XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A

San Mateo 14, 13- 21: ¡Dínos Tú, Señor! ¡Dinos cómo, Señor!

Autor: Padre Javier Leoz

 

 

1.- Cinco panes y dos peces, cuando hay fe y buena disposición para compartir, son suficientes para colmar y calmar las aspiraciones y las carencias de aquellos/as que llaman a nuestra puerta. Lo más fácil...escurrir el bulto. Lo más necesario y efectivo: hacer frente a tantas situaciones que son las nuevas caras y los nuevos rostros de hambre que caminan a nuestro lado.

¡DÍNOS SEÑOR! Dónde ir y a quien alimentar con nuestras presencias y palabras, con nuestros gestos y compromiso.

Los nombres y las calles donde multiplicar y hacer presente el pan y los peces de nuestra misericordia y delicadeza.

Los corazones solitarios necesitados de la masa y la harina que es el pan de nuestra compañía.

2.- ¡DÍNOS CÓMO! Permanecer atentos al sufrimiento humano sin necesidad de huir despavoridos en dirección contraria.

Compartir parte de nuestra riqueza sin, a continuación, mirar el vacío o la ansiedad que dejó en nuestros bolsillos.

Salir de nosotros mismos sin pensar que es de necios poner en la mesa de la fraternidad el pan fresco de cada mañana o las horas gratuitamente gastadas.

Cómo hacer posible ante los ojos del mundo la justicia cuando, cada día que pasa, parece utópico y poco menos que un imposible

¡DÍNOS SEÑOR! Una palabra ante la situación de la violencia, para poder llevar el pan de la PAZ

Una palabra ante el drama del egoísmo, para que podamos ofrecer los peces de la hermandad

Una palabra ante la enfermedad, para que inyectemos el pan de la solidaridad

3.- ¡DÍNOS CÓMO! Dar de comer a quien no pide precisamente tu pan, sino aquel otro que perece y que en esta vida caduca

Presentar el mensaje de tu vida, cuando hay tanta hartura de golosinas que embaucan, endulzan y malogran el paladar de la humanidad.

Trabajar, y no caer en ese empeño, para que la fuerza del hombre no esté en lo que aparentemente se multiplica sino en aquello que, por dentro, de verdad le enriquece y que en el mundo escasea.

¡DÍNOS TÚ, SEÑOR! ¡DÍNOS CÓMO SEÑOR! ¡Cómo con tan poco, pudiste Tú hacer tanto! cuando, nosotros con tanto, llegamos a tan poco.