XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

San Mateo 19, 30 – 20, 16: La Eucaristía, Nuestro denario

Autor: Padre Hernán Quijano Guesalaga

Sitio Web

 

Primera Lectura (Isaías).

Buscar a Dios mientras está cerca y puede escucharnos. Llamada del profeta a la conversión de los pecados, a volverse a Dios, compasivo y misericordioso.

Los pensamientos y caminos de Dios no son los de los hombres, los superan como el cielo a la tierra. Las medidas y cálculos de Dios no tienen proporción con las medidas y cálculos humanos. 

Evangelio (Mateo)

De ello trata la parábola del reino de los cielos del Evangelio de hoy. Parábola de desproporciones entre la medida de la justicia y la generosidad del don de Dios (el propietario rico que paga un denario también a los que contrató a última hora) y el cálculo del débito humano (reproche de los trabajadores de la primera hora).

En ella hay dos rebeliones y protestas, la de los trabajadores de la primera hora que reciben un denario, igual que los otros contratados, y la protesta del propietario que expresa a los trabajadores de primera hora: ¿por qué te duele que sea bueno? ¿No soy dueño de administrar mis bienes?

El mundo de hoy, egoísta, no entiende de dones y regalos. El mundo de hoy, que fomenta el desquite, la revancha y el resentimiento no tolera la bondad de Dios que perdona y olvida el mal.

¿Por qué están todavía aquí sin trabajar? Nadie nos ha contratado. Recuerda aquel “No tengo a nadie que me ayude” que respondió el paralítico de la piscina de Siloé. Dios concede el don de la salvación a los hombres mediando a través de otros hombres. Dios se hace indigente de nuestra ayuda para hacer bajar sus dones.

Esta parábola habla de Dios, bondadoso y compasivo, inescrutable en sus pensamientos y caminos, cálculos y medidas. Trata de Dios, cuyo don es desproporcionado. Es don, regalo. Se hace Él mismo Don.

La Eucaristía es nuestro denario. 

Pbro. Hernán Quijano Guesalaga, 2005

Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, Paraná, Argentina