III Domingo de Pascua, Ciclo B

Lucas 24, 35-48

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Impulsos Evangélicos

1.     Dios Padre glorifica a su Hijo Jesús. Y, en contraposición, la ignorancia humana  lo mata en la cruz. Sin darse cuenta mataron al autor de la vida y dieron suelta a un homicida. El odio a quien molesta- como Jesús- lleva a quitárselo de en medio. Esta ignorancia sirvió para que se cumplieran los designios de Dios Padre que querían un Mesías paciente. ¿ Por qué te muestras intolerante con quien no es ni piensa como tú? Recuerda a Balmes:” No es tolerante quien no tolera la intolerancia”.

2.     “ Con la ignorancia se armonizan bien los errores”, dice Concepción Arenal.

No te adhieras por sistema a la ignorancia y mucho menos vivas tranquilo con ella.

3.     Haz brillar sobre nosotros el esplendor de tu rostro. Cuando voy por la mañana o por la tarde a visitar a Cristo en la Iglesia, le digo siempre esta frase. Quiero ser esplendor para los de casa y para los del trabajo. No un número más de la lista de la empresa. Esto me da alas para volar por encima de superficialidades.

4.     Contra los autosuficientes, Juan ha declarado la universalidad del pecado como experiencia personal de cada hombre. La dialéctica perdón- pecado forma un eje existencial en la vida cristiana. El autosuficiente , sin embargo, pasa de todo. ¿Sabes por qué? Se erige a sí mismo en dios.¡ Vaya torpeza!

5.     Si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre. La causa fundamental de la venida de Cristo entre nosotros fue erradicar de nuestra vida el pecado para entrar en comunión con Dios. ¿No piensas que es un motivo para darle gracias a cada instante?

6.     Sabemos que conocemos a Dios cuando guardamos sus mandamientos. Hay gente que se agobia diciendo: Me gustaría conocer a Dios y verlo en este momento de cáncer, de paro, de divorcio...No le des vueltas al coco: Si cumples los mandamientos – con amor- lo estás conociendo.

7.      Parafraseando al filósofo Zenón, podríamos decir:” Dichosa la ciudad donde se admira menos la hermosura de los edificios que las virtudes de sus habitantes”. Una ciudad que viviera unida el don de la fe, sería un paraíso.

8.     Se les abrió el entendimiento para comprender la Biblia. Jesús se le aparece a sus apóstoles en el camino de Emaús. Se quedaron atónitos. Pero al partir el pan ( Eucaristía) le reconocieron. La única comida a la que están invitados pobres y ricos es la Misa. Ella reúne a todos movidos por la fe más que por el cumplimiento.

9.     Me encuentro feliz con mi fe. Esto contrasta con lo que dice Montesquieu:” Si sólo se tratara de ser felices no sería difícil: lo malo es que queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad”. ¿Qué te parece?

10.  “La mayor parte de los hombres son capaces más de grandes acciones que de buenas acciones”, dice el mismo autor. Isabel se nota feliz porque lo que hace, lo hace bajo la mirada de Dios.