IV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Mateo 5, 1-12a

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    Gracias a Dios se están acabando los triunfalismos en la Iglesia en incluso en la sociedad. Eran otros tiempos en los que se tenía como timbre de gloria recibir el honor indebido de los de condición más baja.. Ya lo decía  Jean de la Bruyère:<<Existen dos medios de triunfar en el mundo: mediante la propias habilidad o aprovechando la necedad de los otros>>.

2.     Los profetas lanzaron invectivas contra los que triunfaban a costa de los pobres. Eran injustos. La palabra de Dios los fulminó en seguida poniéndose de parte de los humildes y atizando fuerte contra los injustos y triunfalistas.

3.    El pueblo de Dios no está formado por los triunfadores, los chulos, los <<vivos>> de este mundo, ni por los que ganan premios vanidosos a costa de los demás, ni por los orgullosos y arrogantes estúpidos, sino por los pobres de Dios.

4.    Los mismos filósofos de Corinto se sentían avergonzados de vivir la misma fe con la gente ignorante. No habían captado todavía en profundidad la enseñanza de san Pablo.<< Dios no necesita de los sabios según la carne, ni de los poderosos, ni de la <<gente bien>>. El prefiere al débil.

5.    <<La lógica de los hombres <<se descompone>> ante la locura de Dios. Mientras nos afanamos en buscar la grandeza, la sabiduría y el ser importantes de cara a los demás, Dios encuentra sus preferencias en lo sencillo, lo humilde y lo pobre. La misma sabiduría de Cristo, a la que Dios llama verdadera, es despreciada por nuestro mundo, hinchado por el saber de la ciencia, de la técnica punta o del progreso>>.

6.    Las Bienaventuranzas  constituyen la Carta Magna de Cristo y la síntesis de todo su Evangelio. Son, en palabras que cualquiera puede decir, el autoretrato de Cristo.

7.    El propio Calvino, que se separó de la Iglesia por su concepción herética de la justificación,<<creía que las riquezas son una bendición de Dios porque, para la consecución de éstas y su conservación, hacen falta ciertas cosas que son virtud: el trabajo y la sobriedad o el ahorro, por ejemplo>>.

8.    Sócrates defendía la pobreza con estas  palabras:<< La pobreza no está sujeta a la envidia, nadie  disputa por ella, se conserva sin necesidad de guardianes>>. Ten en cuenta esto: La pobreza, cuando no es miseria, fomenta y conserva la humildad; y ésta, aunque no sea la suprema virtud, es el sostén de todas las otras. Cristo abrazó la pobreza, que es humildad.

9.    Hablando un día con un hermano de la comunidad de Taizé, decía estas palabras:<< Nosotros hacemos  voto de pobreza , no de miseria. Para  nuestro trabajo en la comunidad, nos hacen falta ordenadores, Internets...para estar al día y para ganarnos nuestro pan con el trabajo escribiendo, por ejemplo, libros>>.

10. Tienes bastante con lo que, de Cristo, se te manifestado en esos ocho rasgos sustanciales suyos. No basta con tener el modelo delante, hay que llevarlo a nuestro lienzo.. Tenemos que copiarlo.