Solemnidad. Epifanía del Señor

San Mateo 2, 1-12: ¡Fe para Occidente!

Autor: Padre Javier Leoz

 

1.- Celebramos la festividad de la Epifanía del Señor: manifestación del Señor a todos los pueblos. Una celebración, solemne y espectacular en Oriente, y no menos debe de serlo en la Iglesia y realidad de Occidente. ¿Por qué? Ni más ni menos porque, la fe cristiana, es un legado de casi veinte siglos. Una herencia que, en la noche de nuestra historia, ha sabido iluminar y dar color con la estrella de la fe, al arte, la pintura, la sociedad, la música y ha diseñado la forma de entender y de comprender la misma vida.

Por ello mismo, la Epifanía, tiene total vigencia en medio de nosotros. Frente aquellos que no admiten ningún tipo de manifestación religiosa, nosotros los cristianos, daremos razón de nuestra fe; nos pondremos en camino; seguiremos la estrella de la fe –y no a los cortocircuitos ideológicos-; miraremos por encima de nosotros mismos para recibir la luz que baja del cielo y percibir que Dios sigue vivo, operante, comprometido por la causa del hombre.

*Jesucristo, hoy como entonces, tropieza con muchos “Herodes” a los cuales les molesta su presencia. Quieren un reino a su antojo; sin más ética que el bienestar particular o la simple estética; con pensamiento único y sin más referencia que el puro y duro nihilismo, pragmatismo o humanismo.

*Jesucristo, hoy como entonces, sigue estando escondido a los ojos de muchos poderosos, y sigue siendo desconocido por millones de hombres y de mujeres que, ajenos al acontecimiento de su Nacimiento, esperan que alguien les lleve una palabra, una referencia sobre El. ¿Seremos nosotros “epifanía” de Dios en el mundo?

2.- Tenemos que ser “epifanía” en el medio en el cual nos desenvolvemos. Hay muchos de los nuestros que olvidaron el amor que Dios les tiene. Convivimos con familiares a los cuales, los nuevos “herodes” del consumo, el laicismo, el materialismo o de la apariencia, han podido con el Niño que llevaban en su corazón. *¿Seremos capaces de encontrar esa estrella que nos conduzca, junto con los que más queremos, a los umbrales del Portal de Belén?

*¿Seremos epifanía o negación de Dios? ¿Seremos manifestación u obstáculo a su presencia? ¿Le daremos vida o lo aniquilaremos con nuestra timidez apostólica? Interrogantes que, en este día de los Reyes Magos, nos exigen una respuesta.

3.- Me gusta el día de Epifanía porque, entre otras cosas, los Magos no se quedaron a las puertas del Castillo Herodes; porque supieron distinguir entre el bien y el mal; entre la traición y la bondad; entre la estrella y los ojos excesivamente iluminados por el mal, en Herodes. Prefirieron fiarse y seguir la luz de la fe, la luz de Dios aún a riesgo de ser tomados por ingenuos. Y, cuando regresaron a sus reinos, lejos de encontrarlos arruinados, los enriquecieron poniendo a Dios por encima de todo.

Abramos también nosotros el corazón. Sintamos la presencia del Dios Niño en la gruta de nuestras almas. Dejemos que, la estrella de la fe, nos siga conduciendo por los caminos de nuestra vida y que, al final, podamos ofrecer al Señor todo lo que somos y tenemos.

¡Feliz manifestación de Dios a todos los pueblos! ¡Seamos epifanía!

4.- ¡SEAMOS TRES!

Los que busquen y nunca se detengan

a la hora de encontrar al REY DE REYES

al que es fuente de paz y de alegría

¡SEAMOS TRES!

Porque, sólo los que cabalgan,

sobre el caballo de la fe

un horizonte de estrellas espera

en medio de las dificultades

¡SEAMOS TRES!

Como aquellos, regios personajes,

que dejando palacios y vasallos

quisieron ser siervos de un pequeño Rey

¡SEAMOS TRES!

Con tres palabras de aliento:

alegría, amor e ilusión

Con tres huellas en el camino:

servicio, entrega y generosidad

Con tres miradas hacia el cielo:

La fe, esperanza y caridad

¡SEAMOS TRES!

Y, como los Magos,

siempre en marcha y sin temor

hacia la meta, en al que nos espera,

el AMOR que ha bajado del cielo

el AMOR que se deja adorar

el AMOR que se deja tocar

el AMOR que habla sin hablar

¡SEAMOS TRES!

Con el incienso de nuestra oración

Con el oro de nuestra caridad

Con la mirra de nuestra fragilidad

¡TRES! ¡SEAMOS TRES!

Para que, Jesús desde el Portal,

pueda una ver más comprobar

que en el mundo siguen existiendo

hombres y mujeres

que dejan, lo que tienen y no lo que son,

para ponerse en camino

siguiendo la ruta que marca la estrella de Belén.

¡TRES! ¡SEAMOS COMO AQUELLOS TRES!

Que proclamen, manifiesten y digan

que, como Jesús, no hay otro igual

Que el mundo conozca, sienta y vea

la Salvación que viene de nuestro Dios

Y eso…depende de muchos que, como los Magos,

se atrevan a ir….de tres en tres.