EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Evangelio según San Juan 18,33b-37.
Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el rey de
los judíos?".
Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?".
Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te
han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?".
Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este
mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera
entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí".
Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: yo soy rey.
Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que
es de la verdad, escucha mi voz".
Comentario del Evangelio por:
Santa Teresa de Jesús (1515-1582), fundadora del Carmelo Descalzo,
mística, doctora de la Iglesia
Camino de Perfección, cap. 22
"Mi reino no es de este mundo”
Rey sois, Dios mío, sin fin, que no es reino prestado el que tenéis. Cuando en el
Credo se dice: “Vuestro reino no tiene fin”, casi siempre me es particular regalo.
Aláboos, Señor, y bendígoos para siempre; en fin, vuestro reino durará para
siempre. Pues nunca Vos, Señor, permitáis se tenga por bueno que quien fuere a
hablar con Vos, sea sólo con la boca... Sí, que no hemos de llegar a hablar a un
príncipe con el descuido que a un labrador, o como con una pobre como nosotras,
que como quiera que nos hablaren va bien.
Razón es que, ya que por la humildad de este Rey, si como grosera no sé hablar
con él, no por eso me deja de oír, ni me deja de llegar a sí, ni me echan fuera sus
guardas; porque saben bien los ángeles que están allí la condición de su rey, que
gusta más de esta grosería de un pastorcito humilde, que ve que si más supiera
más dijera, que de los muy sabios y letrados, por elegantes razonamientos que
hagan, si no van con humildad.
Así que, no porque El sea bueno, hemos de ser nosotros descomedidos. Siquiera
para agradecerle el mal olor que sufre en consentir cabe sí una como yo, es bien
que procuremos conocer su limpieza y quién es. Es verdad que se entiende luego
en llegando, como con los señores de acá, que con que nos digan quién fue su
padre y los cuentos que tiene de renta y el dictado, no hay más que saber...Sí,
llegaos a pensar y entender, en llegando, con quién vais a hablar o con quién estáis
hablando. En mil vidas de las nuestras no acabaremos de entender cómo merece
ser tratado este Señor, que los ángeles tiemblan delante de él. Todo lo manda, todo
lo puede, su querer es obrar. Pues razón será, hijas, que procuremos deleitarnos en
estas grandezas que tiene nuestro esposo y que entendamos con quién estamos
casadas, qué vida hemos de tener.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”