ARQUIDIÓCESIS DE BUCARAMANGA
PARROQUIA EUDISTA “SAN JUAN MARIA VIANNEY”
KRA 8 No 8N-264, BUCARAMANGA – TEL: 6731908
COMUNIDAD DE ALABANZA CON TODOS LOS GRUPOS, MOVIMIENTOS Y COMUNIDADES
PARROQUIALES TODOS LOS VIERNES A LAS 7:00 P.M.
HORARIOS DE MISAS DE LUNES A SÁBADO: 6:00 P.M.
Domingos: 9:00 a.m. y 6:00 p.m. en el Templo parroquial
AÑO DE LA FE
LECTIO DIVINA DEL DOMINGO I DE ADVIENTO
Entrada : Hemos de ensanchar nuestro corazón y dejar que se dilate nuestra esperanza al empezar
el Adviento. Cristo viene para hacernos partícipes de la santidad misma de Dios.
Haré brotar para David un germen justo
Lectura del libro de Jeremías 33, 14-16
Llegarán los días —oráculo del Señor— en que Yo cumpliré la promesa que pronuncié acerca
de la casa de Israel y la casa de Judá:
En aquellos días y en aquel tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará la
justicia y el derecho en el país. En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará
segura.
Y la llamarán así: «El Señor es nuestra justicia».
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial 24, 4-5a 8-10. 14
R. A ti, Señor, elevo mi alma.
Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R.
El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
Él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres. R.
Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza. R.
Que el Señor fortalezca sus corazones
para el Día de la Venida del Señor
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica 3, 12-4, 2
Hermanos:
Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás,
semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que Él fortalezca sus corazones en la
santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del
Señor Jesús con todos sus santos. Amén.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan
conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a
Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. Ya conocen las
instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
Palabra de Dios.
Aleluia Sal 81, 8
Aleluia.
¡Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!
Aleluia.
Está por llegar la liberación
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 21, 25-28. 34-36
Jesús dijo a sus discípulos:
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de
la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de
miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por
llegarles la liberación.
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de
la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque
sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir.
Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre. Palabra de Dios.
LECTIO DIVINA PARA LA HOMILÍA DOMINICAL
1. SIGNIFICADO DEL UNIVERSO EN LA ANTIGÜEDAD
Según la concepción de la antigüedad, el universo es tenido a raya, ordenado y dirigido por
potencias espirituales que tienen su morada en el espacio celeste. Las potencias del cielo se verán
sacudidas, por ello irrumpirá el caos sobre el universo. Recordemos que al principio todo era caos y
oscuridad (cfr. Génesis), la venida del Señor es sobre todo los astros y todo el universo como lo va a
mostrar las lecturas en el día de hoy, para decirnos que volveremos a experimentar caos y
oscuridad, pero no como amenaza o como si el mundo se fuera a acabar, sino una finalidad
espiritual, para renacer el día de Cristo, este es el propósito del evangelista en el día de hoy.
2. ¿QUÉ SEÑALES DEBE CREER TODO DISCÍPULO?
El discípulo de Cristo conoce el significado de estos acontecimientos por la palabra de Cristo. Son
señales del que ha de venir. El horizonte de las palabras se extiende al mundo entero. La humanidad
está dividida en dos grandes campos: el uno -los «hombres»- se consume de pánico, el otro -los
discípulos- afronta esta hora con gozosa expectativa.
3 ¿VIVIR SIN O CON CRISTO?
Sin Cristo, ansiedad, desespero, amargura, frustración, muchas personas viven desesperadas o no
pueden dormir no por cuestiones solo de salud, sino porque existe algo que no les deja en paz; con
Cristo, en cambio, todo es esperanza inquebrantable, se sufre pero se goza, se tienen momentos de
pruebas pero son pocos para lo que es el cielo, la verdadera felicidad. Tiembla el universo cuando se
levanta Dios y visita la tierra. El sacudimiento del universo a la venida del Hijo del hombre sirve
seguramente sólo para la representación del Hijo del hombre, al que Dios ha dado todo poder
en el cielo y sobre la tierra. Cuando en su venida atraviese los espacios del universo, temblarán
los poderes del cielo de respeto y sobrecogimiento.
“…Pero nosotros, los que conocemos los gozos eternos de la patria celestial, debemos
darnos prisa a poseerlos cuanto antes; debemos desear caminar más apresurados y llegar a
ella por el camino más breve; porque ¿de qué males no se ve acosado el mundo? ¿Hay
tristeza o adversidad alguna que no nos oprima? ¿Qué es la vida mortal sino un camino?
Pues considerad, hermanos míos, qué tal cosa sea sentirse desfallecer de la fatiga del camino
y no querer que ese camino tenga fin”. (San Gregorio Magno)
La venida del Hijo del hombre es el día de la recolección para la Iglesia. Según Marcos, el Hijo
del hombre enviará a los ángeles para que reúnan a sus escogidos desde los cuatro vientos (Mc
13.27). De ello no dice nada Lucas.
