V Domingo de Cuaresma, Ciclo B

San Juan 12,20-33: "Conoceremos al Señor porque perdonará nuestros pecados por la Nueva Alianza en Cristo"

Autor: Basada en el Catecismo de la Iglesia Católica

Fuente: almudi.org (con permiso)  suscribirse

 

"Conoceremos al Señor porque perdonará nuestros pecados por la Nueva Alianza en Cristo"

El anuncio de Jeremías, la Alianza Nueva, parece un anticipo evangélico. La letra había ahogado al espíritu y había que grabar en los corazones la Ley Nueva. Dios mismo será quien escriba esa ley dentro del hombre. Llegará el tiempo de la gracia y Dios mostrará su rostro de misericordia.

Cristo "será causa de salvación eterna" por su obediencia a la voluntad del Padre. El autor de Hebreos quiere mostrar cómo el Salvador actúa según la nueva Alianza. Por Él tiene lugar el nuevo pacto entre Dios y el hombre, y, además, enseña al hombre a vivir esa alianza.

El sentido de la muerte fecunda del grano enterrado hace presagiar la convicción que Cristo comunica a los suyos sobre su propia muerte. El fruto llegará a todos porque la Pascua será para todos. Y la voz del Padre ratificando la gloria es el mejor aval de su obra redentora.

Con frecuencia la vida de muchas personas es entregada al servicio de los demás: muchos padres de una manera callada dan la vida día a día por sus hijos; muchos educadores gastan sus energías en favor de los educandos; muchas otras personas anónimas entierran su vida como grano de trigo... y todo esto da mucho fruto.

"Jesús, al aceptar en su corazón humano el amor del Padre hacia los hombres, "los amó hasta el extremo'' (Jn 13,1) porque "nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos'' (Jn 15,13). Tanto en el sufrimiento como en la muerte, su humanidad se hizo el instrumento libre y perfecto de su amor divino que quiere la salvación de los hombres" (609; cf. 606-608).

El Espíritu Santo grabará en nuestros corazones una Ley Nueva:

"En los "últimos tiempos'', el Espíritu del Señor renovará el corazón de los hombres grabando en ellos una Ley nueva; reunirá y reconciliará a los pueblos dispersos y divididos; transformará la primera creación y Dios habitará en ella con los hombres en la paz" (715; cf. 716).

Ley nueva o Ley evangélica:

"La Ley nueva es llamada ley de amor, porque hace obrar por el amor que infunde el Espíritu Santo más que por el temor; ley de gracia, porque confiere la fuerza de la gracia para obrar mediante la fe y los sacramentos; ley de libertad, porque nos libera de las observancias rituales y jurídicas de la Ley antigua, nos inclina a obrar espontáneamente bajo el impulso de la caridad y nos hace pasar de la condición del siervo, a la de amigo de Cristo, o también a la condición de hijo heredero" (1972).

"Hubo..., bajo el régimen de la antigua alianza, gentes que poseían la caridad y la gracia del Espíritu Santo y aspiraban ante todo a las promesas espirituales y eternas, en lo cual se adherían a la ley nueva. Y al contrario, existen, en la nueva alianza, hombres carnales, alejados todavía de la perfección de la ley nueva: para incitarlos a las obras virtuosas, el temor del castigo y ciertas promesas temporales han sido necesarias, incluso bajo la nueva alianza. En todo caso, aunque la ley antigua prescribía la caridad, no daba el Espíritu Santo, por el cual "la caridad es difundida en nuestros corazones'' (Rm 5,5) (Santo Tomás de Aquino, s. th. 1-2, 107,1 ad 2)" (1964).

Cristo habló de enterrarse para dar fruto. Por eso, los que creemos en Él, llamamos a la muerte principio de resurrección.