XXII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Mateo 16, 21-27

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    << Jesús dice voy a sufrir y me van a matar>>. Y un poco más adelante utiliza para nosotros estas palabras tremendas:<< Renunciar a sí mismo, cargar con la cruz, perder la vida>>.

2.    No intentes escapar de ello; eludir el Evangelio es rechazar el Evangelio. No significa que lo aceptes ciegamente. El que quiere de verdad seguirle no vacila en interrogar para ver bien adónde hay que ir y por qué.

3.    ¿Por qué la cruz de Jesús? Te parece algo inconcebible. Es lo que piensa Pedro. Jesús reacciona con dureza, porque para él es duro pensar en lo que va a ocurrir. Luchando contra la angustia, quiere entrar plenamente en los planes de Dios y Pedro quiere atraparlo en los planes de los hombres:<<¡ Quítate de mi vista, Satanás!>>.

4.    Hay jóvenes que dicen que la cruz aparece o como devaneo ascético separado de la  vida o como represión sublimada. Sin fe, como ves, es imposible entender y aceptar la vida de Jesús en tu vida.

5.    Las ideas de Dios no son las ideas de los hombres: esto quiere decir que tiene que rechazar una vez más la tentación de ser un mesías triunfador, un mesías que  logre su objetivo sin calvario.

6.    ¿Las ideas de Dios? ¡ Qué impenetrables nos parecen! ¿ Quiere Dios el sufrimiento? ¡ Es una blasfemia! Vislumbramos solamente que él quiso entregar a su Hijo para salvarnos y que aquello desembocó en esa hora angustiosa.

7.    En un mundo de injusticias, de violencias y de religión ritualista, Jesús tuvo que portarse de tal manera que la muerte se siguió inevitablemente. Es lo que él percibe en este momento. El Padre no lo entrega a la muerte, lo entrega a la salvación  que  pasa por la muerte.

8.    El misterio sigue en pie. Si te preguntas:<< Por qué estos sufrimientos y  esa muerte?>>, no encontrarás salida; no puedes meterte dentro de los designios de Dios.

9.    Pero puedes ver cómo Jesús penetra en esos designios: << Empezó a manifestar a sus discípulos que tenía que padecer>>.

10. Jesús no aceptó el sufrimiento ciegamente:<<vio ese camino, vio que tenía que sufrir. Detrás de él, y es la gran paradoja cristiana, seguimos avanzando en medio de nuestras tinieblas, pero también en su luz. He aquí por qué, cuando queremos <<salvar la vida>> apartándonos de él ( por miedo a sufrir), la perdemos. Ahora podemos comprender mejor su afirmación:<< El que pierda su vida por mí, la salvará>>