XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Mateo 21, 28-32

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    A veces loas hombres, o por cobardía o por el deseo de buscar una autojustificación a nuestras propias deficiencias, soslayamos nuestra responsabilidad  personal y atribuimos a los demás la culpabilidad de lo que nos sucede. Cuando se trata de buscar a un <<culpable>> fácilmente señalamos a los demás.

2.    Esto les pasaba y le sigue ocurriendo a los fariseos. Les revienta la glorificación de las prostitutas. Dice un amigo:<< El cura me saca de quicio porque nos refriega continuamente este texto en la cara:<< Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos>>.

3.    Le rectifiqué diciéndoles: El Evangelio no dice:<< os precederá>>, sino que dice:<<os preceden>>. Jesús no concedía una prioridad teórica a todas las prostitutas. Constataba un hecho: entre sus oyentes, las prostitutas eran las primeras que creían en él y se convertían.

4.    Has visto a más de un creyente que choca contra esta  dificultad. ¿No será porque, en el fondo, son unos fariseos?

5.    Los dos chicos reciben la misma <<invitación>>. Dios hace la misma llamada a todos. Cuando los dos hijos oyen:<<Ve hoy a trabajar en la viña>>, uno dice que sí, pero no va. El otro dice que no, pero <<recapacitó>>, se arrepintió y fue.

6.    Observad las dos palabras clave: Voy y recapacitó>>; y pensad en los que rodeaban a Jesús cuando les decía estas cosas. El mismo es la invitación de Dios, la invitación más fuerte:<<Hoy, escuchadme a mí escuchando a mi Hijo>>.

7.    Hasta entonces algunos creerían que le decían sí a Dios, cuando en realidad le decían no; sabían muy bien cómo se dice sí a Dios. En este sentido, los fariseos eran igual que las prostitutas. Todos estaban ante la enorme posibilidad de decir sí a  Dios. No lo hacen. Las prostituta se aprovechan en seguida de esta oportunidad, los fariseos no dan ni un solo paso.

8.    Hay algunos que se creen tan cerca de Dios porque cumplen <<sus mandatos a secas y con frialdad>> que llegan a creerse los mejores.

9.    Las prostis lo vieron todo tan claro que <<inmediatamente>> le dijeron sí.

10. La salvación o la condenación del hombre no son un resultado de un destino implacable de Dios, a espaldas de la libertad del  hombre. Tampoco es la consecuencia fatal de unos actos ajenos a la propia responsabilidad personal. El <<no del pecado>> sólo puede superarse por <<sí de una conversión>>, que no es apariencia sino servicio a los demás.