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Domingo 4C de Adviento: Visitación
DIÁLOGOS sobre el Evangelio del Domingo
(especialmente para radio)
“Dichosa tú que has creído” (Lc 1, 39-45)
José Martínez de Toda, S.J.
(martodaj@gmail.com)
Moderador/a: Buenos días. Estamos aquí en el Estudio… (Se presentan los participantes).
El Evangelio del domingo de hoy nos presenta a la Virgen, que sale de viaje. ¿Adónde
va? ¿A hacer turismo? ¿A distraerse? ¿O a hacer un gran favor? Escuchémoslo.
Lectura del santo evangelio según San Lucas (Lc 1, 39-45)
NARRADOR/A En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un
pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías, y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de
María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo, y dijo a voz en grito:
ISABEL ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para
que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó
de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú que has creído!, porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá.
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Pregunta 1 – Dice el evangelio que María salió de prisa para la casa de su
parienta Isabel. ¿Por qué tanta prisa?
El ángel le había dicho: “ Vas a quedar encinta: tendrás un hijo. Y esto ocurrirá
conservando tu virginidad. Pues para Dios todo es posible. Mira tu prima Isabel que, a pesar
de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril .”
María le creyó al ángel, y salió de prisa para compartir su alegría con Isabel, y
ayudarle en las faenas de casa: traer agua de la fuente, cuidar el corral de gallinas y conejos,
preparar la comida, etc.
Este viaje no sería un paseo. Isabel vivía en Ain Karem, una aldea situada en las
montañas de Judea, a unos 7 kilómetros y medio al oeste de Jerusalén.
Duraría varios días de camino ininterrumpido a través de las montañas, con los
peligros, los imprevistos y las diversas dificultades de un viaje.
Pregunta 2 – ¿Cómo la recibe Isabel?
La alegría de Isabel es desbordante. Dice a María: “¡ Bendita tú entre todas las
mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que venga a visitarme la madre
de mi Señor? Pues tan pronto como oí tu saludo, mi hijo se estremeció de alegría en mi
vientre. ¡Bendita tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha
dicho!”.
Isabel, llena del Espíritu Santo, fue la primera en llamar a María ‘bendita’, "madre de
mi Señor". Fue la primera en conmoverse ante la presencia de Jesús, que traía María.
Pregunta 3 – ¿Cuántas veces la llama ‘Bendita’?
Isabel llama a María ‘Bendita’ tres veces:
- La primera fue: "Bendita entre todas las mujeres". Dios la eligió entre los
pobres para ser la madre de su Hijo.
- La segunda: "Bendito es el fruto de tu vientre". A partir de ahora, una historia
nueva se va a escribir, empieza el Nuevo Testamento, empieza el tiempo de Jesús,
fruto que madura en las entrañas de María y se nos da como bendición a todos
nosotros.
- La tercera: "Bendita tú por haber creído". María es bendita no por su papel
biológico sino por su fe, por ser discípula, por haberse puesto incondicionalmente
en las manos de Dios, por su disponibilidad, considerándose ‘esclava’ del Se￱or.
María e Isabel, dos mujeres bendecidas por Dios, son para nosotros verdaderos
modelos de la espiritualidad de la espera y de la confianza en Dios.
Pregunta 4 – Navidad es el tiempo de los regalos. ¿Qué piensas de ellos?
Te cuento esta historia:
<Anita tenía un papá tecnócrata, que hacía mucho dinero, pero tenía poco tiempo para
su familia. Cada noche Anita le pedía a su papá que le leyera un cuento, antes de irse a
dormir. Así lo hizo por algún tiempo, hasta que encontr￳ una ‘soluci￳n’ para no tener que leer
los cuentos: compró un grabador y un locutor le grabó algunos de los cuentos favoritos de
Anita. Y así cada vez que Anita le pedía un cuento, apretaba el botón, y a escuchar. A Anita
le pareció bien esto por unos días.
Pero de golpe rehusó escuchar tales cuentos grabados.
- “¿Por qué?”, preguntó su papá. Y Anita respondió:
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- Porque no me puedo sentar en las rodillas del grabador.
El papá de Anita le regaló un grabador, pero no se dio a sí mismo, su presencia, su
tiempo, su disponibilidad.>
Pregunta 5 – Entonces, ¿qué conviene regalar?
El Padre Eterno comienza regalándonos a su único Hijo, para que creyendo en Él,
tengamos vida eterna. (Juan 3:16). Fue el mejor regalo.