4 EL DÍA DE LA LIBERACIÓN
El tiempo de la Iglesia entre la ascensión y la segunda venida era tiempo de misión, tiempo de
recogida de los pueblos; ahora es el tiempo en el que la Iglesia reunida recibe su forma plena y su
liberación definitiva.
ORACIÓN DE SAN JUAN DE ÁVILA
¡Grande es el día del Señor, y muy terrible!
Magnas enim dies Domini, et terribilis valde,
et quis substinebit eum? (Ioel 2,11
¡Oh cuán amargas serán aquel día las riquezas superfluas, las risas, el perdimiento de tiempo!
Día grande,porque es día de gran cuenta.
¿Quién se hallará justo en aquel día?
Omnes gressus meos dinumeraverunt, dice Pablo.
Puesto está Dios en talaya, contando todos mis pasos.
—¿Qué pasos son éstos? ¿Son los pasos del cuerpo? —
No; que no sería mucho ser un hombre tan cuerdo que no diese paso sin propósito.
No me contentaré, dice Dios, de pedirle cuenta por qué no hiciste limosna,
por qué no oísteis misa,
por qué no hicisteis obras de caridad,
sino que también la pediré cómo las hicisteis,
con qué corazón, con qué intención rezasteis,
si por provecho propio o por honra vana.
Yo tomaré—Dios—una hacha—mi eterna sabiduría—
y andaré por los rincones de tu alma. (amén) .
LECTIO DIVINA DESDE UN CUENTO PARA JÓVENES
Un consejo
El eremita, que se hallaba meditando en su cueva del Himalaya, abrió los ojos y descubrió, sentado
frente a él, a un inesperado visitante: el abad de un célebre monasterio. ¿Qué deseas?, le preguntó el
eremita.
El abad le contó una triste historia. En otro tiempo, su monasterio había sido famoso en todo el
mundo occidental, sus celdas estaban llenas de jóvenes novicios y en su iglesia resonaba el
armonioso canto de sus monjes. Pero habían llegado malos tiempos: la gente ya no acudía al
monasterio a alimentar su espíritu, la avalancha de jóvenes candidatos había cesado y la iglesia se
hallaba silenciosa. Sólo quedaban unos pocos monjes que cumplían triste y rutinariamente sus
obligaciones.
Lo que el abad quería saber era lo siguiente: "¿Habían cometido algún pecado para que el
monasterio se viera en esta situación?" "Sí" - respondió el eremita -, "un pecado de ignorancia".
"¿Y qué pecado puede ser ése?"
"Uno de ustedes es el Mesías disfrazado, y el resto no lo sabe". Y dicho esto, el eremita cerró los
ojos y volvió a su meditación.
Durante el penoso viaje de regreso a su monasterio, el abad sentía cómo se desbocaba su corazón
al pensar que el Mesías, el ¡mismísimo Mesías!, ya había vuelto a la tierra y había ido a parar
justamente en su monasterio.
¿Cómo no había sido capaz de reconocerlo? ¿Y quién podría ser? ¿Acaso el hermano cocinero? ¿El
hermano sacristán? ¿El hermano administrador? ¿O sería él, el hermano prior? ¡No, él no! Por
desgracia, él tenía demasiados defectos...
Pero resulta que el eremita había hablado de un Mesías "disfrazado". ¿No serían aquellos defectos
parte de su disfraz? Bien mirado, todos los monjes del monasterio tenían defectos... ¡Y uno de ellos
tenía que ser el Mesías!
Cuando llegó, reunió a los monjes y les contó lo que había averiguado. Los monjes se miraban
incrédulos unos a otros: ¿El Mesías, aquí? ¡Increíble! Claro que si estaba disfrazado, entonces, tal
vez... ¿Podría ser Fulano? ¿O Mengano? ¿O...?
Una cosa era cierta: si el Mesías estaba allí disfrazado, no era probable que pudieran reconocerlo.
De modo que empezaron todos a tratarse con respeto y consideración. "Nunca se sabe", pensaba
cada cual para sí cuando trataba con otro monje, "tal vez es éste".
El resultado fue que el monasterio recobró su antiguo ambiente de gozo desbordante. Pronto
volvieron a acudir docenas de candidatos pidiendo ser admitidos en la Orden, y en la iglesia volvió a
escucharse el jubiloso canto de los monjes, radiantes del espíritu del amor.
LECTIO DIVINA DESDE UNA EXPERIENCIA DE UNA COMUNIDAD DE ALABANZA
UN CORAZÓN PURO Y DISPUESTO A ADORARLO
Estamos a un mes de la celebración de la navidad, una época de alegría ya que conmemoramos el
nacimiento de JESÚS nuestro Señor y salvador, por eso es muy importante que nos preparemos de la
mejor manera, tenemos cuatro semanas que deben llegar a lo más profundo de nuestros corazones para
que comencemos a evaluar la condición como cristianos que somos, como personas que realmente están
buscando la felicidad en JESÚS.
