IV Domingo de Cuaresma, Ciclo A

Juan 9, 1-41

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    Si observas a tu derredor, notarás que hay muchos fariseos modernos. ¿ Quiénes son? Todos aquellos que se creen autosuficientes: tienen de todo, lo pueden todo y lo saben todo. ¿ Para qué les va a servir Dios? Hoy Jesús les diría: <<¡fariseos hipócritas o sepulcros blanqueados!>>.

2.    Pero si tuvieras el don de Dios de poderlos examinar por dentro, si pudieras introducir  en su bloque interior del alma y del espíritu un haz de luz, te darías cuenta de que son ciegos voluntarios, llenos de podredumbre e insatisfacción.

3.    Y es una pena que no empleen todo cuanto <<son y tienen>> para que, desde ellos, resplandezca más la luz del Evangelio y desaparezcan las tinieblas del mal interior en las que viven envueltos. Me di cuenta a tiempo, dice un magnate del dinero, de que mi existencia era una pura enfermedad mental. Tan sólo soñaba y pasaba el día con el vil dinero. Un día reuní a mis obreros y los hice copartícipes de todos mis bienes.

4.    Este  magnate se hizo débil en su grandeza. Es lo que dice san Pablo:<<La única fuerza salvadora es Dios y la fuerza de Dios se realiza en la debilidad>>. ¿ Lo has pensado alguna vez?

5.    La ceguera se consideraba en Israel como un castigo al pecado propio o al de los padres. Era la primera vez en la historia que un ciego recobraba la vista. Dios manifiesta su fuerza haciendo esta curación. Y, sin embargo, ante esta maravillosa obra realizada con un ciego, la chusma de los fariseos no querían creerla. Eran más ciegos que el propio ciego real.

6.    El ciego se convirtió en maestro de los doctores y fariseos. Trataban de aprisionar el amor de Dios en sus esquemas raquíticos.¡ Torpes!

7.    Los fariseos se cierran a la luz de los ojos abiertos del ciego de nacimiento y  éste descubre a Jesús y le adora.

8.    Tú eres luz del Señor. Y la luz la tienes, no para esconderla, sino para que alumbre la casa de quienes no la poseen, debido a sus malas obras. Todo el que ha nacido de la luz, hace el bien. El que ha nacido y vive en tinieblas, comete el mal. Por eso no quieren ver a Jesús.¡ Peor para ellos!

9.    Solamente un corazón sencillo como el tuyo puede acoger la luz de Dios.¡ Enhorabuena! Salustio Cayo, historiador latino, 34 antes de Cristo, afirmaba:<< Cada hombre es el arquitecto de su propia fortuna>>. Tú, con tus ojos de fe, dirías: >>Soy el transformador de mi propia vida y de la de otros, gracias a Dios, no solamente a mi propio esfuerzo>>. Ten mentalidad cristiana.

10. Tus ojos son dos faros que miran más al cielo que a la tierra.¡ Animo!