II Domingo de Pascua, Ciclo B

Juan 20, 19-31

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.    El comunismo cristiano es el que vale. No el recientemente desaparecido. Todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo  propio nada de lo que tenía. ¡ Menuda lección para el egoísmo actual que asola al mundo!

2.    Todo esto era posible por la fe en el Cristo resucitado, impulsor de nueva vida en los creyentes seguidores de su mensaje de salvación. Todo el mundo veía con buenos ojos a estos hombres y mujeres desprendidos al cien por cien con tal de vivir la presencia de Cristo en sus vidas.

3.    Los Apóstoles no eran y no son tampoco en la actualidad como ciertos gobiernos y políticos. Distribuían lo que les daban. Tobías te dice: “Si tienes mucho da mucho; si tienes poco da poco; pero da siempre”.

4.    Este comunismo arranca de la misma Eucaristía: la unión se simboliza y se realiza en la Eucaristía. Esta nos exige una auténtica solicitud por los necesitados, como fruto y manifestación de la verdadera caridad cristiana. Por  tanto, participar en la Eucaristía ( y no oír misa) no es  un cumplimiento sino un parámetro para medir tu generosidad y tu comunismo cristiano.

5.    La victoria sobre el consumo, la droga y otros “ismos” es fruto de la fe, en la que se injerta el amor. Si hay tanto vicio y tanta pérdida de sentido es porque hace falta más fe. Napoleón decía: “ La  victoria pertenece al perseverante”. Lucha sin cesar. La vida del  cristiano es una lucha preciosa , hecha a contracorriente de la sociedad.

6.    <<Porque me has visto, Tomás, has creído. Dichosos los que creen sin haber visto>>. Esta frase de Jesús me va muy bien, me decía un joven converso. Soy dichoso porque creo en Cristo aunque no lo haya visto. Y yo le contesté: Sí, amigo, lo ves en la creación y en cada ser humano: desde el que sufre hasta el que está alegre.

7.    <<Estaban encerrados. Entró Jesús y les dijo: Paz a vosotros. Recibid el Espíritu Santo>>. Era normal que, una vez desaparecido Jesús de su vista, sintieran miedo. Pero Cristo estaba presente en ellos de otra forma nueva. Cuando reciben su aliento o su Espíritu, ¡adiós al miedo! Te lo recuerda García Salve:” Los enemigos son grandes según el miedo que nos producen. No tengas miedo a nadie y no tendrás enemigos”.

8.    A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados...En este tiempo de Pascua = tiempo de Gloria resucitada, los cristianos auténticos viven alegres y felices. Durante la Cuaresma se acercaron al sacramento de la Reconciliación. Y quedaron más blancos que la nieve. Hoy día no va mucha gente a  este Sacramento de salvación y de perdón.  El permisivismo reinante lo ve todo igual. Sin embargo, las cosas del alma van a consultarlas a psicólogos y psiquíatras o agoreros. Y para el perdón y la gracia en tu vida interior lo que necesitas es fe y hay quien te perdone, el sacerdote en nombre de Cristo.

9.       Me entiendo directamente con Dios. Una frase común. Entonces, ¿ para qué dejó el Señor signos sensibles para recibir el perdón en comunidad. No pecas contra ti sólo. Tu pecado trasciende a la comunidad empobreciéndola del tesoro espiritual que lleva dentro.

10.    “En la vida no hay  clases para principiantes, en seguida se le exige a uno lo más difícil”, decía  Rilke, poeta alemán. Lo mismo ocurre en la vida cristiana.