IV Domingo de Cuaresma, Ciclo A

Autor: Padre Antonio Izquierdo   

 

 

Primera lectura: 1Sam 16, 1.4.6-7.10-13; segunda: Ef 5, 8-14;Evangelio Jn 9, 1-41

NEXO entre las LECTURAS

El cristianismo desde los inicios se ha presentado como una sorprendente paradoja, y tal vez ésta es la clave de la liturgia de hoy. Dios no mira, como los hombres, las apariencias, sino el corazón, por eso ha elegido al más pequeño de los hijos de Jesé, a David, para ungirlo rey de Israel (primera lectura). En el Evangelio, Jesús declara: "Yo he venido para dar la vista a los ciegos y para privar de ella a los que creen ver". En el mundo helenístico, Efeso como Corinto, eran ciudades cosmopolitas, famosas, ilustres por su cultura y por su refinamiento 'espiritual'. Según san Pablo, los cristianos son los hijos de la luz, los paganos de Efeso pertenecen más bien al reino de las tinieblas que hay que desenmascarar, para que las ilumine Cristo (segunda lectura).

MENSAJE DOCTRINAL

La paradoja cristiana no nos resulta extraña. Deriva de la concepción misma de la revelación que Dios nos ha hecho de sí mismo y de su designio de salvación. El Dios cristiano es el más cercano, y a la vez el más lejano, el totalmente otro; es omnipotente y se nos presenta débil; es Padre amoroso, con entrañas maternas, y juez que dará a cada uno según se merezca; es espiritual e invisible y se hace visible en la transparencia de la carne. La paradoja que nos presenta la liturgia, este domingo, entra dentro de este conjunto de paradojas cristianas.

En la valoración humana de las cosas y de las personas, entre más grande es una tarea se busca y elige para ella a la persona más preparada, con mayor liderazgo humano, con una personalidad más fuerte y atrayente, con el mayor número de cualidades...Dios, en la primera lectura de hoy, nos dice que Él obra al revés de lo que nosotros pensamos: escoge lo pequeño, lo que no cuenta a la mirada de los hombres. "No te fijes en su aspecto y en su gran estatura, que yo lo he descartado", "Levántate y úngelo porque es éste". Con esta paradoja, Dios pone de relieve que lo que más cuenta para una misión, no son tanto las cualidades propias, cuanto la fuerza y el poder del Espíritu de Dios.

Jesús es la luz del mundo: su persona, su enseñanza, sus obras. Las personas mejor preparadas para ser iluminadas por esta luz de Cristo eran, sin duda, los fariseos, que habían hecho de la Ley y de la Escritura la razón de su entera existencia. ¿No les ha dicho Jesús: escudriñad las Escrituras, que ellas hablan de mí? Jesús, en el evangelio de la liturgia, pone de manifiesto la paradoja: creen ver y por eso han quedado privados de la vista. Mientras que el pobre ciego de nacimiento, sin preparación alguna, pero libre también de prejuicios y de esquematismos prefabricados, no sólo ha recobrado la vista física, sino que aparece con más vista e inteligencia para las cosas de Dios que los mismos fariseos. Una filosofía y una teología "orgullosas" y "cerradas" a lo imprevisible de Dios pueden cegar las mentes más preclaras y los espíritus más "luminosos" de cada momento histórico.

Es lo que pasó con muchos habitantes de Corinto, Atenas, Éfeso. Vivían satisfechos de sus pensamientos, de su apertura sin fronteras a todos los pueblos y religiones, de sus costumbres y estilo de vida que se había difundido por todo el imperio greco-romano. San Pablo dirá de ellos: se creen luz, pero viven en el reino de las tinieblas: lujuria, avaricia, idolatría, conversaciones desvergonzadas e impúdicas...Todo eso tiene que ser desenmascarado por la luz de la palabra y de la vida auténticamente cristianas para que, al quedar al descubierto, sea penetrado por la luz de Cristo. 

SUGERENCIAS PASTORALES

En la actualidad el cristianismo continúa siendo igualmente paradójico y sorprendente. Dios sigue confundiendo a los sabios y poderosos, a los grandes y nobles, mediante personas que a los ojos humanos son 'poca cosa', 'insignificantes', sin ningún poder económico o militar. ¿Qué poder político o militar tiene el Papa Juan Pablo II y el Vaticano? Ninguno y, sin embargo, Dios se ha servido de él para cambiar en estos veinte últimos años el orden mundial y la política de los dos bloques. ¿Quién fue la Madre Teresa de Calcuta? Una mujer sencilla, que vivía pobremente, que se dedicaba al cuidado de los más necesitados y abandonados de todos..., pero quizá ha sido ella la mujer elegida por Dios para recordarnos a todos la fraternidad entre los hombres, el amor al hermano por encima de cualquier diferencia de religión, raza, condición social o económica, estado de salud...

No sólo a nivel internacional, también en la vida diaria de una parroquia, de una comunidad religiosa, de un movimiento eclesial Dios actúa de la misma manera paradójica. Pienso que, por ejemplo, un párroco debería esforzarse por conocer todas esas personas que en la parroquia son encarnación viva de la paradoja cristiana. Pienso que debería recurrir con gran confianza y pedir su colaboración a personas que no cuentan, que valen poco, etc., pero que son verdaderamente santas, que transforman el mundo a su alrededor con su bondad, con su sonrisa, con su entrega.