DOMINGO XXXIV. CICLO B
SOLEMNIDAD DE CRISTO REY DEL UNIVERSO.
Jn 18, 33b-37
Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: "¿Eres tú el
rey de los judíos?". Jesús le respondió: "¿Dices esto por ti mismo u otros te
lo han dicho de mí?". Pilato replicó: "¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas
y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has
hecho?". Jesús respondió: "Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza
fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para
que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí".
Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: yo
soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de
la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz".
CUENTO: LA TIENDA DE LA VERDAD
El hombre caminaba paseando por aquellas pequeñas callecitas de la ciudad
provinciana. Como tenía tiempo, se detenía algunos instantes en cada
vidriera, en cada negocio, en cada plaza. Al dar vuelta una esquina se
encontró de pronto frente a un modesto local cuya marquesina estaba en
blanco. Intrigado, se acercó y arrimó la cara al cristal para poder mirar
dentro del oscuro escaparate… pero en el interior sólo vio un atril que
sostenía un cartel escrito a mano. El anuncio era curioso: Tienda de la
verdad. El hombre, sorprendido, pensó que era un nombre de fantasía,
pero no pudo imaginar qué vendían. Entonces entró y, acercándose a la
señorita que estaba en el primer mostrador, preguntó: –Perdón, ¿ésta es la
tienda de la verdad? –Sí, señor, ¿Qué tipo de verdad anda buscando:
verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística, verdad completa…? Pues
sí, allí vendían verdad. Nunca él se había imaginado que esto fuera posible:
llegar a un lugar y llevarse la verdad. Era maravilloso. –Verdad completa –
contest￳ sin dudarlo.“Estoy tan cansado de mentiras y falsificaciones”,
pens￳, “no quiero más generalizaciones ni justificaciones, enga￱os ni
defraudaciones”. –¡Verdad plena! –ratificó. –Perdón, ¿el señor ya sabe el
precio? –No, ¿cuál es? –contestó rutinariamente, aunque en realidad él
sabía que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad. –Mire
que si usted se la lleva –dijo la vendedora – posiblemente durante un largo
tiempo no pueda dormir del todo tranquilo.
Un frío corrió por la espalda del hombre, que pensó durante unos minutos.
Nunca se había imaginado que el precio fuera tan alto.
–Gracias y disculpe… –balbuceó finalmente, antes de salir del negocio
mirando el piso. Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no
estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba
algunas mentiras donde encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones
en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que
enfrentarse consigo mismo. “Quizá más adelante…”, pens￳.
ENSEÑANZA PARA LA VIDA: INTRODUCIR LA VERDAD
El juicio contra Jesús tuvo lugar probablemente en el palacio en el que
residía Pilato cuando acudía a Jerusalén. Allí se encuentran una mañana de
abril del año treinta un reo indefenso llamado Jesús y el representante del
poderoso sistema imperial de Roma. El evangelio de Juan relata el dialogo
entre ambos. En realidad, más que un interrogatorio, parece un discurso de
Jesús para esclarecer algunos temas que interesan mucho al evangelista. En
un determinado momento Jesús hace esta solemne proclamación: "Yo para
esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la
verdad, escucha mi voz" .
Esta afirmación recoge un rasgo básico que define la trayectoria profética
de Jesús: su voluntad de vivir en la verdad de Dios. Jesús no solo dice la
verdad, sino que busca la verdad y solo la verdad de un Dios que quiere un
mundo más humano para todos sus hijos e hijas. Por eso, Jesús habla con
autoridad, pero sin falsos autoritarismos. Habla con sinceridad, pero sin
dogmatismos. No habla como los fanáticos que tratan de imponer su
verdad. Tampoco como los funcionarios que la defienden por obligación
aunque no crean en ella. No se siente nunca guardián de la verdad sino
testigo.
Jesús no convierte la verdad de Dios en propaganda. No la utiliza en
provecho propio sino en defensa de los pobres. No tolera la mentira o el
encubrimiento de las injusticias. No soporta las manipulaciones. Jesús se
convierte así en "voz de los sin voz, y voz contra los que tienen demasiada
voz" (Jon Sobrino). Esta voz es más necesaria que nunca en esta sociedad
atrapada en una grave crisis económica. La ocultación de la verdad es uno
de los más firmes presupuestos de la actuación de los grandes poderes
financieros y de la gestión política sometida a sus exigencias. Se nos quiere
hacer vivir la crisis en la mentira.
Se hace todo lo posible para ocultar la responsabilidad de los principales
causantes de la crisis y se ignora de manera perversa el sufrimiento de las
víctimas más débiles e indefensas. Es urgente humanizar la crisis poniendo
en el centro de atención la verdad de los que sufren y la atención prioritaria
a su situación cada vez más grave. Es la primera verdad exigible a todos si
no queremos ser inhumanos. El primer dato previo a todo. No nos podemos
acostumbrar a la exclusión social y la desesperanza en que están cayendo
los más débiles. Quienes seguimos a Jesús hemos de escuchar su voz y salir
instintivamente en su defensa y ayuda. Quien es de la verdad escucha su
voz. ( José Antonio Pagola ) ¡QUE TENGAS UNA SEMANA LLENA DE
VERDAD!