XI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Mateo 9, 36-10, 8

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    Cuando la Iglesia cayó en el conservadurismo, decía el gran teólogo Congar:<< Por haber una Iglesia sin mundo, nos hemos quedado en un mundo sin Iglesia>>.

2.    Naturalmente, estas palabras te llevan  hoy a verte como miembro de la Iglesia. Esta sigue adelante mediante el trabajo de sus creyentes y la fuerza del Espíritu. Este te empuja a que no te quedes sólo en la salvación personal de tu alma  en el día de tu muerte.

3.    Los que se han entregado a Cristo, los creyentes, miran al mundo con ojos de amor. Y éste siempre mejora el ambiente en que trabaja y con quienes realiza la evangelización. Dios no  quiere parásitos en su mundo.

4.    El Vaticano II ha arrojado luz resplandeciente para que no nos conformemos con lo poquito- más bien nada – que hacemos por Dios y los otros. En  el documento <<Gozo y Esperanza>> afirma:<< La Iglesia está presente ya aquí en la tierra, formada por hombres, es decir, por miembros de la ciudad terrena que tienen por vocación formar en la propia historia del género humano, la familia de los hijos de Dios, que ha de ir aumentado hasta la venida del Señor>>.

5.     Por tanto, amigo/a, ¡ fuera la pasividad! No estamos en la Tierra esperando a que llegue algo, sino que estamos creando con la gracia y la fuerza de Dios; estamos actuando como fermento y como alma de la sociedad, que debe renovarse en Cristo y transformarse en familia de Dios.

6.     Por tanto es imposible que en la Iglesia auténtica haya conservadurismo. Comprometerse en la tarea del mundo, no es algo añadido al ser cristiano, sino que es algo substancial.

7.     ¿Qué puede aportar al mundo supertecnificado y desarrollado un creyente? Su misión debe ser dar una respuesta a las preguntas sobre el sentido y el destino último de las cosas y de la humanidad. Debe ser un humanista cristiano.

8.     El Evangelio no es una cosa ñoña. ¡ Qué va! El Evangelio hinca sus raíces allí donde hay injusticia para condenarla; allí donde hay dolor para dar consuelo; allí donde guerra,  para implantar la paz.

9.     Como ves, la vida del cristiano no es simplemente algo para el alma. De igual modo, lo es también para el mundo al que tiene que darle unos criterios humanos y de fe. Va derecha al hombre completo en cuanto tal.

10.  Después de la Resurrección, los doce se echaron a  la calle para anunciar la Buena Noticia al mundo: a las instituciones religiosas, a las autoridades y todo ser humano. La iglesia, por tanto, jamás podrá ser conservadora, dada la metralla de amor que lleva dentro.