II Domingo de Pascua, Ciclo A

Juan 20, 19-31

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    << El cuerpo glorioso e inmortal de Cristo es el núcleo o germen de un mundo nuevo, dentro de cuyos umbrales estamos ya todos los adheridos a Cristo vitalmente por la fe, la esperanza y la caridad>>.

2.    ¿Cuáles eran los elementos que destacaban en la Iglesia primitiva? << La profundización en la fe, la oración comunitaria, la Eucaristía, comunidad de bienes y la proyección misionera>>. Como puedes ver , un auténtico comunismo cristiano sin ideologías políticas. No tiene un <<telón de acero>>, sino que está desde el principio abierta a toda clase de personas.

3.    En esta situación nueva creada en todo el universo por la Resurrección de Cristo, tú participas ya en la gloria divina. Tienes una <<herencia incorruptible>>, muy superior a la de la tierra.

4.    Jesús aparece hoy preocupado por la extensión de su mensaje a todo el mundo. <<Así como el Padre me ha enviado, así os envío yo a vosotros>>.

5.    Para que se den cuenta de que sigue estando a su lado y de que les ha dado poderes especiales, Jesús se les aparece varias veces cuando están reunidos en comunidad. Esta comunidad, que llamamos Iglesia, es el Cuerpo de Cristo  y por ella sigue presente Jesús en medio de nosotros. ¿ Vives esta realidad de tu inserción en tu comunidad parroquial?

6.    En estas apariciones  Cristo se ocupa de organizar <<visiblemente>> los elementos que prolongarán su acción de Resucitado: <<Los sacramentos, la presidencia, el banquete, la asamblea>>.

7.    La nueva vida del Señor no permite que se le conozca con los ojos de la carne, sino con los de la fe. El apóstol Tomás no estaba en la comunidad cuando se apareció el Señor. No daba crédito a lo que le contaban los amigos. Por eso, al aparecérsele otra vez, le dice: <<Tomás, he aquí las huellas de los clavos.. Y no seas incrédulo sino fiel>>.

8.    Las parroquias, no todas, no manifiestan esta vida comunitaria. Debería existir en todas un  verdadero Catecumenado, es decir, una progresión catequética que haga de los creyentes personas comprometidas en la comunidad , fuera de ella y , además, cultivadas en las ciencias sagradas.

9.    Estas comunidades deben orar. Orar es contemplar con ilusión y avidez, algo. Orar es avivar el deseo de conseguir ese algo y, si ya se ha logrado, de conservarlo...

10.  <<El niño, que contempla primero los juguetes de un escaparate, y luego vuelve la mirada a su madre, sin decirle nada ya está orando, ya le está suplicando, porque le está manifestando su deseo...El adulto que, pone sus ojos en los nuevos cielos y la tierra nueva en los que Cristo habita, ya está orando con sólo sentir deseos de lograr esos cielos y esa tierra>>.