II Domingo de Cuaresma, Ciclo B

Marcos 9, 2-10

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    Dios no quiere el mal. El sacrificio de Isaac aparece aquí para darte a entender que la humanidad- para contentar a los dioses- sacrificaba a los seres humanos. La Biblia condena esta aberración. Fue simplemente una prueba para Abraham. Isaac es para su padre el hijo de la promesa, concebido milagrosamente. A quien Dios ama, le envía pruebas. No lo olvides.

2.    Aquí me tienes. Este es el grito interior de todo buen creyente cuando escucha en su conciencia la voz de Dios. Ten en esta Cuaresma la misma disponibilidad que el gran patriarca. El cristiano es un soldado en continua lucha contra sus malas inclinaciones. Su actitud es servir libremente a la verdad de ser él mismo en conexión con Dios, vía satélite = buenas obras.

3.    Por  tu entrega total a Dios, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tú eres un hijo de Abraham. Los creyentes tenemos un patriarca modelo en el mundo exigente de la fe. Dios no te pide , de ordinario, cosas extras sino que vivas tu Cuaresma sumido en los valores religiosos y humanos lo más profundamente posible.

4.    Caminaré en presencia del Señor, en el país de la vida. Una pareja de chicos cristianos indios me decían una vez: “ Caminamos en la presencia de Dios de tal manera que cuando  echamos el pie derecho adelante, decimos: Dios nos quiere. Y cuando echamos el izquierdo, decimos: Amemos a Dios.

5.    Sin esta presencia, decía la pareja, nuestro amor sería vano, superficial y no tendría la finura que nos da la presencia de Dios para el enriquecimiento de nuestras vidas.

6.    La gran alegría del creyente es la seguridad de la esperanza cristiana, basada en la  fuerza de Cristo que salva y sana. Por eso vives con un optimismo radiante.

7.    Si Dios está con nosotros, ¿ quién estará contra nosotros? Un joven, metido en muchos líos por causa del Evangelio, solía decir a sus colegas: ¿ Por qué tenéis tanto miedo de caer mal a la gente, de suspender exámenes, de que el futuro será negro?... ¡Sois unos idiotas! Os falta fe. Sois creyentes de pacotilla.

8.    Maestro,¡ qué bien se está aquí! Hagamos tres casitas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Una de las grandes tentaciones de hoy es instalarse: mi piso, mi coche, mi casa en el campo...Fue la misma de Pedro, Santiago y Juan.¡ Fuera! El creyente auténtico jamás se  instala. Le quema en sus entrañas el amor de Cristo y  las ganas de anunciarlo.

9.    Resucitar de entre los muertos. Los discípulos no entendieron nada. Eran todavía novicios en período  de aprendizaje. Resucitar es subir a la casa del cielo, la casa del Padre, en donde- en una dimensión distinta sin tiempo ni espacio- contemplas la felicidad por siempre. No hay muerte eterna para quien cree.

10. La comodidad nunca engendra personalidades auténticas. ¿ Qué te parece?