Palabra de Dios
para alimentar tu día
Fr. Nelson Medina F., O.P
Adviento,
Semana No. 1, Jueves
Lecturas de la S. Biblia
Temas de las lecturas: Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad *
Bendito el que viene en nombre del Señor. * El que cumple la voluntad del Padre
entrará en el reino de los cielos
Textos para este día:
Isaías 26,1-6:
Aquel día, se cantará este canto en el país de Judá: "Tenemos una ciudad fuerte, ha
puesto para salvarla murallas y baluartes: Abrid las puertas para que entre un
pueblo justo, que observa la lealtad; su ánimo está firme y mantiene la paz, porque
confía en ti. Confiad siempre en el Señor, porque el Señor es la Roca perpetua:
doblegó a los habitantes de la altura y a la ciudad elevada; la humilló, la humilló
hasta el suelo, la arrojó al polvo, y la pisan los pies, los pies del humilde, las
pisadas de los pobres."
Salmo 117 :
Dad gracias al Señor porque es bueno, / porque es eterna su misericordia. / Mejor
es refugiarse en el Señor / que fiarse de los hombres, / mejor es refugiarse en el
Señor / que fiarse de los jefes. R.
Abridme las puertas del triunfo, / y entraré para dar gracias al Señor. / Ésta es la
puerta del Señor: / los vencedores entrarán por ella. / Te doy gracias porque me
escuchaste / y fuiste mi salvación. R.
Señor, danos la salvación; / Señor, danos prosperidad. / Bendito el que viene en
nombre del Señor, / os bendecimos desde la casa del Señor; / el Señor es Dios, él
nos ilumina. R.
Mateo 7,21.24-27:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No todo el que me dice "Señor,
Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre
que está en el cielo.
 
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel
hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos,
soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque
estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel
hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos,
soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente."
Homilía
Temas de las lecturas: Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad *
Bendito el que viene en nombre del Señor. * El que cumple la voluntad del Padre
entrará en el reino de los cielos
1. Una casa firme
1.1 Poco a poco vamos entrando en el espíritu del adviento. Creo que ya
comprendemos la metodología que ha precedido la elección de las lecturas: una
profecía, en algún texto del Antiguo Testamento, con preferencia, Isaías; y su
cumplimiento, a menudo sobreabundante, en algún texto de los Evangelios. Hoy el
tema es la firmeza: Dios anuncia firmeza, Cristo muestra el camino de una vida de
sólidos cimientos.
1.2 La Biblia nos enseña consecuentemente que la firmeza está ligada a la
confianza. Puesto que nadie lo puede todo por sí mismo, su firmeza depende en el
fondo de quiénes son sus aliados y cuáles son sus alianzas. El mensaje es: "si
haces alianza con el más fuerte, puedes confiar y mirar al futuro con paz, porque tu
vida será firme". El Señor Dios recibe así un elogio singular: la "Roca perpetua".
1.3 En contraste con la ciudad que se edifica sobre esta Roca, está la ciudad
encumbrada, la ciudad altiva. ¿En qué pensaba el profeta cuando hablaba así? Lo
más probable es que, más que en un lugar en el mapa, el profeta estuviera
describiendo simbólicamente el destino de la soberbia humana, que nada puede
esperar sino su estruendosa caída.
2. La firmeza de la experiencia
2.1 Cristo nos habla también de firmeza, con la conocida imagen de las dos casas,
una sobre roca y otra sobre arena. La casa sobre la roca corresponde a aquel que
ha puesto en práctica la palabra: un hecho que cabe destacar, porque la solidez no
proviene aquí de un sentimiento o de una valoración subjetiva sino de la
experiencia que al parecer dan solamente las obras. Conoce la verdad de la palabra
quien ha puesto a prueba la palabra.
2.2 ¿Qué amenaza a estas casas? Vientos y crecidas. Su rostro particular o su
nombre propio será diferente en la vida de cada uno de nosotros, pero lo que debe
quedarnos claro es que nuestra existencia como cristianos recibirá amenazas. No
existe algo así como una "pacífica posesión" de la vida de la gracia. Ser de Dios y
soportar torrentes y tempestades es una misma cosa en esta tierra.
3. Encontrar firmeza
3.1 Volvamos a Isaías. Hay júbilo en sus palabras. Ha encontrado firmeza. La
ciudad es fuerte, está guarnecida por Dios. Es una experiencia grata que tiene su
plenitud en aquel que no cambia, porque es Roca Perpetua. Volver a Dios que no
cambia; volver a Dios y saber que él siempre está ahí, que su amor es indeclinable,
que su misericordia no conoce ocaso. ¡Qué dulce este mensaje para el alma que
peregrina!
3.2 Es lo que sentimos al celebrar la Eucaristía o al adorar el misterio de Jesús en el
altar y en el sagrario. Cuando hemos tenido oportunidad de viajar miles de
kilómetros y de pronto encontramos una iglesia católica, y tímidos nos acercamos al
sagrario, ¡qué grato y qué reconfortante es saber que allí está el mismo Jesús que
nos despidió cuando salíamos de viaje! Él nos despide y Él nos aguarda. Así será
también, por su bondad, a la hora de nuestra muerte: él, en su viático nos despide,
él en su gloria nos acoge.
Fr. Nelson Medina, O.P.