Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Adviento,
Semana No. 1, Miércoles
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Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: El Señor invita a su convite y enjuga las lágrimas de todos
los rostros * Habitaré en la casa del Señor por años sin término. * Jesús cura a
muchos y multiplica los panes
Textos para este día:
Isaías 25,6-10a:
Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este
monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares
enjundiosos, vinos generosos. Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos
los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones. Aniquilará la muerte para
siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de
su pueblo lo alejará de todo el país. -Lo ha dicho el Señor-. Aquel día se dirá: "Aquí
está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos
con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte."
Salmo 22 :
El Señor es mi pastor, nada me falta: / en verdes praderas me hace recostar; / me
conduce hacia fuentes tranquilas / y repara mis fuerzas. R.
Me guía por el sendero justo, / por el honor de su nombre. / Aunque camine por
cañadas oscuras, / nada temo, porque tú vas conmigo: / tu vara y tu cayado me
sosiegan. R.
Preparas una mesa ante mí, / enfrente de mis enemigos; / me unges la cabeza con
perfume, / y mi copa rebosa. R.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan / todos los días de mi vida, / y habitaré
en la casa del Señor / por años sin término. R.
Mateo 15,29-37:
 
En aquel tiempo, Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en
él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y
muchos otros; los echaban a sus pies, y él los curaba. La gente se admiraba al ver
hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos,
y dieron gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da lástima de la gente, porque llevan ya
tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no
sea que se desmayen en el camino." Los discípulos le preguntaron: "¿De dónde
vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?"
Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos contestaron: "Siete y unos
pocos peces." Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y
los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los
discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete
cestas llenas.
Homilía
Temas de las lecturas: El Señor invita a su convite y enjuga las lágrimas de todos
los rostros * Habitaré en la casa del Señor por años sin término. * Jesús cura a
muchos y multiplica los panes
1. Un banquete delicioso
1.1 Un banquete no es solamente una gran cantidad o una buena calidad de
comida. Es un punto alto y bello de la relación entre los parientes o amigos. Por lo
menos así lo ha entendido siempre el Oriente, donde invitar a comer es un modo
elocuente de abrir el corazón.
1.2 Y sin embargo, la abundancia importa; no sólo por la satisfacción deleitable del
paladar y los sentidos, sino por lo que ello implica de descanso y confianza hacia el
futuro. Abundancia de algún modo significa provisión futura. Por eso, en la lectura
del profeta Isaías del día de hoy, junto a la imagen del banquete abundante está el
triunfo sobre la muerte. He aquí la victoria que aguarda el profeta: vida que se
hace fuerte por el alimento y vida que recibe defensa contra la muerte. Fuertes por
dentro y protegidos por fuera: esa es la imagen de los redimidos.
2. El Banquete de Cristo y Cristo como alimento
2.1 Cristo prepara un banquete para los suyos, con lo que cumple de modo
magnífico y pleno lo vislumbrado por el profeta. Un banquete sobrio en cuanto a las
viandas pero delicioso en su manera de manifestar la providencia.
2.2 Miremos más de cerca las características de esta cena peculiar: se trata de la
comida que ha nacido de su compasión; se trata de alimento para que no
desfallezcan por el camino, es decir: es comida para el camino; se trata de comida
que reparten sus discípulos; se trata, finalmente, de comida "en acción de gracias",
capaz de saciar a todos.
2.3 Estas características son propias del mismo Cristo. Su presencia entre nosotros
nace de la compasión; está a nuestro lado sosteniendo nuestro caminar; llega a
nosotros por ministerio de sus apóstoles y predicadores; él es nuestra Eucaristía y
puede saciar todo corazón y todo anhelo.
Fr. Nelson Medina, O.P.