EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Lucas 12,39-48.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no
dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora
menos pensada".
Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para
todos?".
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá
al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar', y se dedica a golpear a los
servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse,
su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la
misma suerte que los infieles.
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y
no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo.
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos
severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió
mucho, se le reclamará mucho más.
Comentario del Evangelio por :
Beato Guerrico de Igny (v. 1080-1157), abad cisterciense
Sermón 3º para Adviento, 1; SC 166
“Vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, de forma que ese día os
sorprenda como un ladrón” (1Tes 5,4)
"Israel, prepárate al encuentro del Señor, que viene"(cf Am 4,12). Y vosotros
también, hermanos míos, "estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la
hora que menos penséis".Nada más seguro que su llegada, pero también nada más
incierto que el momento de esta llegada. En efecto, nos incumbe tan poco conocer
los tiempos o los momentos que el Padre, en su omnipotencia, ha fijado, que hasta
los mismos ángeles que lo rodean, desconocen el día y la hora (Hch. 1,7; Mt
24,36). Es cierto que nuestro último día llegará; pero cuándo, dónde y cómo, nos
es muy incierto; solo sabemos lo que les dijo a nuestros antepasados, que "ante los
ancianos está en el umbral, mientras que ante los jóvenes se mantiene al acecho"
(Bernardo)...
No haría falta que este día nos cogiera de improviso, sin preparar, como un
ladrón durante la noche... Que el temor, estando alerta, nos mantenga siempre
preparados, hasta que la seguridad suceda al temor, y no el temor a la
seguridad."Estaré vigilante, dice el Sabio, con el fin de guardarme de toda
culpa"(Sal. 17,24), no pudiendo evitar la muerte. Sabe, en efecto, que "el justo,
aunque muera prematuramente, encontrará el descanso" (Sb 4,7); mucho más,
triunfarán de la muerte, aquellos que no fueron esclavos del pecado durante su
vida. Qué bello es, hermanos míos, qué felicidad, no sólo estar fuera de peligro
ante la muerte, sino además triunfar con gloria, fuerte testimonio de su conciencia.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”