Escuchar y ponerlas en práctica.
2012-12-06
Evangelio
Del santo Evangelio según san Mateo 7, 21. 24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga “¡Señor,
Señor!”, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi
Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre
prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se
desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba
construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un
hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las
crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron
completamente». Palabra del Señor.
Oración introductoria
Dios mío, al inicio de esta oración invoco tu auxilio porque quiero cumplir siempre
tu voluntad. Con humildad y una gran esperanza te suplico que permitas que mi fe
ilumine todos los acontecimientos de mi vida personal y apostólica. Creo, Señor,
pero aumenta mi fe.
Petición
Jesús, te pido que esta oración llegue a conformar mi mente, mi corazón, mi
voluntad y mi obrar con tu santísima voluntad.
Meditación
Escuchar y ponerlas en práctica.
«Invita a sus discípulos a escuchar sus palabras y a ponerlas en práctica. De este
modo Él coloca al discípulo y a su camino de fe en el horizonte de la Alianza,
constituida por la relación que Dios estableció con el hombre, a través del don de
su Palabra, entrando en comunicación con nosotros. El Concilio Vaticano II afirma:
"Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora
con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía”.
"En esta visión, cada hombre se presenta como el destinatario de la Palabra,
interpelado y llamado a entrar en este diálogo de amor mediante su respuesta
libre". Jesús es la Palabra viviente de Dios. Cuando enseñaba, la gente reconocía en
sus palabras la misma autoridad divina, sentía la cercanía del Señor, su amor
misericordioso, y alababa a Dios» (Benedicto XVI, 6 de marzo de 2011).
Reflexión apostólica
«La dirección espiritual es una búsqueda en la fe de la voluntad de Dios y de sus
implicaciones concretas para la propia vida. Esta búsqueda se realiza en un marco
de libertad, confianza y respeto, de oración y escucha al Espíritu Santo, con la
ayuda de un sacerdote o laico capacitado y experimentado en los caminos de la
vida espiritual» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi , n. 398).
Propósito
Programar mi siguiente dirección espiritual. Si no tengo director espiritual,
proponerme a buscar uno.
Diálogo con Cristo
Señor, después de esta oración, estoy convencido de que un acto de obediencia,
hecho por amor, te agrada más que muchas oraciones recitadas sólo con los labios.
Me doy cuenta de que la verdadera santidad se resume en mi obediencia alegre,
pronta y de llena de amor. Dame un corazón humilde y obediente para cimentar mi
fe en la roca firme de tu voluntad.
«Dios viene en ayuda de nuestra debilidad; cuando queríamos construir nuestra
santificación sobre la roca de nuestro esfuerzo semipelagiano, Dios nos hace ver
que la única roca inconmovible es la de su gracia, la del don sobreabundante de su
amor, convertido en salvación y fuerza para los que creen en Él. A Dios le agrada
más la obediencia que las grandes obras»
(Cristo al centro, n.478).