II Domingo de Pascua, Ciclo A.
Juan 20, 19-31: Somos comunidad

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Los occidentales dicen: “Pienso, luego existo”. Los africanos dicen: “Estamos juntos, por tanto existo”. En la escuela de Jesús decimos: “Soy cristiano/a porque somos comunidad”. El bautismo nos da una nueva identidad, un modo concreto de vivir que, sin excepciones de ninguna clase, se expresa en la vida de la comunidad.

El bautismo no es un simple rito social que nos vincula a compadrazgos. La primera comunidad cristiana luchaba contra la pobreza, las desigualdades sociales y reivindicaba la dignidad humana. Se compartía, se vivía intensamente el amor. Se centraba la vida en  la Palabra. Son retos, también metas, para nuestras lánguidas comunidades cristianas.  

La liturgia, hoy, nos lleva a revisar nuestra vivencia comunitaria. Tomás, uno de los doce, no ve al Señor, no acepta su Pasión, no vive la experiencia de la Resurrección. Se había separado de la comunidad. Estaba fuera. Se había aislado. Los demás quieren recuperarlo. Él se niega. Reconoce y adora al Señor cuando se reintegra a la comunidad. 

Pedro nos invita a formar auténticas comunidades pascuales. Comunidades donde luchemos contra todo signo de muerte y cultivemos la vida. Comunidades que sepulten la tristeza y sean signos vivos de la alegría. Comunidades que destierren la desesperanza, el cansancio y sean servidoras de la Esperanza. Un nuevo ministerio. 

Cochabamba 30.03.08