XVII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Mateo 13, 44-52

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    <<Señoras y señores, un momento por favor. Hoy es vuestra oportunidad. Tengo para vosotros una ocasión única: una perla y un tesoro.¡ No desaprovechéis la ocasión!  Ahí tienes a Jesús por la calle anunciando su mensaje con palabras actuales.

2.    La gente se acerca y le pregunta:<<¿Quién es la perla y el tesoro?>> Y Jesús, mirando fijamente a los curiosos e interesados por la compra, le dice:<< Yo soy la perla y el tesoro>>.

3.    ¿Qué te dicen estas dos bellas parábolas? Me imagino que el tesoro y la perla cuestan muy caros. No tienes pasta para comprarlos. No hay dinero en el mundo para esta compra. A Jesús se le compra con la fe y la adhesión a sus valores.

4.    Estas dos parábolas son, en  el fondo, una llamada a la renuncia.<<Venderlo todo>> significa algo así como comprar la vida. Debes renunciar a muchas cosas que te impiden seguir a Jesús.

5.    ¿Qué tipo de cosas? Las sabes bien pero te las recuerdo: vende tus seguridades, tus egoísmos, tus suficiencias, tus perezas, tus orgullos.

6.    La renuncia para  adquirir la perla te sitúa ante la disyuntiva de continuar con tus toneladas de confort  o con montañas de reticencias, o bien, con libertad y clarividencia, <dejar todo>> para encontrar el tesoro de Dios.

7.    Dios se merece el radicalismo de la entrega del hombre. ¿Hasta dónde debe conducir esta entrega en el campo de la moral, del compromiso cristiano, del servicio a los demás? Ahora que estás de veraneo, piensa seriamente en tu opción de creyente para empezar una nueva etapa de tu vida más llena y dichosa.

8.    La fe como opción del hombre no es fruto del esfuerzo voluntarista de éste. No es una conquista de <<puños cerrados>>. Exige, en primer lugar, << la alegría>> que produce  el encuentro con la Buena Nueva del Reino.

9.    Es ésta una experiencia original e irreductible y originante. El descubrimiento de este <<tesoro>>, <<de esta piedra preciosa>>, lleva a radicalizar la vida a partir de este descubrimiento.

10.  Así la fe se convierte en opción fundamental de la vida del creyente. Toda su vida queda unificada en la fe. El seguimiento de Cristo se convierte así en quehacer <<totalizante>> de la vida del creyente. Ya no es posible compartir la fe en Dios con otras <<fes>>.