En este evangelio María visita a Isabel. ¿Qué regalo le trae? No lo sabemos. Pero le
llevó, la alegría y el gozo del Espíritu.
Su regalo principal era ella misma, su presencia, su inspiración. Y éste es el mejor y el
más costoso regalo: sacar tiempo para estar con alguien.
Muchos quisieran este regalo, pero no lo reciben en Navidad.
Los Magos trajeron también sus regalos más bien simbólicos al Niño Jesús.
Pregunta 6 – ¿Qué necesita más hoy la gente?
La gente tiene incertidumbre, miedo. Hay una desconfianza que pulula hoy por todas
partes. Y la gente necesita ánimo, coraje, entusiasmo, ilusión, inspiración, seguridad. Todos
necesitamos paz interior y la alegría que viene del Espíritu Santo.
Cuando visitemos a gente en Navidad, llevémosle inspiración a sus vidas, procuremos
llevarlos más cerca de Dios, compartamos el Espíritu de la Consolación, del entusiasmo, de la
paz y de la alegría, como María lo hizo.
Pregunta 7 – ¿Cuáles son los criterios para hacer regalos de Navidad?
Está bien regalar. Pero, ¡cuidado con los regalos! He aquí algunas reflexiones:
- Sus hijos no necesitan un nuevo juguete, le necesitan a usted.
- Su esposa no necesita el último perfume, le necesita a usted.
- Sus padres ya mayores no necesitan más cosas; necesitan que usted les caliente
sus manos con su calor.
- Dar cosas es fácil (cuando hay dinero), darse uno mismo es lo difícil.
¿Qué le vamos a regalar a Jesús? ¿Le daremos un poco de nuestro amor, de nuestro
tiempo, de nuestra vida a las personas, en las que Él está?
¿Ya tenemos un Nacimiento en nuestra casa? ¿Visitaremos algún Nacimiento
famoso? ¿Le adoraremos como nuestro rey y Señor?
¿Nos decidiremos a amarlo y servirlo en nuestros hermanos, sobre todo en los pobres?
Ojalá que nuestras visitas de Navidad sean como la de María a Isabel, visitas en las
que el Espíritu haga saltar de gozo, de amor y de paz a las personas que veamo.
Despedida
Les invitamos a la Misa, a la Eucaristía, sacramento del amor. Allí veremos el
Nacimiento, pero sin el Niño aún, pero que lo espera ya con las luces encendidas, y con
cantidad de figuras sonrientes. Nosotros también lo esperamos, y nos llenará de vida, de
optimismo, de amor. El Padre Eterno nos regala a su Hijo, el mensajero del amor, y la Virgen
nos lo presentará.
FIN
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<Este GUIÓN RADIOFÓNICO y el de otros domingos pasados y futuros se hallan en
http://www.homiletica.org/ciclos.htm , en
http://www.jesuitas.org.co/documentos/dominical/JoseMartinez/Archivo.html
Los elaborados en Power Point (para Misas, catequesis, etc) pueden verse en
http://homiletica.org/JosemartinezdetodaCICLOBPP.htm
y en http://es.qumran2.net/indice.pax?autore=2728
Parte de ellos también se pueden ver en http://www.radioevangelizacion.org y en
www.facebook.com/PildorasdeFe
Se transmite en 72 emisoras de Unión Radio (Venezuela). En Caracas: Unión Radio
FM 90.3 a las 5am, 7am y 10pm dentro de la Misa del P. Honegger Molina; la misma
Misa con los Diálogos se transmite en Unión Radio AM 1.100 a las 5am, 7am y 8pm; en
DirectTV 980; y en http://www.unionradio.net en ‘Audio en vivo’ en esos mismos horarios.
La grabación está hecha por dos catequistas y el P. Honegger.
Advertencias al Equipo de Locutores :
Conviene que haya un Moderador, que salude al principio, despida y haga las preguntas.
Ellas son respondidas por los otros participantes en el programa.
El programa puede durar unos 15 minutos. Conviene que se reúnan antes para orar juntos,
seleccionar y discutir.
Es importante tener mucho cuidado en no simplemente “leer” el Gui￳n, como si fuera un
cuestionario, sino que lo asuma como una guía de conversación. En radio se nota en seguida
cuándo uno está leyendo, y cuándo conversa. Por ejemplo, en la conversación solemos mover las
manos, sobre todo si estamos contando algo importante; el que simplemente lee, no mueve las
manos.