Festividad de Todos los Santos, Ciclo A

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    ¿ Es hoy la santidad la aspiración de hombre creyente? Tal vez no sería prudente afirmarlo. Lo que se ve es más bien el  aprecio de los famosos del mundo y no  de los santos.

2.    Se admira, y se trata de imitar a los artistas de cine, de la canción ligera, del deporte y de la TV.

3.    ¿Qué ocurre? La vida religiosa no atrae. Faltan vocaciones para la mies que es tanta. Se apunta buenas cosas en cierta juventud, harta ya de tanto consumo. Se les nota ansiosos por encontrar sentido a su vida. Las mismas vocaciones a la vida sacerdotal o religiosa surgen hoy de chicos mayores.

4.    La santidad no es tan difícil. Se puede dar en cualquier estado de vida. San Juan Bosco le decía a sus alumnos que <<la santidad consistía en estar alegres>>- Y se está alegre cuando se vive de Jesús y se practican sus sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía con mucha frecuencia.

5.    El Evangelio traza el marco de la santidad. Son la bienaventuranzas. Quienes la cumplen y siguen son santos. Es pobre  quien se abre a todos, recurre a todos.

6.    Es dulce: el hombre bienaventurado no es dominante, no se altera, no oprime a nadie, no violenta, no desea triunfar sobre los demás.. Es<<afligido>>: conoce los sufrimiento, la pruebas; no es  insensible a  lo duro y penoso en este valle de lágrimas.

7.    Es  hambriento y sediento de la justicia: se entusiasma ante toda causa justa, es sensible ante toda infracción de la justicia. No es un bonachón, un pasivo, que acepta lo que sea , y se calla.

8.    Es misericordioso: no juzga, no condena; se halla siempre dispuesto a perdonar, a dialogar, a la reconciliación, no es vengativo.

9.    Es puro de corazón: diáfano en sus pensamientos y en sus hechos; no hay doblez en sus intenciones, nada de zorrería.

10. Es hacedor de paz: la busca, la construye, no  a todo precio, pues sabe luchar por la justicia, pero con armas pacíficas. Fabrica la unidad, no la división. Es <<perseguido>>: El discípulo no es más que su maestro. Esta es la señal inequívoca del seguimiento perfecto de Cristo. Esto es, amigo/a, la santidad.