me encuentro contemplando las cosas buenas de este
mundo, pero no como medios sino como un fin. Necesito tener claras mis
prioridades: Tú, primero, y luego todo lo demás, según me lleven hacia Ti. Dame la
sabiduría para saber que la vida es corta y debo vivirla sólo para Ti.
«La vida de un hombre no se mide por los años sino por la plenitud con que los ha
vivido (Jesucristo 33), y sólo muere malogrado aquel a quien por inmaduro la
muerte le sorprende con las manos vacías al llegar a la presencia de Dios, sin haber
cumplido la misión»
(Cristo al centro, n. 2116) .