En estos días al estar orando con un grupo de amigos en un cenáculo, el santo rosario que día a día nos
trae bendiciones cuando lo meditamos y lo vivimos con amor, le rogaba a la virgen MARÍA que nos hiciera
como niños, para así no pensar tanto en todos aquellos apegos que nos alejan de DIOS, por el contrario
que nos permitiera creer ciegamente en su bondad y misericordia, para así poder vivir con una fe
inquebrantable, que nos ayude a recrearnos en la infancia de JESÚS.
Precisamente en esa petición comunitaria le rogué con plena confianza, lleno de esperanza le supliqué que
me permitiera recibir a su hijo en mi corazón a pesar de mis errores, de mis defectos, de mi orgullo,
sentía una necesidad tan grande de tenerlo en mis brazos y poder decirle “TE AMO CON TODO MI
CORAZÓN MI PEQUEÑO JESÚS” , estoy dispuesto a hacer tu voluntad y entiendo que para poder
tenerte y recibirte debo ser humilde, debo cambiar, debo permitir que obres en mi vida, por eso quiero
abandonarme totalmente en ti. Todos presentamos nuestras intenciones, a través de este santo rosario
queríamos encontrarnos con el hijo de DIOS, un hermoso motivo que nos permite reconocer que en la
sencillez de la oración encontramos la paz y el amor.
Meditamos los misterios gloriosos, a medida que iba avanzando la oración el rostro de cada uno de los
presentes iba brillando, comenzaba a sentirse un calor fuerte y agradable que se sentía en todo nuestro
cuerpo , en toda la sala, que nos llevó a entender que cuando dos o más se reúnen en el nombre de
JESÚS, ahí está ÉL y se hace presente ¡y de que manera !, la alegría nos avasallaba, la presencia de
nuestra madre se sentía en el aire que respirábamos y lo más importante es que se sentíamos que JESÚS
en su infinito amor se hacia niño para que nosotros lo pudiéramos abrazar en lo más profundo de nuestra
alma.
“Cuando rezamos con fe, nos disponemos y perseveramos en la oración JESÚS descarga todas sus
bendiciones en nosotros, ÉL llega a cada corazón dependiendo que tanto le abramos la puerta de
nuestro ser, una oferta única que la vivimos cuando asistimos con entusiasmo a su presencia, por
eso me atrevo a decir que cada oración que dejamos de hacer por pereza o desgano es una
bendición que dejamos de recibir ”.
Retomando este hermoso momento que vivimos puedo decir que estábamos llenos del ESPIRITU SANTO,
que nos fortalecía y nos ayudaba a encontrarnos más con JESÚS y MARÍA que felizmente nos observaba,
se paseaba por toda la casa y recibía con agrado esas hermosas rosas que le entregábamos con amor, se
gozaba con nuestra entrega sin condición.
Hoy pensando con más tranquilidad y recordando este bello momento, puedo entender que nuestra madre
nos estaba preparando para vivir este adviento, tiempo de espera donde la entrega a nuestro amado
JESÚS debe prevalecer, su nacimiento debe ser lo más importante en esta navidad.
Tenemos cuatro semanas para ir acomodando nuestra vida, ir analizando el bien que hemos hecho y que
hemos dejado de hacer, un camino que debemos ir trazando de manera segura, con paso firme, sin temor
alguno, por eso es importante que lo vivamos con sinceridad, la oración debe ser intensa, tenemos seis
días para preparar cada domingo, por eso vivámoslos con mucha profundidad espiritual, meditemos la
palabra de DIOS, aumentemos la oración, abandonemos todo lo malo de nuestras vidas, no dejemos pasar
un día sin darle gracias a DIOS por todo lo que hace por nosotros. Dispongámonos al encuentro con el
niño JESÚS, imaginemos que para llegar a ese pequeño establo debemos trasegar con perseverancia,
quizá en el camino nos vamos a encontrar con obstáculos que se atravesarán para distraernos del
verdadero sentido de la navidad, por eso estemos atentos a no caer en la tentación, revistámonos del
ESPIRITU DE DIOS, busquemos la meta divina, pasaremos por ríos, por montañas, por valles, pero al
final llegaremos a nuestro objetivo , nos encontraremos con aquel hermoso niño y le entregaremos todo
lo bueno de nosotros, entonces lo cargaremos alegremente, lo abrazaremos , le ofreceremos nuestras
oraciones y obras de misericordia que hemos realizado con amor.
Lo adoraremos con todas nuestras fuerzas, le sonreiremos, lo consentiremos y uniremos nuestro corazón
al suyo, comenzando una vida nueva que nos permitirá avanzar sin temor, nos sentiremos completamente
plenos en su amor.
Roguémosle a MARÍA nuestra madre que nos ayude a preparar el nacimiento de su hijo, por eso con
humildad vivamos el sacramento de la penitencia, para que podamos recrearnos con la belleza de nuestro
adorado niño JESÚS con un corazón limpio purificado por el perdón y la misericordia de nuestro DIOS.
Recibe un caluroso saludo, cargado de la bendición de nuestra madre MARÍA y de su amado hijo JESÚS
quien te dice que hoy y siempre quiere nacer en tu corazón.
Giovanni