Lectio Divina: 32º Domingo De Tiempo Ordinario B
Autor: P. Chuno, C.M.
LA PALABRA HOY: 1 Reyes 17,10-16; Salmo 145; Hebreos9, 24-28; Marcos
12,38-44
Ambientación: Canasta pequeña, con dos monedas. Cirio. Frase: Dio todo lo
que tenía.
Cantos sugeridos: Amar es entregarse; Cuando el pobre nada tiene.
Ambientación
El texto de hoy nos llama la atención respecto de la manera de vivir nuestra fe. Por
un lado nos hace ver el peligro de vivir una fe de apariencias y por otro nos invita a
confiar y esperar siempre en el Señor, creyendo y esperando en Él, depositando en
Él nuestra vida, abandonándonos a su providencia, como la viuda pobre a la que
Jesús alaba.
Oración inicial
Señor Jesús,
ayúdanos a comprender y valorar
la actitud de esa viuda que dio
más que todos los demás,
porque dio todo lo que tenía.
Danos Señor,
la gracia de saber dar todo de nosotros
para ayudar a los que nos necesitan;
ayúdanos a saber ser generosos
contigo y con los demás,
no dejando nada para nosotros,
sino colocando todo a tu servicio,
dándonos totalmente,
esperando siempre en ti,
confiando en tu amor y en tu providencia,
sabiendo que teniéndote a ti,
todo lo tenemos y que solo Tú
puedes saciar nuestras ansias más profundas.
Que así sea .
I. Lectio: ¿Qué dice el texto? – Marcos 12, 38-44
Motivación: En muchas ocasiones, Jesús, tiene palabras duras para los que ponen
su confianza en el dinero. Hoy sus palabras son de alabanza para una mujer pobre
que pone a disposición de los demás todo cuanto tiene. Esa es su gran riqueza: “La
generosidad compasiva”. Escuchemos.
Forma de leerlo:
Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención
(sentados).
Preguntas para la lectura:
¿Qué actitudes de los escribas y fariseos deben evitar los discípulos de Jesús?
¿Dónde se encuentra Jesús en la segunda parte del relato? ¿Qué es lo que observa?
¿Qué destaca Jesús de la actitud de la viuda (Mc 12,43-44)?
¿Qué valor da Jesús al gesto de los escribas?, ¿por qué dice que la viuda dio más
que todos los anteriores?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 23,6-7; Lc 20,45-47; Lc 21,1-4; Lc 11,43.
II. Meditatio: ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: El Evangelio de hoy ha puesto ante nuestros ojos un ejemplo de
piedad sin par, una muestra de apertura total a Dios, un culto de corazón que se
hace vida. Ahora la elección es nuestra. Dejémonos interpelar por las ideas
sugeridas por el texto y pongámonos en camino de conversión y de mirada
agradecida.
El Señor critica a los fariseos porque viven su fe de apariencias. ¿Hay algo en mí,
en mi relación con Dios o con los demás, que el Señor podría criticar?
La viuda pobre puso toda su confianza en Dios. ¿Mi confianza en Dios es absoluta,
como la de aquella mujer?
¿Qué actitudes de “escriba” en mi forma de creer o de seguir a Jesús debo
abandonar?
¿Tengo capacidad para “dar” y “darme” con lo poco que tengo y que soy?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra
reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
III. Oratio: ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: La viuda pobre dio de lo que necesitaba, aquello que le era vital, en
un gesto de confianza en el Señor, esperando en Él. Así la viuda es ejemplo de
desprendimiento, pero también de confianza en el Señor. A él le expresamos con la
misma confianza nuestra oración.
Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra
oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o
la súplica confiada.
Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo
(Salmo 145).
IV. Contemplatio: ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: Generosidad y confianza en la Providencia es lo que nos enseña la
viuda del evangelio. Comentando este texto, san Vicente dice a las hermanas:
«Dios bendice más un escudo dado de limosna con buen corazón que muchas
grandes riquezas que no se dan de buena voluntad. Un día, Nuestro Señor vio a
una pobre anciana con su bastón acercarse al gazofilacio, que es lo que nosotros
llamamos cepillo, y echó dentro un pobre denario de limosna, pues no tenía más
que eso. El se sintió más gozoso al ver la buena voluntad de aquella pobre mujer
que del orgullo de los que echaban grandes limosnas; pues la verdad es que Dios
mira solamente la buena voluntad». (IX, 1201).
Y les anima a poner toda su confianza en Dios Providente: «No pretendan
reservarse nada para su subsistencia; fíense siempre de la Providencia. Los ricos
pueden caer en necesidad por ciertas circunstancias que con frecuencia suceden,
pero no caerán nunca jamás en necesidad los que quieren depender enteramente
de Dios. ¿No es bueno vivir de esta forma, hijas mías? ¿Qué hay que temer? Dios
ha prometido que las personas que tengan cuidado de los pobres no carecerán
nunca de nada. Hijas mías, ¿no prefieren las promesas de Dios a los engaños del
mundo? Dios se ha obligado a proveer a vuestras necesidades». (IX,30)
Compromiso: Precisar cuáles son mis dos mejores monedas que quiero entregar
hoy para construir el Reino de Dios.
Oración final
Para que seamos generosos y desprendidos
ayúdanos a confiar y esperar todo de ti,
danos seguridad en ti,
haz que esperemos todo de ti,
haz que te tengamos a ti como nuestra riqueza,
haz que miremos la vida con tus ojos,
haz que coloquemos nuestro corazón en ti,
haz que Tú seas todo para nosotros,
haz que aprendamos a vivir de tu providencia,
haz que creamos que Tú nunca nos abandonas,
haz que experimentemos tu ayuda,
ven en nuestra ayuda…
danos tu corazón y tus sentimientos…
haz que sintamos alegría en dar,
haz que encontremos paz en el servicio,
haz que nuestro corazón reboce de gozo al ayudar…
AMÉN.
Con permiso de somos.vicencianos.org