EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Miércoles de la trigésima cuarta semana del tiempo ordinario
Apocalipsis 15,1-4.
Después vi en el cielo otro signo grande y admirable: siete Angeles que llevaban las
siete últimas plagas, con las cuales debía consumarse la ira de Dios.
También vi como un mar de cristal, mezclado de fuego. Los que habían vencido a la
Bestia, a su imagen y la cifra de su nombre, estaban de pie sobre el mar, teniendo
en sus manos grandes arpas,
y cantaban el canto de Moisés, el servidor de Dios, y el canto del Cordero, diciendo:
"¡Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios todopoderoso; justos y
verdaderos son tus caminos, Rey de los pueblos! ¿Quién dejará de temerte, Señor,
quién no alabará tu Nombre?
Sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque se ha
manifestado la justicia de tus actos".
Salmo 98(97),1.2-3ab.7-8.9.
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria.
El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Resuene el mar y todo lo que hay en él,
el mundo y todos sus habitantes;
aplaudan las corrientes del océano,
griten de gozo las montañas al unísono.
Griten de gozo delante del Señor,
porque él viene a gobernar la tierra;
él gobernará al mundo con justicia,
y a los pueblos con rectitud.
Evangelio según San Lucas 21,12-19.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las
sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de
mi Nombre,
y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa,
porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus
adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y
amigos; y a muchos de ustedes los matarán.
Serán odiados por todos a causa de mi Nombre.
Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza.
Gracias a la constancia salvarán sus vidas .
Comentario del Evangelio por:
San Ambrosio (c.340-397), obispo de Milán y maestro de San Agustín,
doctor de la Iglesia, Padre de la Iglesia Latina.
Sermón 10 sobre el salmo 118
“No se perderá ni un solo pelo de vuestra cabeza”
¿En qué son justos los juicios de Dios? En el sentido de que es por el esfuerzo y
las pruebas como se alcanza la recompensa del cielo. De la misma manera que por
el juicio de los hombres la corona de un precio se atribuye a los atletas que
combaten, lo mismo la palma de la victoria es concedida por el juicio de Dios a los
cristianos que luchan (cf 1Co 9,25). "Al vencedor le concederé sentarse conmigo en
mi trono", dice el Señor (Ap 3,21).
Así como el metal es refinado por el fuego, nuestra vida es probada por el fuego,
con el fin de que la fuerza de nuestra virtud se manifieste en los combates... En
efecto, ¿qué hacemos de grande si mostramos satisfacción a Dios en el bienestar,
cuando nada desagradable nos enturbia? Lo que es admirable, es mostrarse
satisfecho ante la voluntad de Dios en medio de las dificultades y las vejaciones, si
no te rebelas en la privación, si no te impide alabar su justicia. Cuanto más grandes
son las pruebas, mayor será el consuelo que te está reservado. Sin embargo, para
no caer, cuanto más te veas cercado por duras pruebas, más le debes rogar al
Verbo de Dios que te de corage.
servicio brindado por el Evangelio del Día, www.evangeliodeldia.org”