XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C.
San Lucas 16, 1-13: ¿A poco Cristo nunca tocó una moneda?Autor: Padre Alberto Ramírez Mozqueda
“Forzosamente el
principio y la raíz de tus riquezas proceden de la injusticia. Porque Dios al
principio no hizo a uno rico y a otro pobre, sino que dejó a todos la misma
tierra. ¿De dónde, pues, siendo la tierra común, tienes tú tantas hectáreas de
tierra y tu vecino ni un palmo de terreno?”S. Juan Crisóstomo. “Abrid de para en
par las puertas de vuestro graneros, dad salida a vuestras riquezas en todas las
direcciones. Dime, ¿Qué es lo que te pertenece? ¿de dónde trajiste nada a la
vida? ¿de quién lo recibiste?...Así son los ricos: se apoderan los primeros de
lo que es de todos y se lo apropian, sólo porque se han adelantado a los demás.
Si cada uno se contentase con lo indispensable para atender a sus propias
necesidades y dejase lo indispensable a los indigentes, no habría ricos ni
pobres. Del hambriento es el pan que tú retienes”. San Basilio. “No le das al
pobre de lo tuyo, sino que le devuelves lo que es suyo” San Ambrosio. “Cuántas
almas asesinadas cuelgan de los collares de las damas enjoyadas. Si vendieras
una sola de tus joyas, distribuyendo su precio entre los pobres, conocerías por
las necesidades remediadas, cuántos sufrimientos vale tu ornato y tu adorno” San
Cirilo de Alejandría. “Esas monedas de metal acuñado, que van y viene todos los
días de unas manos a otras, del mercader, del banquero, del avaro, esas
asquerosas monedas que el asesino entrega al sicario, el usurero al hambriento
el enemigo al traidor, el negociante al concesionario, el lujurioso a la mujer
vendida y comprada …convencen al hijo de que mate a su padre, a la esposa de que
traicione al esposo, al pobre malvado de que apuñale al rico malvado, al criado
a que engañe al amo, al salteador de que despoje al caminante, empuerca las
manos inocentes de los hijos, circula sobre la faz de la tierra excitando odios,
aguijoneado las apetencias, acelerando la corrupción y la muerte…El dinero es la
hostia infame del demonio. quien toca el dinero con voluptuosidad, toca sin
saberlo, el excremento del demonio” G. Papini. “El súper confort de los
satisfechos se paga con la miseria de las masas, cada vez más numerosas”.Obispo
Helder Cámara. “No sería cristiano, ni siquiera humano, que, en tiempos
difíciles de crisis económica y de grave desocupación, quienes se encuentran
libres de tales problemas mantuvieran un ritmo de vida hecho de ostentación, de
lujo y de consumismo, que constituiría una ofensa para tantas familias”. Juan
Pablo II.
Toda esa larga serie de textos, desconocidos para muchos de nosotros, grandes
personajes, antiguos unos y recientes otros, es para decir que el hombre que no
tuvo nunca ninguna moneda en sus manos, el hombre que no tuvo nunca bolsillo
dónde guardar su tesoro, Cristo Jesús, nos ha dejado una frase lapidaria:
“No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o
se apegará al primero y despreciará al segundo, en resumen, que no pueden
ustedes servir a Dios y al dinero”.
Cristo Jesús puso como modelo de astucia, de sagacidad y de ingenio, al
mayordomo que para ganarse la confianza de los hombres, en el momento en que se
ve despedido, supo hacer las cosas de tal manera que las puertas de los deudores
de su amo estuvieran abiertas para él. Cristo no alabó al rufián, al defraudador
sino al que supo usar de la treta, de la artimaña y el ardid, para abrirse
puertas en la vida. Así desea el Señor que nosotros usemos de los bienes que
pasan por nuestras manos. Que sea simplemente eso, un pasar por nosotros y un
hacer para que esos bienes, se conviertan en una fuente de trabajo, de
manutención y de fraternidad.