Solemnidad. Santa María, Madre de Dios

San Lucas 2, 16-21: ¡Vayamos con Santa María!

Autor: Padre Javier Leoz

 

1.- Queridos amigos: ¡Feliz Año Nuevo! Dejemos atrás todo aquello que nos ha paralizado, que nos ha producido insatisfacción personal o social y, con estos primeros compases del Año 2009, abramos un poco las puertas de nuestras vidas a la esperanza, a la fe y al amor de Dios que estamos celebrando a la sombra de Belén.

María, Santa María Madre de Dios, es puesta en este primer día de este año recién estrenado, como garantía y como protectora de estos 365 días. Teniendo, tan buen pórtico, no podemos encarar los primeros metros de este año con un pensamiento pesimista o arrastrando los errores de los meses pasados.

Santa María, Madre de Dios, nos acompaña en este itinerario, en este día en el que todos, con la copa en mano, brindamos por un mundo nuevo, por una familia mejor, por unos amigos que no defrauden, por una Iglesia más santa y buena. Pero ¿son sólo deseos? ¿Estarán estos sentimientos fuertemente anclados a nuestro deber de cristianos o solamente sostenidos por la burbuja efímera de una noche?

Santa María, Madre de Dios, nos ayuda y nos invita a comenzar con buen pie este Año Nuevo. Y, si es Año Nuevo, hay que arrancar también las 12 páginas que hemos ido pasando en estos meses anteriores:

- Dejemos atrás la página de la tristeza. Estamos llamados, contemplando el rostro de Jesús, a disfrutar de la vida. Un disfrute que será bueno y eterno si lo hacemos con la ayuda de nuestra fe. Dios ha venido como Señor de la alegría.

- Dejemos atrás la página del odio. Todos, en algún momento, hemos levantado el hacha de guerra en diversas circunstancias y por variados motivos. La Reina de la Paz, la Virgen María, nos recuerda que como cristianos hemos de ser hacedores de paz y no guerrilleros.

- Dejemos atrás la página del rencor. No es bueno atesorar malos momentos, malas experiencias. Recordemos lo bueno y lo potenciemos. Olvidemos lo malo y entremos sin reservas en este Año Nuevo

- Dejemos atrás la página de la duda. El Cardenal de Sevilla, recientemente, afirmaba “un mundo sin fe se convierte en nada”. Agarrémonos a Dios. Creer y esperar sólo en el hombre, en el progreso, en la ciencia, no nos asegura nada ni facilita mucho las cosas.

- Dejemos atrás la página de la superficialidad. Seamos más profundos. Si Dios dejó el cielo por estar con el hombre, por hacerse hombre. ¿Cómo no vamos, en contraprestación, a dejar nuestros pequeños paraísos para conocerle más y mejor?

- Dejemos la página de la cobardía. Un cristiano que no da testimonio es como una chimenea que adorna una casa pero por la cual, al no salir nunca humo, denota que existe poco calor y escaso fuego en su interior. Es hora de desprendernos de la concha de la vergüenza apostólica. Ser cristiano significa comprometerse con la fe, con Cristo los 12 meses venideros.

- Dejemos atrás la página de nuestros defectos. No es suficiente ser conscientes de ellos; no nos podemos amparar en el “somos humanos y todos erramos”. Un nuevo año es una nueva oportunidad que Dios nos da para escribir de nuevo una historia de esperanza, de amor, de ilusión y de alegría con la pluma de nuestra fe.

- Dejemos atrás la página de la ingratitud. Seamos más agradecidos. Reconozcamos, a los que nos rodean o trabajan con nosotros, los pequeños detalles que nos brindan cada día.

- Dejemos atrás la página de la violencia. Que nuestras palabras sean más agradables; que nuestras actitudes sean más constructivas; que nuestra crítica sea más objetiva y menos interesada. Que el terrorismo sea pronto un punto negro, pero en nuestra memoria.

2.- Muchas más páginas podríamos dejar atrás de lo que ha sido el viejo año y, por lo tanto, nos sirvan para mejorar en el presente 2009 que iniciamos.

Que Santa María Madre de Dios, la mujer que lo tuvo todo, nos ayude a entender que, con Dios, podremos tenerlo TODO en el presente año que ahora inauguramos. Sin Dios el hombre corre el riesgo de meterse en un túnel sin tiempo ni salida. Con Dios, y con la gracia y belleza de María, podemos encarar estos próximos meses no solamente con buenos deseos (que pueden ser un esperar sin fundamento alguno) y sí con el convencimiento de que Dios nos acompaña en la medida que somos capaces de luchar y de trabajar por la paz, la fraternidad y la felicidad en el mundo que nos toca vivir. ¡FELIZ AÑO NUEVO CON SANTA MARIA!

3.- ¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

Un Año Nuevo, como portal sostenido por 365 vigas,

nos espera para vivir junto a Dios

y para, después de Navidad, no olvidarle

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

Un calendario, con 365 días virginales,

aguardan el color de nuestra esperanza

la profundidad de nuestra fe

la riqueza de nuestras buenas obras

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

Para que, la PAZ que nos ha brindado la Navidad

no se apague con el cañón de la violencia

ni se marchite la esperanza que el hombre abriga

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

Que los 12 meses que nos saludan

sean oportunidades para ser mejores

Piedras para construir un nuevo mundo

Palabras que alienten al hombre

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

Dejemos atrás sinsabores y fracasos

Apartemos a un lado lo que nos impide

vivir de nuevo y con aire fresco

Dejemos atrás el “ya no puedo más”

Dios, entre otras cosas,

nos da la fuerza que viene de lo alto

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

Atrás quedó lo viejo y nos espera lo nuevo

Atrás quedaron asignaturas pendientes

pero Dios nos da otra oportunidad

para amar y entregarnos,

para levantarnos y ser más hermanos

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS!

El Señor, con su Nacimiento,

ya está alumbrando con 12 lámparas

cada mes de este Año Nuevo

El Espíritu, con su brisa suave

nos infundirá 365 soplos de aliento divino.

La Virgen María, Madre de Dios y nuestra,

marchará delante de nosotros, sus hijos e hijas,

ayudándonos a vivir dignamente

cada hora y cada segundo, cada día y cada instante

de este Año Nuevo que ahora se inicia

¡VAYAMOS! ¡CORRAMOS! LA VIDA YLA FE NOS ESPERA