SAGRADA FAMILIA - C
Evangelio de la Misa: Lc 2,41-52
La verdad en la familia
Esta fiesta de la Sagrada Familia, enmarcada en las celebraciones del
Nacimiento de Cristo, nos da la oportunidad de honrar y festejar, gozosa y
efusivamente, a la FAMILIA. Es hoy el día de la familia, y sobre todo de la familia
cristiana, que estos días se reúne en el hogar común, y celebra su fe en torno al
nacimiento de Jesús, y disfruta en familia del mensaje de la Navidad: Amor de
Dios hecho hombre en el hogar de Nazaret, y cumplido ejemplarmente en las
relaciones conyugales y familiares, y desde la familia cristiana proyectado en la
sociedad.
Mirar a la familia de Nazaret, es abrir el mejor libro sobre las relaciones
conyugales y familiares, y sobre la célula básica de la sociedad.
______________________________________________
Señor, Jesús, que te veo en el entorno del hogar de Nazaret,
viviendo la normalidad de una buena y justa familia judía.
Gracias por este libro maravilloso que es tu familia, tu hogar,
tus relaciones familiares, en una palabra,
la Familia Sagrada de Nazaret, modelo perfecto de todas las familias.
Hoy me recuerdas en el Evangelio tu “romería” a Jerusalén,
para celebrar y participar en las fiestas de Pascua.
Acudes al templo como una familia normal, que es consciente de la necesidad
de rezar y acudir a Dios cuando así lo exige la propia religiosidad.
Te pido, Señor, por todas las familias, Iglesias domésticas,
donde se vive y transmite la fe,
donde se celebra gozosamente tu presencia eucarística y sacramental,
y donde se hace más generosa y caritativa la fe y la piedad cristianas.
Te encomiendo, Señor, a todos los hogares, origen y cultivo de la vida,
escuela del verdadero amor, y fuente de los verdaderos valores humanos.
Que los hogares disfruten con sus “retoños”, y siendo luminosos y alegres,
sirvan a la sociedad con hijos educados y honrados,
ciudadanos trabajadores y solidarios,
y cristianos comprometidos con su fe y su caridad sobrenatural.
Ciertamente la vida familiar a veces se hace difícil,
los problemas abundan , y la relaciones conyugales se complican,
los hijos se desvían del buen camino, y todo parece torcerse y envenenarse.
Te pido, Señor, para todos los matrimonios la humildad y la sinceridad,
la comprensión y el sacrificio, la honradez y la valentía, para ver la verdad
de los problemas, para aceptarla y seguirla con nobleza humana
y con la fuerza sobrenatural de la fe y de la gracia de Dios,
que nunca abandona a nadie y tampoco a los matrimonios y las familias.
Sagrada Familia de Nazaret, ayuda a nuestras familias,
bendice nuestros hogares, y orienta nuestros andares por la vida.
Padre Segismundo Fernandez Rodríguez